Brasil declara en “situación crítica” a uno de los principales afluentes de la Amazonía
La Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico de Brasil declaró en “situación crítica” el río Madeira, uno de los principales afluentes de la Amazonía brasileña, debido a la sequía que sufren varias regiones.
Esta medida, que estará vigente hasta el 30 de noviembre y podrá ser prorrogada, permitirá adoptar estrategias para prevenir y mitigar impactos.
El Madeira es un río importante para el transporte de pasajeros y carga, con un tramo navegable que se extiende desde Porto Velho, en el estado de Roraima, hasta Itacoatiara, en Amazonas.
Sobre las aguas del Madeira se construyeron las centrales hidroeléctricas de Jirau y Santo Antonio. La semana pasada, Santo Antonio suspendió su actividad debido al bajo caudal del río.
La sequía está relacionada con una combinación de dos factores que inhiben la formación de nubes y lluvias: El Niño (que es el calentamiento del Océano Pacífico) y la distribución del calor en el Océano Atlántico Norte.
Mientras que El Niño aumenta la temperatura de las aguas del Océano Pacífico Ecuatorial y altera los patrones de viento, humedad, temperatura y precipitaciones, particularmente en las regiones tropicales, el calentamiento del Atlántico norte tropical inhibe la formación de nubes, reduciendo el volumen de lluvia en el Amazonía.
Además, también la semana pasada, al menos 120 delfines y decenas de miles de peces aparecieron muertos flotando en el lago Tefé, en el interior de Amazonas.
La expectativa es que la situación empeore durante este mes de octubre, cuando se pronostica la caída abrupta del nivel de los ríos amazónicos, como en 2010. Los científicos ya vaticinan que podría ser la mayor sequía de la historia del pulmón del planeta.