Deporte mundial 2022: Messi, Kimberly, Popovici, Alcaraz…
Muchas fueron las estrellas que brillaron con luz propia en el deporte mundial durante este 2022, y aunque la mayoría de ellos son jóvenes, uno encandiló particularmente pese acercarse a los 40 años de edad: el futbolista argentino Lionel Messi.
Cuando muchos lo daban por muerto tras abandonar el club español Barcelona y firmar una temporada mediocre en el PSG francés, el genio de Rosario recargó las pilas con un objetivo claro: ganar el Mundial de Qatar para rematar su leyenda y poder acompañar a Diego Armando Maradona en el Olimpo argentino.
Tal cuento de hadas, el múltiple ganador del Balón de Oro se echó el equipo al hombro y brilló como en sus mejores momentos, para alcanzar finalmente el único título que le faltaba, luego de ser campeón olímpico, mundial juvenil, de Ligas, de Champions, de Copas, de Supercopas y de Mundiales de clubes.
Sin embargo, no fue el 2022 un año para consagrados, a no ser que te llames Rafael Nadal. El tenista español sumó a su abultado palmarés los Grand Slams de Australia y Roland Garros, este último más que habitual en sus vitrinas, y terminó la temporada en el número dos del listado universal, solamente por detrás de su compatriota Carlos Alcaraz.
Rafael Nadal
El chico nacido en Murcia hace 19 años fue la gran revelación de la campaña, con el Abierto de Estados Unidos como punto culminante, pero muy buenas actuaciones a lo largo de los 12 meses. Se espera que domine el escenario tenístico mundial en los próximos años, con permiso de Nadal y el serbio Novak Djokovic, que este año se vio muy afectado por su renuencia a vacunarse contra la Covid-19, y eso le hizo perderse varias citas importantes.
Mucho menos mediática, la marchista peruana Kimberly García fue quizás el descubrimiento de la temporada, tras coronarse en las pruebas de 20 y 35 kilómetros durante el Campeonato Mundial de atletismo celebrado en Eugene, Estados Unidos. La primera bicampeona latinoamericana en la historia de estas lides tenía como hitos en su carrera la plata en los Panamericanos de 2019 y un bronce por equipos a nivel mundial, pero en julio pasado irrumpió en el firmamento.
Kimberly García
Allí se encontraba, y lo ratificó un año más, la triplista venezolana Yulimar Rojas, quien estableció récord mundial de 15,74 metros en el Mundial bajo techo y luego triunfó también al aire libre. Lo mismo vale para el pertiguista sueco Armand Duplantis, quien se impuso en ambos certámenes, y en los dos casos con nuevos registros planetarios (6,20 metros en pista cubierta y 6,21 al aire libre).
La otra gran estrella de la temporada fue el nadador rumano de 18 años David Popovici, que destrozó el récord mundial de 100 metros estilo libre del brasileño César Cielo, una marca que se mantuvo durante 13 años intacta, toda una eternidad si de natación moderna se trata.
Popovici dejó atrás los 46.91 segundos marcados por Cielo en los Campeonatos del Mundo de 2009 antes de cumplir los 18, en el pasado mes de agosto, cuando cubrió la distancia en 46 segundos y 86 centésimas. Curiosamente, lo hizo en la misma alberca donde lo había conseguido el suramericano, la del Parco Del Foro Itálico de Roma, durante la final masculina del 100 libre correspondiente al Campeonato de Europa.
Además, ni siquiera iba en cabeza a mitad de la carrera, pero cerró con unos brillantes 24.12 en los últimos 50 metros, y acabó ganando por una ventaja de 0.61 segundos, lo cual indica claramente que si mejora su arrancada puede conseguir un registro de espanto.
Su récord lo fue también en la categoría junior, hazaña muy rara entre los nadadores, y que consiguieron solamente leyendas como el estadounidense Michael Phelps y el australiano Ian Thorpe.
Luego el tritón de 1,90 metros de estatura obtuvo los títulos del mundo en 100 y 200 libre en Budapest. Sin dudas, todavía no conocemos su techo.
Menciones para otros con actuaciones destacadas como el futbolista Karim Benzema, la tenista Iwa Swiatek, el ciclista Remco Evenepoel, el baloncestista Stephen Curry, el lanzador Justin Verlander y un largo etcétera, pero no tendríamos fin.