Realizan conversatorio sobre la prensa de Caibarién en la Casa de las tradiciones (+Audio)

La prensa en Caibarién cuenta con una rica tradición que se mantiene hasta nuestros dias.

Escuche los detalles en el siguiente reporte radial:

Prensa escrita en Caibarién. Tomado de Ecured.

La población de Caibarién, en Villa Clara, autorizada a fundarse el 26 de octubre de 1832, no contó con prensa escrita hasta la puesta en vigor de la primera imprenta, traída de Remedios, donde esa actividad se inició en 1852, con la aparición de “El Boletín”.

Antecedentes

En Caibarién el maestro público Don Emilio Ayala y Ruiz fue quien dirigió el primer órgano de prensa que con el título de “El Porvenir” hizo su aparición el 17 de julio de 1878. Este se tiró en la imprenta que para el efecto fue traída de Remedios por Don Rosendo Pérez y González, quien solicitó y obtuvo autorización para publicarlo. Salía los jueves y domingos, constaba de dos hojas de tres columnas y recibía colaboraciones: de Remedios, Santa Clara, Cienfuegos, La Habana y Cárdenas.

Por el año 1947 Caibarién contaba con una asombrosa profusión de publicaciones locales que salían en varias imprentas, algunas muy antiguas pues los tipógrafos nunca emplearon para los diarios de aquí otro procedimiento que no fuera el de parar letra a letra el cajetín, escogiéndolas del chibalete y los adelantos que fueron entrando, solo eran usados en la impresión de modelos, pero nunca en los textos. Sin embargo una estadística sitúa a Caibarién como el municipio con mayor cantidad de publicaciones periódicas en la isla en el año 1943, claro está que en ellas predominaban las propagandas políticas y los anuncios comerciales, lo que hace notables a los periódicos con intereses más nobles y elevados como el de enaltecer el espíritu colectivo de los pueblos, aquilatando sus valores, junto a las personalidades que con más ardor los han enarbolado.

En general la prensa de Caibarién tuvo en toda época la inquietud de reflejar en sus páginas el pensamiento de figuras de los alrededores, léase Remedios, Camajuaní, Yaguajay, Santa Clara, etc. ofrecer un noticiario que permitiera al lector situarse en su momento, conociendo lo más relevante del país y del mundo como lo hace cualquier vehículo de divulgación eficaz. La prensa es además un testimonio gráfico que adquiere con los años una importancia capital para la reconstrucción histórica.

En Caibarién la historiografía se inició con “El Libro de Oro de Caibarién” de Alberto Ayala, publicado en 1918 y siguió en orden los “Apuntes Históricos de Caibarién” de José Andrés Martínez Fortún y Foyo que llevan el recuento hasta 1938. Obras de actualización en ese campo no se efectuaron más hasta la Revolución y la labor de las Comisiones de Historia. Sin embargo, la prensa plana viene a desempeñar aquí un importante papel, por momentos insustituible, unas veces porque algunos periódicos dedican una sección a las remembranza histórica y siempre porque los sucesos noticiados, incluso en la crónica social, dan pie al establecimiento de criterios seguros sobre fechas y protagonismos.

La revista “Villa Blanca”, según el Dr. Martínez Fortún, quien fue uno de sus colaboradores, ocupaba en su tiempo (1949 – 1957), el primer lugar entre las que entonces salían, pese a lo humilde de su factura.

Qué se publicaba?

En sus páginas publicaron figuras de relieve para nuestra cultura como: Antonio Escobar Laredo y Francisco Javier Balmaceda. El día antes de cada publicación, era rigor entregar un ejemplar al Capitán Pedáneo de la Villa para que ejerciera su censura.

Otros órganos de prensa

A partir de “El Porvenir”, el surgimiento de otros órganos de prensa fueron creciendo, algunos de vida efímera, otros de más feliz duración. Merecen citarse “El Recreo de Artesanos”, que salió a la luz como órgano de la Sociedad homónima y que contó con el apoyo de Hipólito Escobar.

“El Faro” fue otro bisemanario (1883 – 1887), que impulsó la inmigración canaria y defendió las ideas liberales.

“El Orden”, por su parte, propugnaba el partido de los conservadores integristas. Fue un bisemanario político, dirigido por el militar español Antonio Otero y Novo y era su jefe de redacción el licenciado Alfredo González Fuentes, abogado caibarienense que llegó a figurar como Delegado a Cortes. «El Orden» nació el 20 de mayo de 1888 y tenía mejor calidad de impresión. En 1890 se hizo diario. Fue una publicación de los elementos más reaccionarios y españolizantes, en pugna con “El Criterio Popular” que sacaban los autonomistas de Remedios. Por su presentación fue el mejor de los periódicos coloniales en Caibarién.

Otros medios que vieron la luz fueron “El Día”, de Bernardo Escobar Laredo y “La Unión Española”, de Joaquín de la Peña.

Ya en la seudo república fueron notables “La Verdad”, dirigido por J. J. Fuentes, “Ecos”, revista ilustrada de Bernardo. G. Santamarina y “El Deber”, de Eduardo Mayea y luego de Juan Sánchez Baldrich, “El Comercio”, de Bernardo. G. Santamarina, “Entre Columnas” de Antonio Arias, “El Imparcial” de Juan. J. Coya y José García Díaz, “La Opinión” de Vicente Treto, que duró hasta los primeros años de la Revolución y esfuerzos notables de engrandecimiento cultural en el aspecto literario como el de: “Rumbos Nuevos” y el de “Archipiélago’. El primero, órgano de la Sociedad Juventud Indoamericanista, salió el 1 de diciembre de 1935 y su director fue Ramón Arenas Hernández, poeta, actor, periodista y gran promotor de la cultura, fundador en La Habana de la Casa de los Poetas, a cuyas tertulias concurrieron altos valores nacionales de la literatura.(1) Esta publicación en una segunda etapa estuvo dirigida por Quirino. H. Hernández y Armando Reyes de la Vega y apareció mensualmente hasta 1939.

Archipiélago, mensuario artístico-literario que se editó en Caibarién de 1943-1947.

“Archipiélago”, por su parte fue una publicación de alcance continental. Su lema era “Una Voz de Tierra Adentro Para el Continente”. Apareció en marzo de 1943 y tenía una tirada mensual. La dirigía Quirino Hernández y en su consejo de redacción estaba también Ramón Arenas, cuyo seudónimo era Ramiro de Armas, Armando Rosado (Machina), incansable promotor cultural y Antonio Hernández Pérez, poeta laureado,(2) junto a otros más y con la dirección artística de Clotildo Rodríguez Mesa, pintor y rotulista.

Este periódico dejó de salir en febrero de 1947 y su relevancia estriba en el puente que estableció sobre toda Hispanoamérica, tanto por las colaboraciones que recibía como por su distribución. Todo este andamiaje lo heredó de la revista “Cúspide”, que se publicaba con iguales características en Melena del Sur, subvencionada por un mecenas de posición acomodada. En esa revista de la provincia de La Habana, trabajó intensamente Ramón Arenas y a su cierre, previendo la utilidad de la red de difusión cultural que quedaba activada la aprovechó, fundando en Caibarién, su pueblo natal, la Revista “Archipiélago”.

Imagen: tomada de Ecured.