Cuba nos tiene (+ Video)
Cuba sabe los tiempos que vive, y contra todo pronóstico, permanece viva. Quien lo ponga en duda, que se asome este domingo a sus calles. Muchas razones avalan que no es este 1ro. de Mayo uno más de los tantos en que una franja de pueblo ha puesto color a sus plazas.
Hay un amor indefinible, porque incluso teniendo a mano todas las palabras del idioma, resulta difícil describirlo. ¿Cómo traducir la emoción de ver en viejas fotos el entorno en que hemos sido?, ¿cómo hacerlo frente al recuerdo de una canción con la que se nos estrujó el pecho o nos hizo dichosos? ¿Cómo nombrar la alegría de integrar un grupo?, ¿de crecer y de hallar en el camino de la vida a otros hermanos?, ¿la de escuchar una voz que impacta nuestro juicio?, ¿la de sentir que formas parte de una escuela, de un proyecto o de un barrio?
Cuesta ceñir en palabras la Patria. Su dimensión escapa a los ajustes. No hay nobleza en quien la mancilla; no abandona, aunque no estés en ella.
En esta hora, mucho se piensa Cuba. Quienes ven en ella un negocio, impúdicamente le tuercen las verdades, y desesperados ante la resiliencia de su pueblo, procuran sacarla de paso, y del paso común por donde marcha el mundo. Un lodo que no le ensucia los principios, le lanzan quienes saben de su condición de faro para los pueblos sufridos. La última vileza imperial procura excluirla de los preparativos de la Cumbre de las Américas, porque su audaz ejemplo no conviene.
Tiene amigos que gana por días. Hombres y mujeres dignos, fuerzas progresistas, y países respetables levantan al unísono su voz para apoyarle el paso, y defienden con firmes argumentos su sistema social, que contempla a todos, que distribuye inclusivamente sus recursos; que construye y avala proyectos y leyes en pos de una felicidad colectiva. Y nos tiene a nosotros.
Los que lejos de sentarnos a criticar sin aportar formamos parte del sistema de acciones convocadas desde el Estado y sus instituciones para hacer avanzar el país, tenemos mucho que hacer. Cuba sabe los tiempos que vive, y contra todo pronóstico, permanece viva. Quien lo ponga en duda, que se asome este domingo a sus calles. Muchas razones avalan que no es este 1ro. de Mayo uno más de los tantos en que una franja de pueblo ha puesto color a sus plazas.
Como nunca antes, la guerra contra su hidalguía prueba fuerzas. Viejos planes y planes nuevos se empeñan en liquidar del planeta su irrevocable historia. La sarta de patrañas tendrá respuesta: la Plaza colorida, respirando, victoriosa.