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En Septiembre; un lazo dorado para los guerreros más pequeños (+Infografías)

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Septiembre fue declarado por la OMS como el mes de Concientización sobre el Cáncer Infantil. Cada año, miles de niños y adolescentes son diagnosticados con esta enfermedad, y es crucial la información sobre sus síntomas y la importancia del diagnóstico temprano

El cáncer, producto del crecimiento descontrolado de las células, y luego su propagación a los tejidos circundantes, es una realidad devastadora para cualquier persona afectada. Sin embargo, cuando estas células malignas se apoderan del cuerpo de un niño o una niña, el impacto se vuelve aún más desgarrador.

Septiembre fue declarado por la OMS como el mes de Concientización sobre el Cáncer Infantil. Cada año, miles de niños y adolescentes son diagnosticados con esta enfermedad, y es crucial la información sobre sus síntomas y la importancia del diagnóstico temprano.

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Nunca para un niño tuvo mayor significado tocar la campana. Esta vez el tintinear del metal, además del estruendo, atraía ovaciones, alegrías, lágrimas, el regocijo de haberlo logrado, y la esperanza de que a partir de ese momento todo empezaría a mejorar.

Las pequeñas manos de Ken Díaz no son las mismas que llegaron a la Sala de Oncología del Hospital Infantil en Santiago de Cuba hace 8 meses. Tiempo que pareció una eternidad para él, su madre, y el equipo de doctores y enfermeros. Veinticuatro días tenía el pequeño cuando ingresó, luego de ser diagnosticado con cáncer; a partir de ese momento Yanet Hopskin, su madre, se aferraba a la lucha esperanzadora, la fé en los especialistas y a personas que entregan el Alma a cambio de una sonrisa. Kent ha tocado la campana, Kent ha triunfado, y todos con él.

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El cáncer, producto del crecimiento descontrolado de las células, y luego su propagación a los tejidos circundantes, es una realidad devastadora para cualquier persona afectada. Sin embargo, cuando estas células malignas se apoderan del cuerpo de un niño o una niña, el impacto se vuelve aún más desgarrador.

Esta es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo; al año se diagnostica esta enfermedad a aproximadamente 280.000 niños de entre 0 y 19 años, según la Organización Mundial de la Salud.

Prevención del cáncer
(Laydis Soler Milanés / Cubahora)

En Cuba, alrededor de 450 niñas, niños y adolescentes se enfrentan como promedio cada año a esta dura realidad. Prioridad para el Estado y el Gobierno que se encuentra incorporado al Programa Integral para el control al cáncer y su estrategia de implementación vigente. Según datos del Ministerio de Salud Pública y el Anuario de Salud las variantes más frecuentes de la enfermedad están relacionadas con la leucemia (70 por ciento), los linfomas (Hodgkin y no Hodgkin) y los tumores del sistema nervioso central. A estas edades tempranas también pueden desarrollarse neuroblastomas, nefrobastomas y sarcomas de tejidos óseos y blandos; mientras que los menos comunes se encuentran en el hígado, ovarios y páncreas.

Detrás de estos indicadores cada historia es diferente, momentos de valentía, esperanza y lucha tenaz. Cada niño o niña que enfrenta el cáncer merece tener la oportunidad de recibir los tratamientos adecuados, sin limitaciones. Más allá de los esfuerzos incansables de los profesionales de la salud, que muchas veces se convierten en su segunda familia, y los avances que ha alcanzado el país en la lucha contra la enfermedad, es visible la falta de acceso a medicamentos y tecnologías para el tratamiento, convirtiéndose en un obstáculo insuperable.

En estas limitaciones, el bloqueo económico comercial impuesto a Cuba por los Estados Unidos, tiene un peso abrumador. En el último informe presentado por Cuba ante la Asamblea General de Naciones Unidas sobre los efectos del bloqueo, se relató la solicitud de compra de medicamentos a más de 60 compañías norteamericanas especializadas en medicamentos y tratamientos oncológicos, sin embargo la inmensa mayoría ni se dedicó a responder. Las cifras serán actualizadas recientemente, en la presentación del nuevo informe ante la Organización de Naciones Unidas.

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«Éramos un poco más jóvenes cuando pensamos que debíamos ayudar desde nuestra carrera a las personas», fue lo primero que me comentó Ana Irene González, cuando coincidíamos en una actividad, yo reportaba, y ellos actuaban, bailaban, cantaban, regalaba historias. Todos podían contarme un poco del proyecto, pero coincidieron en que Ana era la indicada:

«Almas nació en la Facultad de Enfermería y Tecnología de la Salud de la Universidad de Ciencias Médicas en Santiago de Cuba. Un grupo de estudiantes queríamos defender la idea de ofrecer tratamiento psicológico y acompañamiento a pacientes sobrevivientes al cáncer. Y aunque empezamos así, en realidad hemos compartidos con niños oncológicos, personas en situación de discapacidad, hogares de ancianos, mujeres, madres, y muchas personas se nos unen, cada una con una historia diferente, queriendo apoyar».

Por supuesto, de esto ya hace cerca de un año, Almas ya es un proyecto consolidado, con actividades programadas, y que se ha extendido a otros municipios de la propia provincia.

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El pasado 17 de agosto celebraron su primer aniversario, muchas personas se unieron al cumpleaños y agradecieron cada una de las sonrisas y lágrimas junto al proyecto.

Teresa es madre de una paciente oncopediátrica, y nunca había visto reír a su niña tanto como lo hizo con Almas. Carlos es el director del hogar de ancianos América Labadí, agradece cada oportunidad que «Almas» llega a su centro, los juegos, canciones y dramatizaciones hacen que los abuelos no se sientan tan solos. Cada expresión de apoyo reconforta el alma de la profe «Somy», quien ha sido la guía certera en cada una de las aventuras del proyecto. Somalia Demás Casasaya «Somy» es profesora de Psicología en la Facultad de Enfermería de Santiago de Cuba, es madre, es activista, es guerra, y es sobreviviente del cáncer:

«La fundación del proyecto fue producto de experiencias de vida de estos estudiantes ligadas al cáncer; un familiar, un amigo, un conocido, y lamentablemente no todas fueron positivas. El objetivo siempre fue minimizar el impacto psicológico de esta enfermedad en los pacientes. Hoy estamos muy agradecidos por cada oportunidad de acompañar a familiares y pacientes, y aunque sea un poco, brindar nuestro apoyo. Vendrán muchas actividades, de socialización, prevención, y queremos llegar también a las casas de niños sin amparo familiar».

Esto no consta en la entrevista, pero Somalia habla de esta familia que han construido, y se le iluminan los ojos, se le agranda el corazón, orgullosa de lo logrado, de cada sonrisa, cada agradecimiento que sale del corazón. Eso es y será «Almas».

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