Cuba batalla en Paralímpicos de París 2024
A pesar de conseguir algunas buenas actuaciones no logró subir al podio ningún paradeportista de la Mayor de las Antillas
París.- LA HISTORIA de toda una vida puede construirse en menos de 11 segundos, y a veces la diferencia entre una experiencia gloriosa y su opuesto se cuenta en 20 centésimas.
Eso sucedió con Raciel González en los 100 metros de la clase T47 en el paratletismo de los Juegos Paralímpicos de París 2024, en que bien pudo subir al podio si como mínimo repetía en la final el tiempo de 10.74 que logró en el heat clasificatorio.
El brasileño Petrucio Ferreira (10.68), el estadounidense Korban Best (10.75) y el marroquí Aymane El Haddaoui (10.78) completaron la terna de medallistas en ese orden.
No resultó una excusa que su categoría sea la T46, con más dificultades que en la que le ha tocado competir, porque logró la mejor marca de su vida y solo un atleta paró el reloj más rápido.
Con ese tiempo le alcanzaba para colgarse una medalla de plata, y así conquistar la gloria eterna, pero el destino es caprichoso y de ese lapso de menos de 11 segundos de sobresalto cayó la moneda en el reverso de la fortuna.
Las casi 20 centésimas de más se endurecieron en su espalda y se tornaron en lastre que cargará siempre, porque nada pesará más en la conciencia que aquello que pudo y no resultó.
Por más que intente olvidarlo, al cerrar los ojos probablemente vea ese momento en que miró el 10.93 en la sexta fila de la pantalla gigante del Estadio de Francia, en Saint Denis.
No es justo juzgar severamente cuando el margen entre las antípodas es tan pequeño: el breve instante de reaccionar; el escaso segmento de una zancada, tal vez un par de ellas; la parálisis que provocan los nervios en los músculos…
Se necesita empatía para entender la desazón de no saber por qué tus piernas no responden como deberían –o como quisieras– para comprender ese sentimiento de impotencia cuando es evidente que cualquier esfuerzo será insuficiente: la ergástula de la resignación.
Queda claro que 11 segundos pueden resultar benditos, alegres, como los del primer heat en que el Pura Raza avileño tocó el cielo y creó su mejor obra, pero también trágicos como sucedió después.
Ese tiempo basta para evocar la parábola de lo efímero de las situaciones de la existencia, así como la dicha es perecedera, la desventura también deberá quedar detrás, quizá para ello solo se necesiten otros 11 segundos.
MITCHELL SUÁREZ TRANSITÓ SIN ÉXITO UN CAMINO COMPLEJO
El Gran Palacio parecía rendirse ante el marfileño Boli Bi Assamoa, sin embargo el cubano Mitchell Suárez (K44) consiguió congelar las almas de los presentes en los últimos segundos del combate de los 70 kg en el parataekwondo y se llevó la victoria.
La prueba siguiente demandó un esfuerzo que no le está dado. Delante, el líder del ranking mundial, el azerí Imamaddin Khalilov, no dio margen siquiera a soñar con una victoria y le mandó al repechaje ante el mexicano Juan Diego García.
El quinto clasificado precompetencia hizo valer su favoritismo y consiguió el derecho a discutir la medalla de bronce, el cubano quedó en el camino, esta vez no pudo más.