Familias cubanas: una S que no es por gusto
De tanto repetirlo, pareciera que es sabido por todos el por qué de ese plural: Proyecto del Código de las FamiliaS.
Sin embargo, justo ayer escuché el diálogo entre dos mujeres de mediana edad, presumiblemente amigas o vecinas, que aguardaban ante el quiosco porque querían comprar el impreso con dicho proyecto.
Una señora rectificaba a la otra:
«Dilo bien: Código de las Familias, con S.
«Da lo mismo. Después de todo, somos una gran familia, ¿no? ¿Para qué tanta S? Eso es solo para ser más finosss, hija.
«No es tan así «le respondió su interlocutora sonriendo.
No sé cómo siguió la conversación porque las dos se alejaron, impreso en mano, y quedé esperando mi turno.
Como ese momentáneo intercambio pudiera estarse repitiendo en circunstancias diferentes y claro, con palabras también diferentes, quizás sería conveniente recordar por qué es muy importante hablar de familias cubanas y no de la familia cubana, en singular, como si se tratara de una masa homogénea, sin diferencias que distingan unas de otras.
Sin embargo, el modelo tradicional y heteronormativo que en tiempos pasados identificaba a la familia haciéndola una, ha sido desplazado por realidades que lo superan.
Foto: tomada de radioenciclopedia.cu
Tanto es así, que, al decir de la doctora Patricia Arés Muzio, Profesora Titular y Consultante de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, entre los especialistas más consultados en estos tiempos, a la institución o grupo social familia no lo definen ya solo los vínculos consanguíneos, tampoco la convivencia, el parentesco o el vínculo conyugal.
También son relevantes la consensualidad, la cohabitación, la adopción, el allegamiento y la tutelaridad, refiere la experta, quien ha subrayado que ya no es posible hablar de un único modelo de familia.
El envejecimiento que hoy marca a la población cubana, así como la migración, el aumento de los divorcios, la diversidad sexual y otras variables han condicionado la diversidad y complejidad como tendencias rectoras de las familias cubanas, donde en el presente abundan las «uniones más voluntarias, menos estigmatizadas y más innovadoras en su funcionamiento»».
En las familias cubanas hoy abundan:
-Las formadas por pocos integrantes y también las monoparentales
-La variedad de edades, de géneros y orientaciones sexuales
-La convivencia en pareja sin una formalización de la unión
-La cantidad de hijos nacidos fuera del matrimonio
-El descenso de la fecundidad
El propio proceso de consulta popular que ahora tiene lugar con respecto al proyecto de código, es también en sí mismo una oportunidad para meditar y continuar redefiniendo la visión de familia que tiene cada uno, no siempre despojada de prejuicios y estereotipos.