Cuba refrenda disposición a dialogar con Estados Unidos
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, refrendó hoy la disposición de la isla a dialogar con el gobierno de Estados Unidos, a despecho de las posiciones divergentes entre ambas partes.
El gobernante suscribió en Twitter un pensamiento del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro:
No es necesario enfatizar lo que siempre Cuba ha dicho: no tememos dialogar con EE.UU., afirmó Fidel Castro el 5 de abril de 2009.
No necesitamos tampoco la confrontación para existir, como piensan algunos tontos; existimos «¦ porque creemos en nuestras ideas y nunca hemos temido dialogar con el adversario, rememoró Díaz-Canel sobre el ideario de Fidel Castro.
Cuba está sometido a un reforzado bloqueo económico, comercial y financiero que Washington le impone desde hace más de seis décadas.
La isla caribeña además acusa a la Casa Blanca de incumplir acuerdos migratorios como parte de su política hostil, que incluye el aliento a la emigración ilegal mientras presiona a terceros países para que impongan obstáculos a los viajeros cubanos.
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Conflicto y diálogo en el complejo escenario comunicacional entre Cuba, Estados Unidos y la Unión Europea
El proceso hacia la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, así como el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) entre la Unión Europea y Cuba son experiencias que a pesar de sus diversas naturalezas, contextos y alcances han validado la pertinencia de un modelo de relacionamiento distinto, basado en campos de interés común o compartidos. Pese a los encuentros y desencuentros que han caracterizado la historia entre estos actores, ha sido posible abrir canales comunicacionales oportunos, que propicien la cooperación y el entendimiento, a partir de lo cual establecer bases de respeto y comprensión necesarias para promover y construir la relación.
Sin embargo, determinadas coyunturas han favorecido el enrarecimiento del clima en que avanzaban las relaciones, sobre todo en lo referente al Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la UE y Cuba; entre tanto el retroceso en materia de normalización de las relaciones entre Cuba y EE.UU ha sido evidente, a partir del recrudecimiento del bloqueo económico y comercial y la continuidad en términos prácticos de la proyección de la administración Biden de su antecesor respecto a Cuba.
Los espacios comunicacionales tienen un rol fundamental en la cimentación de imaginarios y relatos, y de ahí su influencia en los procesos de reproducción cultural y social.» El aprovechamiento y desarrollo de estos espacios de diálogo es esencial en esferas de interés común, porque estas pueden demandar esfuerzos conjuntos y cierto grado de cooperación y empatía, lo cual muchas veces trasciende, media y condiciona el diálogo político que caracteriza relaciones de conflicto o marcadas por determinadas diferencias, las cuales a veces llegan a puntos verdaderamente álgidos.
Sin embargo, por otra parte, estos mismos espacios comunicacionales pueden ser aprovechados como generadores del conflicto para fomentar las diferencias. Al analizar ambas experiencias y los contextos que las condicionan actualmente es posible establecer determinadas consideraciones que develan dichas complejidades.
Los vínculos familiares, migratorios, económicos, empresariales, culturales, religiosos, académicos, supusieron importantes motores de cambio, que se pusieron en marcha a partir de la luz verde que indicó el 17 de diciembre de 2014 el inicio del proceso complejo hacia la normalización. Este contexto propició determinados factores comunicacionales que matizaron la narrativa y evolución del histórico conflicto entre Cuba y EE.UU desde las representaciones sociales.
Entre estos factores debe destacarse el propio hecho del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, así como el debate sobre el largo y complejo proceso hacia la normalización de las mismas y qué entender por relaciones «normales». En este punto fue de trascendental importancia la visita del expresidente Barack Obama a Cuba en marzo de 2016, lo cual propició la trascendencia del hecho político en las representaciones sociales, creó grandes expectativas y puso de manifiesto la importancia del desarrollo de estos debates para cultivar saberes y propiciar la posibilidad de pensar e interpretar diferentes maneras de convivencia, generando espacios de comunicación y diversas prácticas colaborativas de producción de conocimiento, para nuestras realidades tan ligadas y tan diferentes.