Beryl enciende alarmas y clima oceánico es combustible para huracanes
Las Antillas menores mantienen hoy las alertas rojas por el paso del huracán Beryl de categoría 4 que llega este lunes a las islas de Barlovento con vientos sostenidos superiores a los 200 kilómetros por hora.
Ante este potente, prematuro e inusual ciclón, que se intensificó de 1 a 4 en la escala Saffir Simpson en menos de un día, el Gobierno de Granada declaró el estado de emergencia a partir de las 19:00, hora local, de este domingo en previsión de la llegada de Beryl, que se espera azote la isla.
Por otra parte, todas las salidas de los ferris interinsulares entre Trinidad y Tobago se cancelaron para este lunes, mientras la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, instó a todas las empresas no esenciales de la isla a cerrar en la noche del domingo ante la llegada del huracán.
El Servicio Meteorológico de Trinidad y Tobago emitió una alerta roja para la isla de Tobago en la cual indica que es muy probable que haya un gran impacto e instruye a los residentes a tomar medidas inmediatas para proteger sus vidas, sus medios de subsistencia y sus propiedades.
A ello se suma el cierre nacional, también en la noche del domingo, de Santa Lucía que permanecerá en esa condición ante la inminente llegada de Beryl, anunció el primer ministro de la isla, Philip J. Pierre.
“Las empresas y las escuelas permanecerán clausuradas el lunes, dijo el premier y exhortó al pueblo a permanecer en interiores hasta que se de otro aviso de mayor normalidad”.
A su vez, el Aeropuerto Internacional Maurice Bishop de Granada también recesó sus funciones desde las 18:00, hora local, y está previsto reabrir tentativamente el martes en la mañana.
En Barbados, el Aeropuerto Internacional Grantley Adams anunció la misma disposición, al igual que en Santa Lucía, el Aeropuerto Internacional Hewanorra y el Aeropuerto George F. L. Charles.
Otro informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos señala que el Gobierno de la República Dominicana emitió un aviso de tormenta tropical desde Punta Palenque hacia el oeste hasta la frontera con Haití.
Beryl se convirtió en el primer huracán de la actual temporada ciclónica en el Atlántico, y pasará a la historia como uno de los más inusuales y peligrosos, otra alerta después de la primera tormenta, Alberto, que reafirma un período complejo.
En menos de 24 horas Beryl pasó de una categoría a otra con facilidad y sus vientos máximos sostenidos fueron de 56 a 215 kilómetros por hora entre la tarde de este sábado y el domingo.
Datos oficiales señalan que Beryl es el gran huracán (categoría 4 hasta el momento) generado en el Atlántico más pronto de los últimos 58 años, y el más prematuro en originarse al este de las Antillas Menores (donde las tormentas suelen formarse más avanzado el verano, cuando las aguas son más cálidas).
Antes de iniciar la actual temporada ciclónica del Atlántico, el 1 de junio y debe concluir el 30 de noviembre, varios expertos alertaban sobre el excepcional calentamiento de las aguas oceánicas que puede incrementar las tormentas tropicales en el Caribe y el Golfo de México.
Meteorólogos de la Universidad de Miami, Florida, en Estados Unidos, afirman que en la región del Atlántico -donde se desarrolla la mayoría de los huracanes- las temperaturas del agua son inusualmente altas y los océanos calientes funcionan como un aumento de octanaje para la temporada de huracanes.
Este incremento proporciona el combustible necesario para la formación y la intensificación de huracanes y tormentas tropicales a medida que avanzan sobre el océano.
Según datos del Climate Reanalyzer de la Universidad estadounidense de Maine, las temperaturas promedio globales de la superficie del mar en el Atlántico Norte alcanzaron los 22,3 grados Celsius a fines de mayo pasado, superando en 1,3 la media de 1982-2011.
Un informe de esa misma institución recalca que el agua cálida en el Golfo de México fue un factor importante en la sobrecarga de tormentas como el huracán Katrina y se relaciona con lluvias intensas en tormentas como el Harvey y con la rápida intensificación.