Abril de victorias

Por estos días y desde aquel abril de victorias, las esencias de la primera gran derrota del imperialismo en América, se multiplican en la respuesta de un país, en las cubanas y cubanos dignos que respaldaron en las urnas la brújula de una nación que sigue pariendo esperanzas, sueños, una tierra firme cual David frente a Goliat. 

Es ese sentimiento patrio que revienta en las venas, el mayor monumento a quienes ofrendaron su sangre, el sudor y hasta el último aliento en las arenas de Girón. 

Otra vez, la imagen del Comandante en Jefe Fidel Castro, saltando de un tanque de guerra, estremece; el disparo certero del Gigante para hundir el buque enemigo, es ahora el compromiso de la juventud, los muchachos y muchachas que iluminaron con las ideas del Apóstol la más reciente Marcha de las Antorchas en toda la nación. 

Hoy el Girón de los Pinos Nuevos está en el surco, en las fábricas, en las aulas, o al frente de investigaciones de alto rigor científico como las vacunas contra la COVID-19, otra batalla ganada por una pequeña Isla del Caribe a quien pretenden bloquearle el horizonte.

Mas, otra vez, Nemesia, la flor carbonera de la Ciénaga, es la viva estampa de la hidalguía de un pueblo libre y soberano. 

Las flores de estos días de abril, huelen a valor, a pólvora miliciana, es la épica de un ideal de justicia que nos ha traído hasta aquí, para como en aquellos días de Girón, de luces se llene el cielo de esta tierra insurrecta y celebrar la victoria.