OMS declara la adicción a los videojuegos como una enfermedad mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), señalando la adicción a los videojuegos como un desorden mental.
Esa adicción entró en la categoría de «uso de sustancias o comportamientos adictivos», donde también se incluyó la adicción a los juegos de azar.
«La adicción a videojuegos se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente (a juegos digitales o videojuegos), que puede ser en línea a través de Internet o fuera de línea», detalló la OMS en la nueva lista de enfermedades.
Por otro lado, la OMS ha expuesto que el patrón de juego compulsivo «puede ser continuo, episodio o recurrente» y que también se podría tratar de episodios ligados a la angustia o deterioros en los entornos sociales, familiares, sociales o educativos.
En el informe se detalla diferentes signos que podrían ser síntomas de un desorden mental ligado al consumo de videojuegos. No poder dejar de jugar en línea, ignorar vínculos sociales presenciales o abandonar el trabajo debido a la necesidad de estar jugando serían parte de esta adicción, cita el texto.
Entre los síntomas más frecuentes, el organismo mundial señala: deterioro en el control sobre el juego, que incluye el tiempo (inicio y término) que le invierten, la frecuencia, intensidad, duración y contexto; el incremento en la prioridad que se le da al videojuego, esta puede llegar al grado que se antepone a otros intereses y actividades de la vida diaria; y la continuación o incremento del juego a pesar de que tenga consecuencias negativas.
Según precisa el ente de salud, la adicción a los videojuegos se caracteriza por tener una duración de al menos 12 meses para que se asigne un diagnóstico, aunque la duración requerida puede acortarse si se cumplen todos los requisitos de diagnóstico y los síntomas son graves.
La adicción a los videojuegos se incluye dentro de la categoría de «uso de sustancias o comportamientos adictivos», junto al trastorno por adicción a juegos de azar.
La OMS también ha empezado a reconocer el «uso peligroso de videojuegos» como uno de los factores que considera que influyen en el estado de salud.
La nueva lista de enfermedades CIE-11 fue adoptada originalmente en la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2019 para la notificación de la mortalidad, y que los países miembros planeaban empezar a utilizar desde 2022.
«La adicción a videojuegos se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente (a juegos digitales o videojuegos), que puede ser en línea (es decir, a través de Internet) o fuera de línea», explica la OMS en la nueva lista de enfermedades.
Se cuentan entre los rasgos que distinguen a las personas con esa adicción: la falta de control sobre juego, tanto el momento en que se producto, la duración o el contexto; el aumento de la prioridad sobre el resto de actividades vitales; y la continuación o intensificación del juego a pesar de las consecuencias negativas en la persona.
Se explica que el patrón de juego compulsivo «puede ser continuo o episódico y recurrente», y que también puede ser resultado de angustia o deterioro en ámbitos importantes como el personal, familiar, social o educativo.