La radio en Cuba, resiliencia e innovación
Hace 102 años la primera señal radial surcaba el éter en el país. Comenzaba una era para la comunicación, que tendría también importantes implicaciones culturales. Pese a los vaticinios de desaparición ante el impacto de nuevas tecnologías, la radio ha sabido adaptarse. Aunque en Cuba hay mucho camino por recorrer.
La evolución tecnológica ha transformado el panorama mediático. Por eso, a esa notable capacidad de resiliencia, la radio debe sumar habilidad para innovar y responder a las expectativas de una audiencia cada vez más exigente y fragmentada.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la radio en Cuba es la convergencia con los medios digitales. Plataformas como los podcasts, el streaming y las redes sociales ofrecen alternativas que parecieran monopolizar la atención de ciertos sectores del público, especialmente de los más jóvenes.
Estos espacios en buena medida emergentes permiten una personalización del contenido y una accesibilidad que la radio tradicional, en muchos casos, no puede igualar. Las emisoras tienen el reto de explorar nuevos formatos e integrarse en ese ecosistema digital.
La inmediatez, accesibilidad y la capacidad de llegar a grandes audiencias, incluso en lugares remotos o en situaciones de emergencia, la convierten en un medio insustituible en no pocos contextos. Y es notable también el acervo cultural que ha gestado, el inmenso patrimonio sonoro.
Corresponde reinventarse constantemente y la integración es el camino.
La clave está en aprovechar las fortalezas tradicionales, la singularidad del medio… sin ignorar las potencialidades de las nuevas tecnologías ni las demandas de los nuevos esquemas de acceso. El cumpleaños 102 de la radio en Cuba es motivo de celebración, pero también puede promover debates necesarios sobre el futuro de esta extraordinaria plataforma de comunicación y cultura.