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Ómnibus arrendados: ¿Por la ruta adecuada?

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Es miércoles y no parece un día “atravesado” para una parte de los viajeros que acuden a la terminal intermunicipal Dagoberto Sanfield, en la capital de la provincia de Holguín.

El administrador del establecimiento, Arístides Aguilera Góngora, confirma que, entre las cuatro y las siete de la mañana, han salido las 17 rutas programadas para enlazar la ciudad de Holguín con las cabeceras municipales y otros asentamientos poblacionales.

Los viajes son cubiertos por ómnibus arrendados, cuyas operaciones, al decir del funcionario, han contribuido a mejorar el servicio de transportación de pasajeros.

A las nueve de la mañana del mismo miércoles, Daniel González Ajo, inspector de transporte, quien permanece por largas jornadas en la parada de Las Baleares, frente al estadio Mayor General Calixto García, aclara que la mayoría de los ómnibus que han pasado por allí en las dos últimas horas, llevan el rótulo de arrendado. “Esos carros son muy importantes, tanto en los horarios picos como en el resto del día”.

Lo respalda Maritza Duarte, una de esas personas que depende del transporte público. Para ella, las guaguas arrendadas han significado una reducción notable del tiempo de espera cada vez que sale a resolver problemas familiares. Le parece justo el precio de cinco pesos, establecido para cualquier tramo dentro de la ciudad.

Arrancada y primer tramo

La experiencia de arrendamiento tiene como base la Resolución 207, emitida por el Ministro del Transporte, en julio de 2021. Ella establece que las entidades que poseen transporte subutilizado o paralizado a largo plazo, pueden arrendarlos a personas naturales y jurídicas, siempre que se cumpla un proyecto social, explica Wilmer García Ramírez, director de la Empresa Provincial de Transporte.

“En un primer momento, entre el parque total nuestro, compuesto por 591 medios, identificamos 179 con los que se podía proceder según lo aprobado. La mayoría se encontraba paralizada por falta de neumáticos, baterías y agregados, debido a las dificultades financieras para adquirirlos”.

Al cerrar junio de este año, se habían arrendado en la provincia 124. De acuerdo con los registros en poder del directivo, hasta ese momento, los ómnibus que trabajan bajo esa modalidad, con más de 67 722 viajes realizados, lograron transportar 5 371 300 pasajeros.

Todos los que operan en el municipio de Holguín pertenecen a la unidad empresarial de base (UEB) Ómnibus Holguín, que posee más de 120 medios destinados, en lo fundamental, a transporte urbano e intermunicipal, y en menor medida, al servicio rural. Antes de aplicar la Resolución 207, solo funcionaban entre 40 y 50 carros. Hubo días que allí solo operaron con nueve o diez carros.

Hoy, diariamente, como promedio, trabajan 36 carros arrendados. Todas las personas que los explotan estuvieron conscientes de que debían apelar a su patrimonio para poner de alta los vehículos, lo cual implicaba, como ha seguido demostrando la realidad, recurrir a compras en divisas en el exterior o en frontera ante la falta de un mercado interno capaz de satisfacer sus necesidades.

Habilidad para evadir baches

Que se reconozca el papel de los ómnibus arrendados en el mejoramiento parcial de la transportación de personas en Holguín no quiere decir que han rodado sin caer en “baches”. Sobre todo, al inicio, algunos arrendatarios creyeron que harían lo que les vendría en gana, al considerarse, erróneamente, dueños de los vehículos.

“A dos se les anuló el contrato. Uno acumuló varias indisciplinas, entre ellas, incumplir un recorrido pactado y realizar un viaje a la playa. Otro no honró sus compromisos, y se pasó dos días fuera de la provincia sin previo aviso. Y eso que todos los vehículos poseen GPS a tiempo real o diferido”, detalla Wilmer García Ramírez.

 La violación del precio es una falta grave que lleva al inmediato fin de las relaciones con la empresa. Basta que se compruebe la acusación que se haga, precisa.

Emilio José Pupo Téllez era chofer de la UEB Holguín, y arrendó un ómnibus Diana en octubre del pasado año. Pactó cinco vueltas diarias en la ruta P1, Ciudad Jardín-Hospital Clínico Quirúrgico, con 19 km de ida y retorno, recorrido que le deja buenos dividendos por la cantidad de personas que transporta.

Sin embargo, se siente presionado por la dirección de la UEB. ¿Si cumple las vueltas acordadas, por qué pedir permiso para un viaje fuera de ruta? ¿Si un cliente quiere ir a la playa en compañía de su familia, sin otros pasajeros, por qué no puede aceptarlo y ajustar el precio que convenga a las dos partes?

Reconoce que algunos firmaron contratos sin pensar que son servidores públicos, lo que exige respeto a los pasajeros. Conoce de casos de respuestas groseras a pasajeros que han reclamado ante malos tratos por parte de choferes. También ha visto tras el timón de algunos ómnibus a personas en short y camiseta, violando las normas que establecen vestir correctamente.

Hace ocho meses que Roger Ramírez aparece como titular del ómnibus Diana, que diariamente viaja entre las ciudades de Mayarí y Holguín. El pasaje cuesta 50 pesos, lo que se considera asequible para la población, al compararlo con los precios de los carros ligeros y camiones de los porteadores privados.

“Salgo de Mayarí a las seis de la mañana y regreso a las 2:00 p.m. Pero, en las horas que permanezco en Holguín, me sumo a los trompos que hacen recorridos entre la terminal Sanfield y la Escuela Vocacional o la misma terminal y Ciudad Jardín. Las vueltas acordadas son diez, pero a veces se llega a 15. Todo eso beneficia al pueblo. Y, claro está, a mí”, cuenta.

También desea disponer de mayor autonomía una vez cumplidas las tareas diarias acordadas con la UEB. Además, a las largas esperas para habilitar, porque se sabe que hay dificultades con el arribo de combustible, se añaden las causadas por el papeleo a cargo de funcionarios que considera lentos en su proceder.

Puso una suma considerable en el restablecimiento técnico del carro, pero, como van las cosas, si bien el dinero que gana le da para vivir, a veces piensa que no será suficiente para amortizar la inversión en el periodo que fijó. Un neumático, vendido por cualquier mipyme, cuesta por estos días unos 80 000 pesos. Recuerda, que, a eso, entre otras cosas, hay que sumarle los gastos de combustible y los pagos a la Onat.

Mucho por avanzar

No habría sido mal negocio ingresar, mensualmente, por ómnibus unos 20 000 pesos –así fue al inicio– y dejar libres a los arrendatarios. A fin de cuentas, los vehículos no se usaban. Pero las autoridades de Transporte en la provincia razonaron que lo más importante es el cumplimiento del proyecto social bajo el cual se hicieron los contratos, que definen el trabajo en rutas, para aliviar la tensa situación que vive la población.

Se estima que en el municipio de Holguín se muevan diariamente más de 200 000 personas, en lo que concierne al servicio urbano. Pero, con los medios disponibles, se transportan entre 35 000 y 40 000 personas.

En un primer momento, los vehículos trabajaban de lunes a viernes, pero la vida demostró que era necesario su servicio los fines de semana. Entonces, se acordó con los arrendatarios que asumieran turnos alternos, o sea, una parte trabaja los sábados y otra los domingos, explica García Ramírez.

Confirma que hay voluntad, como se aprecia en este verano, para hacer una apertura, de manera tal que, al cumplir las vueltas acordadas, previa comunicación con la Dirección de la UEB, pueden desarrollar otras actividades, aunque se potencia que sean desde terminales hacia los municipios o playas.

Por la misma razón que se defiende un proyecto social, no se contempla a los arrendatarios como una simple fuente de ingresos para la Empresa de Transporte; de ahí que, tras las indicaciones del Primer Ministro, se aplican nuevas tarifas que tienen en cuenta diversos aspectos, entre ellos el estado técnico de cada medio y su valor al firmarse el contrato.

Ahora, por un ómnibus Diana se abona entre 12 000 y 15 000, mientras que por un semiómnibus (camión con furgón preparado para transportar personas), que opera en zonas rurales, donde los pasajeros por lo general no tienen altos ingresos, se abona entre 5 000 y 9 000 pesos.

Modelaciones realizadas sobre lo que puede devengar un chofer de un ómnibus arrendado, definieron que podían ganar, en un mes, entre 10 000 y 15 000 pesos. De acuerdo con sucesivos intercambios con los titulares reconocidos por los contratos, si bien estos no declaran abiertamente lo que ganan por día en una ruta normal, se calcula que pueden obtener entre los 3 000 y 5 000 pesos.

No se pasa por alto los gastos en los que incurren debido a roturas imprevistas, ponches y alimentación, a lo que se agrega que muchos, para manejar los vehículos o acondicionarlos antes de los viajes, tienen ayudantes, y eso les impone compartir el dinero obtenido.

“Los arrendatarios, de manera mayorista, pagan a 13, 99 pesos el litro de petróleo, igual que las entidades estatales. Debemos reconocer que no han podido comprar combustible libremente, porque no hay en las cantidades necesarias. Solo se ha garantizado el que respalda el proyecto social. Consideramos que es una de las causas por las que, en el poco tiempo que llevan trabajando, no han podido recuperar la cantidad de dinero que pudiera ir solventado la inversión”.

Como indican los datos, en Holguín el arrendamiento de ómnibus estatales transita por sendas definidas. Del control diario de las autoridades, en interacción con la población, depende que no existan nocivos desvíos.

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