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Luis Arcos Bergnes, el caibarienense que vino en el yate Granma

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Quienes le conocieron aseguran  que era  un joven  alegre, muy activo,  buen amigo y tenía facilidades para relacionarse. También lo  recuerdan desde pequeño con un carácter independiente y rebelde que  siempre fue firme y decidido ante situaciones difíciles.

Así era Luis Arcos Bergnes, el único hijo de Caibarién que ascendió  hasta lo  más alto del altar sagrado de la patria como expedicionario del Yate Granma. Este joven  amante del deporte, de la pesca y buen nadador nació en la Villa Blanca el 23 de julio de 1932. Fue el octavo de hijos del matrimonio  Arcos Bergnes, una familia de la clase media  del territorio. 

En la Villa Blanca,  cursó los estudios de primaria y secundaria pero no ingresó al  instituto para hacer el bachiller pues deseaba hacer una carrera militar. En este tiempo de espera realizó algunas labores. Además aprendió a tocar la guitarra y la filarmónica, con esos instrumentos  cantaba en las  fiestas familiares y con los amigos.

En  1951 viaja para la capital del país con el objetivo de  familiarizara con el ambiente estudiantil a través de su hermano Gustavo Arcos Bergnes  que estudiaba en la Universidad, y así motivarlo a continuar su superación.

En  ese tiempo decide hacer realidad su sueño y logra  ingresar en el Ejército Nacional. En la Escuela de Reclutas de Managua hizo su preparación y de inmediato se destacó por su destreza en el tiro, convirtiéndose en un excelente francotirador.

Los sucesos del 10 de marzo de 1952, hicieron que la vida de Luis Arcos diera un giro y las acciones posteriores donde el abuso, el crimen y  la corrupción del gobierno en turno reinaban  fortalecen las ideas revolucionarias del joven  que no apoyaba esas conductas y decide licenciarse del ejército.

Fue entonces cuando varios de sus amigos,  que ya estaba vinculados a los grupos que se enfrentaban a la tiranía,  le aconsejaron ahora era importante que él se mantuviera en el ejército y brindar un gran servicio a la causa revolucionaria.

Misión que Luis  Arcos asumió, ya destacado en el cuartel de San Ambrosio logró relacionarse con otros miliares ubicados en la instalación, y en conjunto, obtuvieron armas y balas para una acción contra el régimen, que en definitiva se frustró en abril de 1953.

Luis había participado en la manifestación donde resultó herido Rubén Batista, el 15 de enero del propio año, y visitó varias veces al joven estudiante en el hospital mientras este luchaba contra la muerte, y hasta su deceso. Y estuvo, junto a sus amigos universitarios, en la manifestación de duelo que desafió a la fuerza pública para honrar al primer mártir del batistato.

Las acciones del Moncada sorprenden a Luis Arcos aun como miembro del ejército y al enterarse que su hermano Gustavo Arcos Bergnes, (quien luego se apartó de la revolución)  fue  uno de los asaltantes de la fortaleza militar y está herido solicitó permiso para ir a verlo. 

Con firmeza se enfrentó, con fuertes palabras, a los soldados que aprobaban los asesinatos cometidos y les informó a sus superiores que su hermano Gustavo fue uno de los participantes en aquella acción.

La reacción no se hizo esperar se lanzaron contra él, fue golpeado y detenido  en la fortaleza de La Cabaña; estuvo seis meses preso, cuatro de ellos incomunicado. Fue liberado, sin enjuiciamiento, el 28 de enero del año siguiente.

A pesar de que solicitó el licenciamiento no se le fue otorgado, y le dijeron que sería juzgado por un consejo de guerra.  Así logró visitar a su hermano Gustavo, que permanecía herido y detenido bajo la observación del las fuerzas del Servicio de Inteligencia Militar, quienes sugirieron al ejército la baja del joven, pues era evidente su posición contraria al régimen,

En  lo adelante comenzó una nueva etapa de lucha de Luis Arcos Bergnes, realizó varias tareas para subsistir. Y fue uno de los que participó en  el comando que apoyó el secuestro de su hermano Gustavo, a quien rescataron del Hospital Ortopédico, para impedir su envío a Isla de Pinos. Desde entonces debió vivir semiclandestino.

En  octubre de 1954 fue detenido acusado de ser partícipe del acopio de armas, uniformes y explosivos, debido a la captura de un alijo ocupado en La Habana. Por falta de pruebas fehacientes fue liberado casi un mes después.

Se vincula al Movimiento 26 de julio, luego de su organización, y a  fines de 1955 fue designado jefe de las Brigadas Juveniles del M-26-7 en su natal Caibarién, donde desplegó una intensa actividad, que le llevó de nuevo a la clandestinidad.

Y regresó al recuerdo de quienes lo conocieron y aseguran la grandeza de su valentía para enfrentarse a las fuerzas del régimen. Cuenta la historia que el  16 de junio de 1956 lograron detectar el lugar donde se encontraba, y lo capturaron a pesar de su tenaz resistencia y marcharon hacia el cuartel.  El pueblo de Caibarién  apoyó a su hijo presenciaron la detención, corrieron al lugar. Luis logra escapar  de un salto corrió y se mezcló con la población allí presente, que lo protegió y ocultó.

Fue entonces cuando tuvo que volver a la capital cubana, donde se puso en contacto con Faustino Pérez, quien lo envió a los campamentos de entrenamiento del M – 26 – 7 en México.

Luis Arcos Bergnes,  fue uno de los 82 expedicionarios del Yate Granma. Durante la travesía laboró en la preparación y puesta en condiciones de combatir de los dos pequeños cañones antiaéreos, y como francotirador ocupó posiciones en la cubierta de la embarcación para prever un ataque de las fuerzas armadas de la tiranía.

Cuenta la historia que desembarcó  junto a Juan Manuel Márquez y otros combatientes salió del manglar más al norte que el resto de los expedicionarios. Luego de dos días de estar disperso lograron encontrar con la columna principal el día 4 de diciembre en Alegría de Pío.

Luego del conocido como el bautizo del fuego del naciente Ejército Rebelde  Luis Arcos y otros compañeros logran salir del lugar una vez más  se desorientan, en aquellos terrenos difíciles, se le rompen los zapatos, el hambre y la sed hace sus estragos  y son capturados sin poder defenderse, en un lugar llamado potrero Salazar y trasladados a un lugar denominado Las Guásimas. Atados, salieron de allí la noche del día 8 hacia Macagual, en el trayecto ocurrió el asesinato de los combatientes, cuyos cadáveres fueron lanzados a la entrada del cementerio de Niquero en la madrugada del día 9 de diciembre.

Los vecinos de esta localidad, impidieron que fueran enterrados en una fosa común y fabricaron ataúd criollos para sepultarlos.

Cuando su pueblo natal, Caibarién  conoció la noticia la reacción no se hizo esperar y se convirtió en una gran protesta que fue reprimida por la fuerzas del régimen.

Después del amanecer de victoria los restos de Luis Arcos Bergnes, mártir expedicionario del Yate Granma y de sus compañeros fueron exhumados, trasladados a La Habana, velados y sepultados con toda solemnidad en el cementerio de Colón.

Bibliografía

  1. Colectivo de autores, Historia local digital
  2. Archivo Histórico. Casa de los combatientes. Caibarién. Villa Clara. Cuba.
  3. Enciclopedia Todo de Caibarién. Maribel Naranjo Guevara. Joven Club # 1. Caibarién. Villa Clara. Cuba

Imagen: tomada de Ecured.

Máximo Luz

Máximo Luz

Periodista, director y guionista de programas de radio en emisora Radio Caibarién

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