Desde la casa de los abuelos, recordando al eterno líder
“Yo fui de los cubanos que luego de escuchar el conmovedor discurso en la despedida del duelo de las víctimas de los bombardeos a los aeropuertos, cuando el Comandante en Jefe dio la orden de presentarse en los batallones de milicia, me presenté en el mío y me subí en los camiones” . Así recordó notablemente emocionado Rafael Álvarez este capítulo de su historia. Él es uno de los beneficiados con los servicios que presta la casa de los abuelos Doctor Dionisio Rivero Montalvo de Caibarién.
Institución hasta donde llegaron los miembros de la Unión de Historiadores de Cuba en la Villa Blanca, acompañando a la Federación de Mujeres Cubanas para recordar el legado del Comandante en Jefe y su presencia en la localidad. Una actividad que se enmarca en las que se realizan en saludo al nuevo aniversario de la FMC y dentro de la Jornada de Homenaje a Fidel, que inició el pasado 13 de agosto y se extiende hasta el 25 de noviembre.
En el encuentro la federada Reina Yánez narró sus vivencias en las tres ocasiones en que le correspondió estar en lugares cerca del líder de la revolución. La combatiente de la Revolución Cubana, recordó sus impresiones al ver tan cerca al Comandante en Jefe, imágenes que asegura nunca olvidará.
Rodolfo Gutiérrez , es otro de los caibarienenses que permanece en la casa de los abuelos. Hoy recordó la visita del Comandante en Jefe a la Villa Blanca, a pocas horas de haber pasado por el territorio el huracán Kate, el cual provocó muchos daños en el fondo habitacional. Rodolfo Gutiérrez pudo escuchar las palabras de Fidel cuando dijo…” la Revolución no deja a nadie abandonado ” y lo cumplió con la construcción de los edificios para los damnificados en el reparto Vantroi y las casitas en La Picadora.
Rogelio León Hernández, asegura que su encuentro con el líder de la Revolución Cubana fue de casualidad. Aquel día lo habían llamado para que brindara su apoyo a los eléctricos de Camajuani y él se trasladaba en su moto con sidecar desde Vueltas donde trabajaba. Fue entonces en el entronque de Vueltas donde se dio cruce con unos autos donde viajaba el Comandante en Jefe, y se extrañó cuando la caravana detuvo la marcha y lo llamaron. El Comandante bajó de uno de los autos y se interesó por las adaptaciones que le había hecho a la moto con sidecar con el apoyo del taller de la empacadora Vega de Palma para poder trasladar la escalera y sus herramientas como liniero de la Empresa Eléctrica. Rogelio León Hernández, nunca ha olvidado que el Comandante le dijo ojalá a todo el que le asignen algo para trabajar inventen para ayudar. Estuvo presente Liliana Alarcón, dirigente de la organización femenina.
Imágenes: del autor.