Bancarización en Cuba: ¿solución o problema?
«Con la transparencia que podamos lograr en la bancarización, estaremos defendiendo –a nivel local– una de las fuentes de ingreso por la vía tributaria para los presupuestos, con los cuales se impulsa el crecimiento y el desarrollo económico y social de cada uno de los territorios».
Así lo afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el octavo episodio de su podcast Desde la Presidencia, en el cual se adentró en las particularidades que han distinguido el proceso de bancarización en el país, un tema no exento de limitaciones, con múltiples potencialidades aún por aprovechar.
«La población nos está diciendo lo que hay que hacer, nos está diciendo dónde están las insatisfacciones y está reconociendo que nos ha faltado acción», expresó el Jefe de Estado, al iniciar el espacio, que contó con la presencia de Juana Lilia Delgado Portal y Alberto Quiñones Betancourt, presidenta y vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC).
Considerado por el Presidente como uno de los procesos más importantes de la transformación digital de la sociedad cubana, la bancarización, dijo, ayuda a reconformar todo un grupo de elementos que son parte del programa de estabilización macroeconómica del país, y está asociado, entre otros elementos, al control de los niveles de efectivo en circulación, así como a la relación entre la masa monetaria en moneda nacional y en divisa.
Cuando apenas restan dos meses para que se cumpla un año de iniciado este mecanismo en la Isla, si bien es posible hablar de avances en su implementación, continúan siendo insuficientes las acciones que se han llevado a cabo y, a su vez, el control ejercido sobre ellas.
Sin embargo, aun cuando el mayor impulso al proceso coincidió con la crítica situación de disponibilidad de dinero en efectivo que existía entonces en los bancos, el mandatario cubano reconoció que, a la luz de estos días, y a partir de análisis que se han realizado, es posible asegurar «que la situación hubiera sido peor de no iniciar la bancarización».
BANCARIZACIÓN, ¿PARA QUÉ?
¿La bancarización no tiene saldo positivo?, ¿es solo para cobrar?, ¿para qué tanta bancarización, si es un problema extraer dinero? Esas fueron algunas de las interrogantes extraídas de las opiniones del pueblo, compartidas por Díaz-Canel.
Al debatir sobre la urgencia y la necesidad de perfeccionar la implementación del proceso, Delgado Portal –titular del BCC– enfatizó en su importancia para lograr una gestión más eficiente del dinero, pues «ayuda a la creación de un historial crediticio en el caso de las personas que acceden a los productos bancarios, y que tienen interés de obtener créditos».
A su vez, consideró, promueve el ahorro y constituye un importante mecanismo para respaldar el desarrollo de la economía, y reducir el uso del efectivo.
LA BANCARIZACIÓN COMO SISTEMA
Sobre varios de los problemas que se han presentado en este periodo –algunos asociados a la implementación en sí, y otros provocados por distorsiones o desviaciones de lo propuesto– el vicepresidente del Banco Central de Cuba, Alberto Quiñones Betancourt, reconoció que «la aplicación práctica de algunas medidas demostró que no estaban creadas todas las condiciones para su aplicación».
Este es un proceso, agregó, para el cual «no solo se requiere de voluntad, sino también de inversiones».
Asimismo, asociado a criterios manifestados por la población, destacó las diferencias que existen entre transferencia y pago en línea, y cómo se ha estado violando este último en determinados comercios en detrimento del pueblo. «Ningún comercio se puede atribuir el derecho de no aceptar el pago por la vía que el cliente decida, y, además, hacerlo teniendo en cuenta todo lo establecido», manifestó.
El proceso de bancarización, dijo, partió de «la premisa de ser mejor de lo que teníamos, lo cual no se ha logrado, o sea, hoy todavía existe una insatisfacción por la necesidad de las personas de seguir requiriendo dinero en efectivo para hacer los pagos».
Actualmente, consideró Quiñones, se ha avanzado en los pagos digitales, pero no al nivel que necesite el país: «Hoy se sigue utilizando el dinero en efectivo. Mes tras mes se sigue quedando más dinero efectivo fuera: no es que no se utilice el efectivo, sino que tiene que circular».
En este punto, el Presidente de la República intervino, al señalar que la bancarización debe funcionar como un sistema: «No tiene sentido que, si a mí me ponen mi salario en una tarjeta magnética, después tenga que ir a un cajero a sacar dinero en efectivo para pagar bienes y servicios, cuando lo lógico es que yo pueda, con esa tarjeta, hacer pagos electrónicos».
En ocasiones –añadió Díaz-Canel– se ha restringido el concepto de la bancarización al uso de los cajeros, y es todo lo contrario: «en la misma medida en que avancemos en el proceso de bancarización, requeriremos menos efectivo y, por tanto, acudiremos menos a los cajeros».
Por eso, según explicó Quiñones, el país ha llamado a la bancarización de operaciones: «No es solo que usted tenga una cuenta, no solo que tenga acceso, sino que tenga la posibilidad de darle uso a esa cuenta bancaria».
En ese sentido, ratificó que en algunos lugares no se logró la gradualidad en la aplicación de las medidas, y se aceleraron determinados procesos que no solo dependían de la voluntad de hacer, sino, además, de una capacitación y educación financieras previas con las que no siempre se cumplió.
¿NO HAY DINERO EN LA ECONOMÍA CUBANA?
Al responder a una de las interrogantes de la población, lanzada por el Jefe de Estado, la ministra del Banco Central de Cuba, Juana Lilia Delgado, argumentó que no se trata de la inexistencia de dinero en la economía del país, sino que «hay más dinero que nunca» circulando, pero se ha invertido el flujo.
Es decir, existe más salida del sistema bancario de lo que regresa, además de que se concentra en pocas manos. Eso, por tanto, altera todo el ciclo del movimiento del efectivo, y «cuesta trabajo entonces cubrir las demandas».
Esa acumulación del dinero en escasos sitios, según las investigaciones, obedece a pagos al fisco que están pendientes por parte de algunos actores económicos.
Entre otros temas abordados durante la emisión del podcast, se destacó la importancia de contar con dos pasarelas de pago propias: Transfermóvil y EnZona, lo cual concede soberanía al país para llevar adelante el proceso de bancarización.
A su vez, se hizo referencia a la evasión de impuestos y cómo la bancarización puede contribuir a su control; a la reticencia de actores económicos, estatales y privados, de acogerse al proceso; así como a las quejas presentadas por trabajadores del sector campesino y de educación acerca del asunto.
En tal sentido, la Presidenta del Banco aseguró que se «están adoptando todas las medidas posibles y todas las variantes para tratar de minimizar las afectaciones, sobre todo al sector asalariado y a los pensionados de la Seguridad Social».
El Jefe de Estado dijo que, a pesar de que existe un amplio espectro de acciones y ámbitos en este proceso, es premisa priorizar aquellos que tendrán mayor impacto. Por ejemplo, «si el 70 % de los ingresos hoy de las cubanas y los cubanos los gastamos en la adquisición de alimentos, de las primeras cosas que tenemos que lograr es que estén bien bancarizados los servicios que se prestan en los mercados agropecuarios».
Finalmente, insistió en la importancia estratégica de llevar adelante el proceso, para lo cual, señaló, se ha diseñado un plan de acción que «incluye acciones severas de control para, en el menor tiempo posible, corregir las distorsiones que existen».
Entre las acciones más importantes del programa de estabilización macroeconómica, reafirmó, son determinantes los aportes que puede hacer este proceso.
La bancarización, subrayó, no es la causa de esos problemas. La causa está en no haberla controlado adecuadamente. En la bancarización, concluyó el Presidente, está la solución a esos problemas.