Ni la vulgaridad ni la banalidad pueden caracterizar nuestra recreación
«La política cultural de la Revolución Cubana es una sola, para todos los sectores. No podemos permitir que, en algún lugar, estatal o no, se divulgue algo que atente contra eso, desde la música, la actuación, la creación en general. La vulgaridad y la banalidad no puede caracterizar ningún contenido que se le ofrezca al público», aseguró este miércoles el Primer Secretario del Comité Central del Partido Cominista de Cuba y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Sus reflexiones se escucharon en la sesión conjunta de las comisiones de Salud y Deporte y de la Atención a la Juventud, la Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde se analizaron los resultados de las acciones de comprobación a las actividades recreativas, concebidas por el proyecto de recreación y uso del tiempo libre para el período del verano.
En tal sentido, el Jefe de Estado subrayó que la pandemia de COVID-19 nos paralizó y nos ha dejado un eslabón de inercia en el ámbito recreativo. «Lo que hacíamos bien se quedó detenido y ahora parece que estamos despertando. Con todas las limitaciones que nos impone el bloqueo y las afectaciones económicas, creamos vacunas propias, así que podemos lograr que las opciones recreativas tengan calidad».
La recreación debe ser sana, enaltecedora y emancipadora, precisó Díaz-Canel y añadió que esta «debe estar contemplada en la estrategia de desarrollo local de todos los territorios y lo más importante es que todo lo que se haga sea con calidad, que tribute al desarrollo y enriquecimiento intelectual, espiritual y sano de la población», subrayó.
Precisó que la historia, la apreciación del arte, el hábito de la lectura son elementos que se trabajan en la escuela y se pueden consolidar luego en espacios de esparcimiento. A nivel conceptual, los procesos que deben tributar al buen gusto, a la educación, al pensamiento crítico deben colocarse en el centro de todas las estrategias que necesitamos, aseveró.
«La recreación personal podemos gestionarla nosotros mismos, sin necesidad de que una institución del Estado nos la oriente. Aquella que podemos concebir en el seno de las familias no es inducida ni organizada por ninguna entidad. A nivel comunitario, cada cual puede contribuir desde su participación activa.
«Que cada cual participe, y eso es una garantía de un programa intenso y variado de recreación. Realicemos un estudio de los gustos, las motivaciones y las aspiraciones de la población en todos los territorios, y si algunas son difíciles para nosotros, entonces debemos asumir el proceso de otra manera. Concebir públicos para las opciones recreativas que nosotros les ofrezcamos es el resultado de un trabajo inteligente», agregó.
La creatividad, como parte de la integralidad, tiene que abrirse paso ante las quejas y las dificultades, dijo Díaz-Canel. «En muchos lugares existen, pese a todos los obstáculos, diversas ofertas y eso demuestra que la actitud de los decisores de los procesos incide. La manera en la que buscamos las soluciones determina el resultado positivo que deseamos obtener».
El Presidente cubano ponderó la existencia de la red de instituciones que encontramos en todos los territorios, tales como las escuelas, los Joven Club de Computación y Electrónica, las áreas deportivas, los centros culturales, las salas de video, las bibliotecas comunitarias… «El aprovechamiento de los espacios y de las personas que tenemos en todos los territorios con buenas ideas y espíritu creativo es la clave para tener en los barrios y en las comunidades una pluralidad de opciones», enfatizó.
Para potenciar la integralidad en la mirada a la recreación deben valorarse las necesidades de niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores, significó, y manejar los recursos de los cuales disponemos para concebir nuestras propias opciones. Por otra parte, insistió, debe ser más riguroso el control popular. «Donde existe un alto precio o una baja calidad en los servicios, es porque hay poco o nulo control popular. Eso debemos potenciarlo».
Asunto de todos
en las comunidades
Al presentar el informe de trabajo, el diputado Danhiz Díaz Pereira, vicepresidente de la comisión de la Atención a la Juventud, la Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer, aseguró que tras el intercambio en comunidades de 24 municipios de seis provincias, se pudo constatar que los proyectos de recreación son ricos y diversos, pero no tienen promoción suficiente en las diferentes plataformas para que lleguen a la mayor cantidad de personas.
Agregó que se conciben opciones que requieren articulación de diferentes organismos, para lograr solidez y coherencia para su concreción. Por ello, es necesario aprovechar las potencialidades de los territorios en cuanto al uso de los espacios físicos y naturales. «Urge entonces una estrategia más efectiva en el ámbito de la ruralidad».
Añadió que la población demanda revisar los altos precios de los pocos centros de recreación de algunos territorios. En muchos sitios, el servicio es privado y con precios inalcanzables para muchas familias. En las instalaciones visitadas se comprobó insuficiente fuerza técnica, falta de insumos deportivos y musicales.
En la jornada de trabajo —a la que asistieron también el vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella y la primera secretaria de la UJC, Aylín Álvarez García—, se compartieron recomendaciones, tales como discutir los precios en los centros recreativos diseñados desde el Gobierno para lograr concertarlos y diferenciarlos, según los lugares y los grupos de clientes que reciben esos servicios.
Además, se destacó la urgencia de trabajar en los métodos de publicitar la programación diseñada desde los municipios, tener en cuenta los factores de la comunidad utilizando los medios de difusión masiva y las redes sociales de cada lugar. Se propuso que se diseñen actividades que llamen la atención de niñas, niños y adolescentes; promover servicios recreativos para los diferentes gustos.
La diputada Arelys Santana Bello, presidenta de la comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer, ponderó el debate en torno a este tema, recurrente en el análisis de las comisiones, aunque es la primera vez que se analiza un proyecto de esta magnitud.
Por su parte, el diputado por el municipio de Santa Clara Asiel Aguada Barceló, se refirió a las carencias que tienen las comunidades de difícil acceso, a las cuales hay que llevarles experiencias y proyectos de impacto, para que la población de esas zonas se sienta atendida y protagonista de determinadas acciones. Además, insistió en que las tareas sociales deben ser asignadas desde el consejo popular y convertir los sueños compartidos en reuniones en realidades tangibles.
Ania Yelina Fernández, diputada de Granma, insistió en la urgencia de crear oportunidades de recreación y uso del tiempo libre en las zonas rurales. Comentó que, nacida en una localidad del Plan Turquino, conoce las limitaciones de esas zonas, en las que los índices de embarazo en la adolescencia son elevados, por solo citar un ejemplo, y habló del impacto que tiene que los adolescentes y jóvenes no encuentren ofertas atractivas para su disfrute.
En tal sentido, Yoenia Barban, diputada por Las Tunas, hizo énfasis en la necesidad de retomar los palacios de pioneros, incluso más allá de sus muros, para que lleguen a las comunidades y barrios sus propuestas y sean concebidas rutas guiadas con sentido histórico y cultural, en las que se puedan involucrar a las familias. Mientras, Aníbal Ramos, diputado por el municipio de Media Luna, en Granma, precisó que el rol de las universidades es vital para concebir soluciones desde el conocimiento acumulado que poseen sus miembros y estudiantes.
Y Liliam Mendoza Estada, diputada por Calimete, Matanzas, insistió en que, en estos momentos en los que Cuba es víctima de campañas de descrédito de nuestras instituciones, es cuando más hay que potenciar el sistema de trabajo integrado en las comunidades. «La recreación no es un asunto solamente de las organizaciones políticas y de masas, es también de los Gobiernos de las localidades y de todas las instancias. Las buenas prácticas no pueden quedarse en teoría, sino que hay que desarrollar variantes diversas de aplicación de los proyectos».