Dulce operativo en tiempos complicados
Por estos días en la refinería «Chiquitico Fabregat», perteneciente a la empresa agroindustrial azucarera «Heriberto Duquesne», allá en el municipio de Remedios, y el central «Ifraín Alfonso», de Ranchuelo, se lleva a cabo un zafarrancho productivo.
A un ritmo intenso de trabajo laboran estibadores, en buen cubano realizan una hombradía, quienes en un esfuerzo admirable cumplen con la tarea encomendada, extraer el azúcar correspondiente a la canasta familiar normada del mes de octubre con destino a las provincias La Habana, Matanzas y Villa Clara.
Hombres que desde el anonimato saben de la importancia de su labor y del gran compromiso con que lo asumen, aliados indiscutibles en el cumplimiento de este dulce operativo.
Ricardo Díaz Ramírez, jefe de la brigada de «Quintín Banderas», en Corralillo, y Lázaro Sotero Guillén, jefe de almacén de «George Washington», en Santo Domingo, aseguraron que cumplirán la tarea en el tiempo fijado.
Desde el propio escenario de carga, en el central «Ifraín Alfonso», compartimos varias horas el primer día de la actual semana con hombres que no se amilanan y que sus hombros son el escudo de otra victoria más, desbrozando obstáculos en franco desafío con las carencias e insatisfacciones de la compleja situación que se vive.
Los estibadores encargados de extraer el crudo almacenado en la refinería «Chiquitico Fabregat» tienen la tarea de montar sobre camiones mil 142 toneladas de azúcar crudo, de las cuales 665 tienen destino final las bodegas villaclareñas y el resto a los consumidores matanceros.
Mientras, del almacén del ingenio «Ifraín Alfonso», 851 toneladas dirigidas a endulzar a La Habana y 159 a Matanzas.