SNB: El año de las L
Leñadores y Leones serán protagonistas desde este sábado de la final de la 62 Serie Nacional de Béisbol, en un enfrentamiento que se dio solo una vez en postemporadas.
En aquella ocasión, Las Tunas se impuso en siete juegos y con ese ímpetu se llevó la corona, la única de su historia, aunque en la última década son inquilinos habituales de los play offs.
En esta campaña salieron de su bestia negra, Matanzas, que les había cortado el paso en las tres últimas Series en diferentes instancias, y parecen listos para retomar el trono.
Su paso contundente en toda la fase clasificatoria y también en los play offs, donde solo perdieron en dos ocasiones, y ambas en extrainnings, los convierte en favoritos para alzar el trofeo, apoyados en esa ofensiva casi sin fisuras y un pitcheo que ha sido manejado a la perfección y se ha mostrado a la altura, tanto abridores como relevistas.
Mucho menos estable se mostró Industriales, lo mismo en la etapa regular que en la postemporada, pero siempre supo ganar el juego bueno. Aquí influyó la experiencia de varios de sus hombres, pero con Las Tunas este aspecto no valdrá de nada porque tienen tanta o más que ellos y están mucho más acostumbrados a este tipo de partidos.
Sus lanzadores abridores son un verdadero dolor de cabeza, y solamente Raymond Figueredo se comportó de manera estable. De hecho, le deben estar donde están, porque fue el puntal en semis contra el inspirado Santiago de Cuba.
Sin embargo, no debe ser quien escale la lomita este sábado porque lanzó el decisivo juego 7 y eso pone en una interesante disyuntiva al cuerpo técnico encabezado por Guillermo Carmona, porque debe seguir improvisando con serpentineros que habitualmente entraban a mitad de desafío como Silvano Hechavarría y Remberto Barreto.
Los dos ya abrieron previamente, pero sus desempeños fueron irregulares, así que serán una sorpresa cuando enfrenten a los tuneros. La otra carta es Marcos Ortega, que sí fue habitual en la rotación de los capitalinos, pero estuvo mal en sus más recientes aperturas. Creo que deberán volver a darle la bola en esta final, pero no debe ser en el primer choque.
Los Leones tampoco han impresionado al bate, con una tanda que baja bastante del sexto en adelante y que tampoco tiene de manera general la velocidad como para fabricar carreras cuando las cosas se tuercen.
Lo que sí han derrochado los Azules es entrega, y de eso van a necesitar bastante en esta final, porque el filo de las hachas ha sido intratable.
Muy positivo es que el Julio Antonio Mella vuelva a iluminarse, y seguro tendremos grandes concurrencias, precisamente allí donde los locales siguen sin perder en esta postemporada.
No descubro el agua tibia si digo que los Leñadores deben ganar a la postre, pero si los citadinos les rompen el invicto en casa las acciones deben llegar a un sexto o séptimo encuentro. ¿Qué más se podría pedir?
Alejandro Meneses irá en busca de la primera victoria tunera. Foto: Tomada del periódico 26