De Laura a Aitana… ¿Renacer o Viceversa?
La actriz Eileen Acosta asegura que actuar es su vida y que siempre quiere trabajar y tener personajes cercanos al público.
En Viceversa, Eileen Acosta interpreta a Laura, protagonista de una historia marcada por situaciones y giros inesperados que mantienen al televidente expectante a cada nuevo episodio. La maestría con la que Eileen se desdobla ante los matices del personaje la distingue como uno de los rostros más prometedores en la escena actoral cubana actual.
La niña que por los años 90 soñaba en convertirse en una voleibolista de alto rendimiento, jamás imaginó que sería actriz. «Mi infancia fue bastante activa, lo cual de alguna manera me preparó para estudiar actuación», comparte con JR, y recuerda sus primeras experiencias en la Casa de la Cultura de San Antonio de los Baños. Fue allí donde dio también sus primeros pasos en el mundo teatral con el monólogo La jinetera, una obra escrita por su propio padre.
El canto y la danza también demostraron ser fundamentales cuando decidió estudiar actuación. Al enfrentarse a los rigurosos exámenes de admisión para la Escuela Nacional de Arte (ENA), las habilidades que había desarrollado se convirtieron en aliadas. «Mis profesores fueron geniales y me inspiraron mucho», enfatiza Eileen, con especial reconociendo al empuje de Idania Armas, su maestra de actuación.
A pesar de no ser aceptada en su primer intento, su determinación no flaqueó. Se trasladó a La Habana, donde recibió un invaluable apoyo de amigos y colegas, como la actriz y profesora Massiel Dueñas. Finalmente, su perseverancia rindió frutos cuando logró ingresar a la ENA en un segundo intento.
Su tiempo en esta escuela fue crucial. Sentó las bases para ingresar posteriormente al Instituto Superior de Arte (ISA) y abrió las puertas a sus primeros trabajos en televisión: el humorístico A otro con ese cuento y el teleplay titulado La pimienta de jabón, bajo la dirección de Yaima Pardo.
«Me encanta hacer comedia, pero también disfruto mucho el drama, es una forma de actuación que me gusta experimentar. Lo más satisfactorio para mí es tener la oportunidad de transitar entre ambos géneros, interpretando personajes diversos que canten, bailen o me desafíen a sacar lo mejor de mí: que sean completos y multifacéticos».
—Hablemos de Viceversa. Aunque ya tenías una experiencia previa con Entrega, ¿cómo asumiste el desafío de protagonizar una telenovela?
—Laura ha sido una especie de cajita de sorpresas. El personaje atraviesa una serie de momentos muy distintos a lo largo de la novela, especialmente al principio. Experimenta sentimientos intensos, estrés emocional y toma decisiones difíciles que la llevan a arrepentirse y desear volver con el amor de su vida. La situación la supera y comete el error de terminar la relación pensando que él no la amaba lo suficiente.
«Ahora, en la trama, Laura está tratando de recuperar lo que perdió y está haciendo cosas que quizá no agradan a algunas personas, y toma decisiones cuestionables, pero ella no tiene ningún tipo de complejo vinculado con Gina. Su lucha tiene que ver con Armando y el hecho de que él pudo tener relaciones sexuales con otras mujeres y con ella no. La gente a menudo la juzga a partir de comparaciones superficiales, lo cual es injusto. Laura se enfoca en su objetivo y lucha por lo que quiere».
—¿Cómo llegó a ti el personaje que interpretas?
—Viceversa llegó a mí en un momento de mi carrera en el que realmente sentía la necesidad de interpretar un personaje más extenso y profundo, uno que tuviera más carga dramática y me permitiera desarrollarme a lo largo de un proceso de trabajo en diferentes facetas. Había estado deseando una oportunidad así por mucho tiempo, pero, como dicen, todo llega en su momento justo.
«Cuando me enteré del casting me emocioné mucho. Me enviaron una escena para aprender y, en ese momento, estaban considerando dos personajes principales, Mónica y Laura. Al leer la escena, me incliné más hacia el personaje de Mónica, por lo que me preparé para el casting con ese en mente.
«Sin embargo, algo en mí tenía una corazonada. Sentía que podía encajar mejor en el papel de Laura, aunque en realidad quería cualquier oportunidad que se presentara. Durante el proceso, siempre pensé que me vería mejor como Laura que como Mónica. Después de pasar por varias rondas de casting, recibí el personaje. Recuerdo los gritos y brincos en mi casa. La emoción y la alegría fueron indescriptibles».
—Tienes una personalidad divertida, ¿fue difícil para ti enfrentar escenas con tanta carga dramática?
—Aunque no lo crean, muchas personas, especialmente otros actores, me preguntan lo mismo. Me dicen: «Eileen, ¿cómo puedes estar un momento bromeando y riéndote, y en cuestión de minutos estar con los ojos llenos de lágrimas?». En realidad, este cambio rápido es lo que me salva, porque ser una actriz que lleve una carga dramática todo el día me desgastaría mucho y me afectaría.
«Mi método consiste en concentrarme unos minutos antes, pero no trabajo mucho con la memoria emotiva, ya que me desgasta demasiado. Creo que no funciona bien en diferentes situaciones. Prefiero vivir la escena, creer sinceramente que me está pasando eso en el momento, en lugar de recordar algo que ya viví.
—Es sabido que participarás también en la telenovela Renacer. ¿Qué nos puedes adelantar sobre esta entrega y tu personaje, Aitana?
—En la novela Renacer tuve una oportunidad inmensa, porque aún no había terminado un proyecto cuando me llegó la propuesta para este nuevo papel. Interpreto a Aitana, la protagonista, y este personaje es completamente diferente a Laura. Aitana atraviesa muchas situaciones difíciles a lo largo de la trama, escrita por Yoel Monzón. El guion es precioso y creo que a la gente le encantará, ya que es una novela que trae personajes complejos, algo que no se veía mucho por aquí desde hace tiempo. La compararía incluso con una novela brasileña.
«Aitana es un personaje difícil que hace todo por su hijo. Tiene un rol completamente distinto, un cambio de look y una actitud que nada tiene que ver con Laura. Me preocupa que la gente comience a comparar, pero traté de hacerla lo más diferente posible, incluso en la manera de caminar y actuar. Espero que el producto final guste y la gente lo disfrute, sin críticas malintencionadas. Aitana pasa por muchas dificultades en la novela; diría que sus momentos felices se pueden contar con los dedos de una mano. Así que ahí tienes una idea de quién es este personaje»
—¿Qué expectativas tienes para tu carrera?
—Mis expectativas son las mismas de siempre: seguir trabajando y recibir personajes que me desafíen y me saquen de mi zona de confort; que me emocionen y me hagan pensar: «¡No puedo hacer esto!», y luego demostrar lo contrario. Quisiera recibir más propuestas de trabajo y mantenerme activa. Mi trabajo, mi familia y todo lo que hago son mi motivación. Específicamente, tengo muchas ganas de incursionar en el cine. Me encantaría hacer películas; es algo que deseo profundamente en este momento».
—¿Cómo te definirías en una frase?
—Resulta difícil describirme en una frase. Con la idea que más me identifico, y siempre lo demuestro, es la autenticidad: no sentir miedo a ser quien eres, no preocuparte por el qué dirán ni sentir complejos innecesarios. En la vida, a menudo nos complicamos las cosas nosotros mismos. Simplemente soy yo, sin miedo al juicio ajeno».
—¿Qué significa para ti actuar?
—Actuar es mi vida. Sinceramente, no me veo haciendo otra cosa, aunque también disfruto de otras actividades. Tengo mis hobbies, como la peluquería, la manicura, cocinar y la repostería. Estos son momentos que disfruto en casa para calmar mis ansiedades y canalizar mi energía, porque tengo mucha acumulada y no puedo quedarme quieta. Esta motivación constante es esencial para un actor: siempre quiero trabajar y tener personajes en mi vida».