Molécula JM-20: una esperanza cubana contra enfermedades neurodegenerativas
JM-20, al ser una molécula híbrida, es capaz de actuar sobre diferentes blancos terapéuticos relacionados con la neuroprotección
Los tratamientos o proyectos de tratamientos contra enfermedades neurodegenerativas como las demencias (incluyen enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Pick o demencia frontotemporal, demencia con cuerpos de Lewy, enfermedad de Parkinson, demencia vascular, entre otras) no abundan en el mundo, y Cuba forma parte de esa lista de países que cuentan, al menos, con moléculas innovadoras dirigidas a tratar estas dolencias.
Una de ellas es la molécula JM-20, desarrollada desde hace aproximadamente diez años por el Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (Cidem), entidad perteneciente al grupo empresarial BioCubaFarma, de conjunto con la Facultad de Química de la Universidad de La Habana (UH).
La idea inicial de este medicamento, totalmente novedoso, fue dirigirlo a la isquemia cerebral, según señaló el doctor en Ciencias Alejandro Saúl Padrón Yaquis, director general del Cidem, quien recordó que esta entidad y la Facultad de Química de la UH comenzaron el proyecto, buscando estructuras híbridas, en este caso, la fusión de una benzodiacepina y una dihidropiridina, que son los dos tipos de medicamentos con propiedades neuroprotectoras.
Empezado el proyecto –continuó– se conformó una serie de alrededor de 20 moléculas parecidas, a las que se les realizaron los estudios para comprobar cuál tenía algún efecto que incidiera en los modelos de isquemia; y de ahí se seleccionó una: la JM-20.
Se comenzó a estudiar el producto para la isquemia, con los correspondientes estudios preclínicos, y «nos dimos cuenta de que no empeoraba la memoria, sino, todo lo contrario, que la mejoraba. Entonces ahí nos giramos para estudiar otras enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson», detalló.
«El porqué, si lo teníamos avanzado para la isquemia, nos giramos para otras enfermedades neurológicas, está en que durante la realización de los estudios preclínicos de isquemia cerebral descubrimos que el JM-20 interfería con mecanismos de daño neuronal, que también están presentes en otras enfermedades del sistema nervioso central, incluyendo diferentes tipos de demencia y la enfermedad de Parkinson».
No obstante, contextualizó el directivo, en el mundo este tipo de enfermedades no tiene casi medicamentos, porque los proyectos se enfocan en un solo mecanismo de los que intervienen en la degeneración del sistema nervioso central, cuando en padecimientos como la isquemia, el Alzheimer o el Parkinson existen múltiples mecanismos.
JM-20, al ser una molécula híbrida, es capaz de actuar sobre diferentes blancos terapéuticos relacionados con la neuroprotección. Gran parte de estos hallazgos han sido publicados en diferentes revistas internacionales y han permitido la obtención de patentes en varios países.
EN EL AÑO 2023 JM-20 INICIARÁ LOS ENSAYOS CLÍNICOS
Una vez que los ensayos preclínicos en modelos de animales, así como los estudios toxicológicos y farmacéuticos están a punto de culminar, con resultados satisfactorios, se prevé comenzar, a inicios de 2023, los ensayos clínicos para probar los efectos de la JM-20 en humanos.
De acuerdo con el Director General del Cidem, los estudios preclínicos se han realizado en roedores y en los próximos meses se completarán los ensayos en una segunda especie, que en este caso será el pez cebra, una vez que ya cuentan con un Laboratorio para estos animales en la propia sede de la entidad, inaugurado recientemente.
Teniendo en cuenta estos avances, explicó el doctor Padrón Yaquis, para 2023 se iniciará un ensayo clínico fase i, con voluntarios sanos, que tendrá como objetivo demostrar la seguridad del producto y hacer un escalado de dosis. Además, estará dirigido a estudiar los efectos de la molécula en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y de Parkinson.
En general, destacó, los estudios preclínicos han confirmado buenos resultados que avalan el paso al ensayo clínico con la molécula que, además, cuenta con estudios toxicológicos favorables, sin efectos adversos tóxicos en los animales.
Las investigaciones tienen otro respaldo valioso: se ha estudiado la molécula no solo en Cuba, sino en otras universidades y laboratorios de prestigio, en países como Alemania, Rusia y Brasil, que han avalado los resultados.