Cartelística del cine cubano: Patrimonio Documental de la Humanidad
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció a la colección de carteles del cine cubano: 1960-1980 en el Programa Memoria del Mundo
Un largo camino tuvo que transitar la colección de carteles del cine cubano (1960-1980) para formar parte del Programa Memoria del Mundo de la Unesco. El 12 de julio de 2017 la Comisión Cubana de la Unesco los inscribió en el Registro Nacional. En octubre del 2017, en Curazao, se hizo la certificación en el Registro de América Latina y el Caribe. En 2018 fueron reconocidos además como Patrimonio Cultural de la nación cubana.
Finalmente, el 18 de mayo de este año 2023 se dio a conocer en el Consejo Ejecutivo de la Unesco que los carteles cinematográficos cubanos habían sido inscriptos en el Programa Memoria del Mundo de esa organización. Así lo confirmó la señora Anne Lemaistre, directora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe.
En su opinión, este es un programa muy importante porque aboga por la preservación del Patrimonio Documental del mundo y constituye la memoria colectiva de la humanidad. Se diferencia del Patrimonio Construido y del Inmaterial. Es una categoría nueva, más original, de más reciente creación, en 1992.
Expresó que hasta la fecha han resultado inscritas obras del cine pero también de otros campos como por ejemplo, los documentos relacionados con los archivos sobre el genocidio de Camboya, un país del sudeste asiático, o las Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana.
Cuba ya contaba con documentos en el Programa Memoria del Mundo: los negativos del Noticiero ICAIC Latinoamericano, el Fondo José Martí y los manuscritos originales sobre la vida y obra de Ernesto Guevara de la Serna.
La directora de la Oficina Regional de la Unesco explicó que desde el año 2017 no se realizaban registros en este programa porque decidieron tomarse un tiempo para poder analizar bien qué obras merecían ostentar esa condición.
“Nos alegramos porque realmente lo que hemos visto en América Latina, de manera general, es que durante este tiempo se hizo un trabajo muy profundo y muy serio. En el caso de Cuba existe un Comité de la Memoria del Mundo. Se propone, no solamente a nivel nacional sino también al Registro regional que no está presente en todas las regiones del mundo”.
La señora Lemaistre ponderó el talento inmenso de los diseñadores cubanos quienes, con pocos medios y valiéndose de la técnica serigráfica, tuvieron la capacidad de encapsular la esencia de una película tanto nacional como extranjera.
Mencionó la creación extraordinaria, la creatividad de los carteles del cine cubano, la belleza, la eficacia comunicativa y el impacto de esos documentos que contribuyeron a la educación visual de la población, en los primeros años luego del triunfo de la Revolución.
“Creo que es una obra muy completa y es una de las imágenes que tenemos de Cuba cuando llegamos a la Isla. Estos carteles de cine pueden inspirar a las nuevas generaciones de diseñadores”.
Acotó que el registro en el Programa Memoria del Mundo contribuirá a visibilizar esta colección a nivel internacional y llamó la atención sobre la necesidad de preservarla, de manera responsable, por parte de las autoridades cubanas.
“En la medida que sea posible podemos apoyar con una campaña internacional si no hay medios para hacerlo”, concluyó la funcionaria de la Unesco.