¡Cuidado!, viene la gripe
Aunque puede aparecer en cualquier momento, cada año, por estas fechas es cuando más nos llegan esas afecciones respiratorias que tanto nos molestan. Tienen sus diferencias, pero, gripe, catarro, influenza, resfriado, como quieras decirle, en dependencia de su carga viral y de nuestra respuesta, nos puede dejar en cama varios días.
La buena noticia siempre es que la mayoría de los acatarrados se recuperan sin mucha dificultad después de tres o cuatro días. Sin embargo, no es una bobería. Hay que tener en cuenta que una gripe puede ser la ventana para problemas de salud graves como neumonía, bronquitis, o también puede hacer que empeore una enfermedad que ya existe.
Se trata de virus de incidencia estacional y los síntomas son específicos, pero pueden variar de persona a persona, los más comunes son fiebre, escalofríos, molestias en la garganta, y cefalea, acompañados de dolores musculares, fatiga, y lo más fastidioso puede ser la tos y la congestión nasal.
Esa combinación que se avecina de cambios de temperatura por aire frío, y humedad, favorece la proliferación de virus en el ambiente que pueden alojarse en nuestros cuerpos con las defensas bajas y armar un pequeño caos que puede complicarse, sobre todo para determinados grupos etarios como niños pequeños o personas mayores, y también para embarazadas o sectores de individuos con padecimientos crónicos como asma, y enfermedades cardíacas, renales, hepáticas, entre muchas más que debilitan nuestro sistema.
Una vez llegado el invierno es casi inevitable la aparición de los padecimientos respiratorios. ¿Por qué en esta época? Facilito. En los meses de frío permanecemos más tiempo en espacios cerrados, donde compartimos aire y microbios con los demás. También, los expertos han demostrado que la temperatura es factor esencial para la reproducción de virus, y que, además, el cuerpo humano pierde eficacia para combatir lo externo por el debilitamiento de nuestra protección natural contra las infecciones.
Pensemos en la Covid-19, la época en que surgió y cómo se expandió de forma acelerada. Recordemos también cómo los expertos del mundo entero tuvieron que de manera maratónica estudiar una enfermedad tan joven y en tiempo récord buscar soluciones.
Asimismo, debido a que la gripe es una enfermedad muy contagiosa y puede afectar a gran cantidad de personas en corto tiempo, la comunidad científica le dedica atención y crea vacunas constantemente, que, si bien no han sido definitivas, mejora nuestra respuesta ante la enfermedad. El asunto es que existen muchos virus y cambian rápido, por ello cada año deben hacer un nuevo fármaco porque la inmunidad dura poco.
Por estos días es noticia el trabajo de investigadores en una candidata a vacuna universal con la misma tecnología ARN mensajero usada con las producida por Pfizer/BioNTech y Moderna contra el coronavirus SARS-CoV-2. Hasta ahora los ensayos realizados, en animales, por un equipo de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, muestran altos niveles de protección contra varios subtipos de virus a la vez.
La explicación de experto es muy complicada. Lo importante es que ante el problema de no saber qué variante circulará y, por su capacidad tan cambiante, el éxito de esta posible inmunización es que en un mismo fármaco consiguieron una formulación múltiple que fue probada, primero, por separado para asegurarse de su eficacia.
Los resultados del estudio son preliminares, pero muy alentadores y fueron publicados recientemente en la revista Science. En resumen, probablemente suceda como con la Covid-19, que se consiga protección contra la versión más dura del virus de la gripe: con potencial pandémico. Sin embargo, hasta ahora se trata solo de un ensayo preclínico, experimental, y para estar seguros habría que probarlo en voluntarios.
Hasta entonces, con la experiencia de la Covid-19, ante una persona constipada o el mínimo indicio de contagio, lo mejor es usar mascarilla de protección para frenar la cadena, y aumentar la distancia social. Comprobamos que funciona. Podemos ayudarnos de mejunjes, medicamentos para aliviar los síntomas, y vacunas para prevenir o mitigar, pero será el cuerpo humano el encargado de deshacerse del virus con la producción de anticuerpos específicos.