La Patria rindió honores a la Madre
Cada segundo domingo de mayo se distingue por el tradicional homenaje a las madres cubanas y, en especial, por el merecido tributo a la mambisa Mariana Grajales Cuello, progenitora de los Maceo y reconocida como Madre de la Patria.
«A las madres cubanas, capaces de sostener y transformar la realidad más difícil, con sensibilidad, coraje y belleza. ¡Muchas Felicidades!», escribió en su cuenta de X el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Al tributo a Mariana, en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, asistió una representación del pueblo santiaguero, encabezada por Beatriz Johnson Urrutia, primera secretaria del Comité Provincial del Partido; y Manuel Falcón Hernández, gobernador de la provincia, así como por otras autoridades.
La colocación de una ofrenda floral en nombre del pueblo de Cuba, tras la ceremonia que la Guardia de Honor realiza a figuras cimeras de la nación, fue sucedido por muestras de afecto, al tiempo que se pusieron flores a otras heroínas y a madres de combatientes que descansan en este camposanto, Monumento Nacional.
El ímpetu de Mariana Grajales fue inmortalizado en la manigua y también en el artículo La madre de los Maceo, de José Martí, en el cual narra que, al recibir a su hijo Antonio muy mal herido, y viendo el llanto de las otras mujeres, exclamó: «¡Fuera faldas de aquí, no aguanto lágrimas!»; luego, se dirigió a su pequeño hijo Marcos con determinación: «¡Y tú, empínate, porque ya es hora de que te vayas al campamento!».
Tan elevado sentido de patriotismo, y su ejemplo imperecedero, la hicieron merecer el título de Madre de la Patria.