Para impedir un cataclismo climático
Aun antes de que se conociera la noticia, las Naciones Unidas alertaban : “Se avecina un cataclismo climático y no estamos preparados para las posibles consecuencias”.
Y hace solo un puñado de días, como gota que casi colma la copa, los titulares en todo el orbe anunciaban que el mundo enfrentó por primera vez 12 meses consecutivos con temperaturas 1,5 ºC más altas que en la era preindustrial.
Así lo anunciaba el monitor climático europeo Copernicus, el cual subrayó que nunca antes en un mes de enero se había experimentado tan elevadas temperaturas.
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El Acuerdo de París sobre el Cambio Climático , firmado en 2015 por casi 200 países, tiene como objetivo evitar que el calentamiento global supere los 2ºC y aspira a limitarlo precisamente a 1,5ºC.
¿Qué significa el récord de temperatura alcanzado para el presente y futuro del planeta?
Se trata de una señal alarmante, así alertan los expertos a propósito de los profundos cambios que ya hemos provocado al clima y a los cuales nos debe adaptar porque los efectos del calentamiento global ya se hacen sentir en todo el mundo.
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«Esto excede con creces cualquier cosa que sea aceptable», advirtió a propósito de las temperaturas registradas el profesor Bob Watson, expresidente del organismo climático de las Naciones Unidas (ONU)
Fenómenos extremos como olas de calor, incendios forestales, sequías, inundaciones, tormentas y deshielos son los gritos de este mundo, que no acaban de ser escuchados de un modo realmente proactivo.
Y dichos sucesos impactan negativamente en la biodiversidad, la salud humana, la seguridad alimentaria, el suministro de agua, la economía y la paz.
Lo más grave: según la ONU, hay un 50% de probabilidades de que en los próximos cinco años se supere transitoriamente el umbral de 1,5ºC en algún mes.
El calentamiento global está impulsado por las actividad humana, principalmente por la quema de combustibles fósiles, a lo cual se añade el fenómeno natural de calentamiento climático conocido como El Niño. Foto: tomada de thefoodtech.com
Pero los científicos afirman que aún es posible evitar que el calentamiento global se estabilice por encima de 1,5ºC a largo plazo, lo cual podría alcanzarse solo con un accionar conjunto de gobiernos, empresas, organizaciones y ciudadanos.
Se necesita una transición rápida y profunda hacia un modelo energético bajo en carbono, basado en las energías renovables y la eficiencia. También requerirían una transformación otros sectores clave como el transporte, la industria, la agricultura y el uso del suelo.
Razones desiguales
La próxima Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocidas como COP y entendidas como el evento de referencia en materia ambiental y climática, será la COP29 en Bakú, capital de Azerbaiyán, según quedó pactado en la Conferencia de las Partes de 2023.
Tendrá lugar del 11 al 22 de noviembre venidero estas reuniones de alto nivel para abordar la acción climática y, en particular consolidar lo acordado en la reunión anterior, Emiratos Árabes Unidos, donde se abundó específicamente en los sistemas de financiamiento para hacer frente a la situación climática.
Pero en nuestro mundo desigual, las diferencias e inequidades golpean también en lo referido a los efectos del cambio climático, que no se distribuyen de manera equitativa entre los países, sino agravan las desigualdades y, paradójicamente, afectan sobre todo a las naciones más pobres a pesar de ser estas las que menos perjudican al medio ambiente.
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Sucede que los niveles de vulnerabilidad difieren sustancialmente dependiendo de las condiciones de desarrollo de cada nación.
A la vez, y como serpiente que se muerde la cola, las causas de las crisis por el cambio climático, de la pérdida de biodiversidad y del bienestar humano se encuentran vinculadas, por lo cual enfrentar las mismas debería sustentarse en un accionar conjunto que involucre esos ámbitos.
Sustentado precisamente en esas razones, el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intervenir en la Cumbre de Acción Climática COP 28 recordaba que aun cuando los países en desarrollo han impulsado numerosas acciones climáticas, ha faltado solidaridad y no se han materializado los compromisos de los países desarrollados en correspondencia con sus capacidades y responsabilidades históricas.
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Ojalá esta alarmante lectura de los termómetros despierte las reservas y conciencias todavía dormidas porque ignorar la presente situación, al decir del propio Díaz-Canel en la reunión de Emiratos Árabes Unido, , “sería el error más costoso de la especie humana”.
Aunque Cuba contribuye con menos del 0.1% de las emisiones globales, ratifica el compromiso de implementar su contribución nacional y de avanzar en una Estrategia de Transición Energética para un modelo de desarrollo mucho más resiliente y bajo en carbono. Foto: tomada de PL