¿Qué espera Estados Unidos para levantar el bloqueo?
Estar bloqueados sigue siendo el precio que pagamos quienes nos declaramos libres y soberanos
Estar bloqueados sigue siendo el precio que pagamos quienes nos declaramos libres y soberanos, condición conquistada durante años de lucha contra el colonialismo español, primero, y el neocolonialismo estadounidense, después.
El bloqueo provoca que haya niños cubanos que padezcan la falta de algún medicamento, el implante de un órgano, o el uso de un reactivo, por la ridícula razón de tener apenas un 10 % de componentes estadounidenses.
Cuán criminal son las medidas, establecidas sobre falsos argumentos, para que Cuba no adquiera alimentos, o los tenga que buscar en mercados lejanos, o simplemente prescindir de ellos porque los bancos en los cuales debemos pagar esos alimentos no aceptan transacciones financieras cubanas.
Bloqueo es lo que sucede hoy, cuando nuestro país ha tenido que suspender el uso de la moneda estadounidense porque no se nos permite adquirir con ella ningún recurso necesario, sea cual sea.
¿Por qué, durante los años terribles de la pandemia de la COVID-19, el Gobierno de la potencia vecina no tuvo siquiera el gesto humano de levantar algunas medidas que solo necesitan, para ello, de una firma del presidente Joe Biden?
Qué le falta a ese sistema, basado en el odio y las medidas de castigo contra los seres humanos, que sistemáticamente recibe los reclamos de la casi totalidad de la comunidad mundial, incluyendo la estadounidense, para, de una vez y por todas, abolir ese crimen contra una nación vecina, noble, solidaria, respetuosa, que nunca lo ha atacado ni lo atacará.
¿Cuánto falta para que el presidente Biden se honre a sí mismo, a su pueblo y a todos los del mundo, y levante lo que clasifica como genocidio en las leyes y los convenios internacionales?