Infancia (+Audio)
Debe ser esencia cuidar el futuro, cuidar las infancias, porque, en definitiva, los niños estás hechos de sueños
Los niños están hechos de sueños. Así que todo les cabe en el pecho. Alborotan, se enfadan, corretean, dormitan, inventan sus propias palabras cuando no les acomodan las nuestras. Después crecen, y van tomando el molde rígido de la vida. Pero antes, en esos años felices, los niños están hechos de sueños.
Los niños también lloran. Cuando se enferman, cuando piensan en cosas tristes, cuando les falta un abrazo. Pero ríen más alto si los inunda la felicidad. Y juegan con las hojas, se revuelcan, se ensucian, crecen rápido, y quieren despacio. Ellos, que están hechos de sueños, conocen el secreto de la sencillez.
Lo dicen los médicos: los corazones de los niños laten más a prisa. Después el peso de la vida desacompasa y endurece. Pero en esos latidos inquietos, puede tomársele el pulso a la existencia.
Se mueve el mundo ante cada nacimiento. Ríe un país si ríen sus niños. Si crecen sin miedos, si preguntan, si los aman. Debe ser esencia cuidar el futuro, cuidar las infancias, porque, en definitiva, los niños estás hechos de sueños.
Imagen: Archivo CMHS.