Destacadas

Cuba: El pesimismo no mejora «la cosa»

Vistas: 0

¿Cómo está la cosa? «Ahí, tirando». «Como se puede y no como se quiere». «La cosa está mala». «Mejor ni hablar de la cosa». «La cosa está en talla, la situación es la que está difícil». «Todo tranqui». «Ahí, en la pelea». «Echando pa’adelante, no hay más na’». 

Los cubanos tenemos mil respuestas para la misma y repetida pregunta. Algunas, incluso, las entendemos solo entre nosotros, pero cada una entraña diferentes estados de ánimo, y me atrevería a decir que diferentes actitudes ante la vida, para seguir el hilo, ante «la cosa».

¿Cuál de estas respuestas suelo devolver? ¿Cuál prefiero recibir? Me cuestiono. Hace poco me enviaron por WhatsApp un poema hermoso que me dejó con ganas de llorar y pensando en lo mala, malísima, que está la cosa. Me lo envió un amigo que suele ser optimista hasta la médula, pero ¿cómo salvarse del pesimismo en medio de tanta mala racha?

Mi primera medida preventiva es… recesar de las redes sociales o blindarlas, no contra la verdad, sino contra quienes se regodean en las desgracias y las tristezas. El pesimismo es una actitud que nos muestra solo el lado negativo de las cosas y a anticipar los resultados desfavorables en diversas situaciones. Un exceso de pesimismo puede llevarnos a caer en la apatía y la falta de motivación. Se puede convertir en una barrera para nuestro progreso.

Soy consciente, el pesimismo también puede tener su lugar en nuestro mundo. Surge por diversas razones: problemas objetivos, experiencias pasadas, temor al fracaso… A su favor, dirán que nos permite ser realistas, anticipar los desafíos y dificultades que podríamos enfrentar y preparamos mentalmente para hacerles frente. 

Sin embargo, yo creo que un optimismo bien plantado, con pies sobre la tierra y alas, puede hacernos mejor ese trabajo. Nos empuja a buscar soluciones y alternativas. Nos impulsa a ser más creativos y a explorar diferentes enfoques para resolver problemas, nos anima a ser perseverantes y resilientes.

El optimismo tampoco mejora la cosa, pero nos pone en condiciones de transformarla a nuestro favor tanto como sea posible, y de vivir, que a eso vinimos ¿no? 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *