¿Qué sabemos sobre el Parque Científico Tecnológico de Villa Clara?
Contribuir al desarrollo de la industria, a partir de la incubación de proyectos para mejorar productos ya existentes, crear otros nuevos y, si las condiciones lo requieren, fundar empresas de base tecnológica, constituye el propósito del Parque Científico Tecnológico Industrial de Villa Clara.
El perfil industrial, que lo hace único en el país, probablemente resulte el dato más conocido sobre el Parque Científico Tecnológico de Villa Clara. Para profundizar en las características y perspectivas de esta entidad de nuevo tipo, Vanguardia formuló una serie de preguntas a profesionales y especialistas implicados.
¿Cuáles son los antecedentes del parque?
El Dr. C. Gilberto Quevedo Sotolongo, presidente de la Sociedad Interfaz de Ciencia y Tecnología (Sicte S. A.), de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV), recuerda que, durante una visita gubernamental a la provincia, en 2020, la vice primera ministra, Inés María Chapman Waugh, manifestó la sugerencia, mientras compartían el vehículo en un breve trayecto hasta uno de los puntos del recorrido.
Para los doctores María del Carmen Velasco Gómez, delegada del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en Villa Clara, y Ángel Rubio González, profesor de la UCLV y actual vicepresidente científico del parque, la idea reafirmaba un anhelo. Veinte años atrás plantearon la necesidad de traer al territorio villaclareño una forma organizativa extendida en el mundo; pero en aquel momento no contaban con amparo legislativo.
«Para una mayor aplicación de los resultados de la ciencia, la tecnología y la innovación en el país, son primordiales las conexiones entre el conocimiento, la economía y la sociedad. Una entidad dedicada a la producción o los servicios identifica el problema que le impide ser más eficiente, y la institución que investiga, que genera conocimiento, valora si tiene las capacidades para darle respuesta.
«En muchas ocasiones, los resultados no responden a una demanda y, por tanto, quedan incompletos o no se pueden aplicar en determinadas condiciones. Entonces, se hace necesario favorecer esas conexiones», explicó Velasco Gómez.
Como estructuras dinamizadoras de ciencia, tecnología e innovación en Cuba, figuran las empresas de alta tecnología, los parques científicos y tecnológicos, y las interfaces, y Villa Clara acoge en su territorio a los últimos dos tipos de entidades.
¿Qué caracteriza al Parque Científico Tecnológico Industrial de Villa Clara?
Según Danay Álvarez Mesa, su vice presidenta primera, esta institución tiene como propósito contribuir al desarrollo de la industria, a partir de la incubación de proyectos para mejorar productos que ya existen, crear otros nuevos y, si las condiciones lo requieren, fundar empresas de base tecnológica.
Asimismo, se plantea entre sus objetivos exportar, sustituir importaciones, consolidar encadenamientos productivos, y dar respuesta a las necesidades de sectores estratégicos de la economía nacional y del territorio.
Quedó constituido como una sociedad mercantil con capital 100 % cubano, patrocinado por el Grupo Empresarial de la Industria Sidero Mecánica (Gesime), atendido por el Ministerio de Industrias (Mindus) y asesorado metodológicamente por el Citma.
Como accionistas, cuenta con la Empresa Comercializadora de Servicios Técnicos y Tecnológicos (Tecnosime), la Empresa de Automatización Integral (Cedai) —representada por la UEB Cedai Villa Clara—, la Empresa Mecánica Fabric Aguilar Noriega (Planta Mecánica), la Empresa Industrial Ángel Villarreal Bravo (Ciclos Minerva), la Empresa de Recuperación de Materias Primas Villa Clara, y la Sociedad Interfaz de Ciencia y Tecnología (Sicte S. A.).
El funcionamiento se basa en cuatro estructuras: una junta general de accionistas, integrada por una representación de las empresas que forman parte de la sociedad mercantil; una junta directiva, que ejecuta lo acordado por la junta de accionistas; un consejo técnico asesor, que recibe las ideas, propone y somete a aprobación de la junta directiva los proyectos que serán incubados, y un órgano de supervisión y control.
¿Qué condiciones favorecieron la constitución de un parque científico tecnológico de perfil industrial en la provincia?
De acuerdo con Danay Álvarez Mesa, entre las ventajas que motivaron la decisión, sobresalen la existencia de más de 30 entidades del Ministerio de Industrias —algunas únicas de su tipo en el país— localizadas en varios municipios; la cercanía de la provincia de Cienfuegos, también con un polo industrial considerable; la articulación de un fuerte sector del conocimiento en torno a la UCLV —la universidad más multidisciplinaria del país— y otras 14 entidades de ciencia, tecnología e innovación, y la importancia que concede el Gobierno Provincial a la industria, una de las líneas de la estrategia de desarrollo territorial.
Además, fueron consideradas varias limitaciones del sector, entre ellas, el incompleto aprovechamiento de las capacidades instaladas, el deterioro tecnológico y las dinámicas empresariales que no facilitan la labor innovadora en entornos aislados e independientes. A estas y otras problemáticas, la gestión integrada de la ciencia y la innovación aportará soluciones.
Al contar Sicte S. A. con más de tres años de gestión y ser accionista del parque, salta la posibilidad de que una entidad suplante las funciones de la otra. Al respecto, los profesores Rubio González y Quevedo Sotolongo se refirieron a una estrategia de complementación asociada a los niveles de madurez tecnológica de los proyectos. La sociedad interfaz se ocuparía de las primeras etapas, dedicadas a la investigación y el desarrollo, y el parque, de las últimas, relacionadas con la innovación.
¿Cómo transcurrió el proceso de creación y en qué punto se encuentra el parque?
Con la sugerencia de la vice primera ministra, la voluntad de científicos y autoridades de la provincia, la definición en la política de desarrollo industrial, aprobada en el país, de la conformación de parques científicos y tecnológicos, y el respaldo del marco jurídico, se creó un grupo gestor que evaluó las condiciones y propuso la creación de un parque en Villa Clara.
La idea fue acogida por el Mindus, que designó a su grupo empresarial Gesime como patrocinador. No tardó en captar interesados y se identificaron seis empresas como accionistas.
El grupo gestor aprobado por el Gobierno Provincial, rectorado por Gesime y compuesto por empresas del Mindus en el territorio, profesionales de la UCLV, el Citma y otras entidades, tuvo la responsabilidad de preparar el expediente para la creación de la sociedad mercantil, que fue aprobada por el Ministerio de Economía y Planificación, el 8 de septiembre de 2023.
No faltaron enriquecedores intercambios con especialistas de los parques constituidos en La Habana y Matanzas —ambos, dedicados al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación—, sobre todo, con Rafael Luis Torralbas Ezpeleta, presidente del radicado en la capital.
El acto de constitución tuvo lugar el 15 de noviembre de 2023, durante la IV Convención Científica Internacional de la UCLV. Luego, continuó un programa para asegurar el inicio de las operaciones, que incluye transferencia de estructuras, y contratación y capacitación del personal altamente calificado.
«Actualmente, estamos en proceso de identificación de proyectos que podrían incubarse. Para ello, hemos analizado los resultados de instituciones que hacen ciencia, como la UCLV, y las necesidades de innovación de varias entidades productivas o de servicios», especificó el vicepresidente científico.
¿Cómo funcionará el Parque Científico Tecnológico?
Ángel Rubio González aclaró que, aunque el parque prestará servicios relacionados con la organización de eventos científicos, ferias de innovación y capacitación, la actividad más fuerte recae sobre los proyectos de innovación tecnológica, por el perfil industrial de la entidad, y no renuncian a la innovación organizacional.
«Cualquiera puede presentarnos una idea: empresas públicas y privadas, trabajadores por cuenta propia (personas naturales), estudiantes de cualquier nivel de enseñanza e, incluso, personas desvinculadas del trabajo.
«Luego de la identificación de esas ideas, hacemos un trabajo conjunto para elaborar un proyecto, en el que planteamos los objetivos, los recursos materiales, humanos y financieros necesarios para concretarlo; gestionamos el capital con financistas e inversionistas —porque el parque no dispone de dinero, pero sí ayuda a buscarlo—, contratamos especialistas o tecnólogos si es necesario, y profesionales del área económico-financiera, en caso de que la entidad no cuente con un aparato lo suficientemente sólido», comentó.
Respecto al financiamiento y el régimen fiscal del parque, el decreto 363/2019 establece que el capital social lo aportan los accionistas, emplea un esquema cerrado de financiamiento en divisas que permita disponer de una parte de los ingresos en moneda extranjera proveniente del exterior para asegurar la sostenibilidad de la actividad, tiene un régimen especial de tributación que favorece los proyectos en los primeros cinco años de funcionamiento, y queda eximido del pago de aranceles por concepto de importación de partes, piezas y equipamiento durante el mismo período.
Sobre tales beneficios, el profesor Rubio González destaca la intención de disminuir costos y colocar productos más competitivos, sobre todo, en el mercado internacional.
Asimismo, llama la atención sobre una idea innovadora: el concepto de espacio-proyecto, que consiste en extender todas las prerrogativas tributarias a las entidades donde se desarrolle un proyecto auspiciado por el parque, puesto que no todos los procesos se llevarán a cabo en la sede.
¿Qué oportunidades genera el parque?
Edelys Saavedra Rodríguez, presidenta de la Junta General de Accionistas y de la Junta Directiva, insistió en que tendrá cabida cualquier proyecto que tribute al mejoramiento de la actividad industrial, siempre que esté relacionado con la innovación. Mencionó, entre los organismos que han mostrado interés, el propio Ministerio de Industrias, el grupo empresarial Azcuba, la Agricultura, y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).
Como prioridades, María del Carmen Velasco Gómez destaca el equipamiento del sector industrial, los negocios con esquema de economía circular, la respuesta a los principales problemas del territorio —como la actividad del transporte o el abasto de agua—, y las demandas del sector no estatal, que irán apareciendo y también serán evaluadas por el consejo científico asesor.
Gran importancia concede Saavedra Rodríguez a la oportunidad que supone para el desarrollo profesional de los jóvenes, quienes podrán formar parte del personal del parque, ser contratados para determinados proyectos o presentar una idea de innovación.