Atender las diferencias reconforta (+Audio)
Las comunidades son como las familias y las personas, no todas son idénticas, no todas poseen las mismas potencialidades y por lo tanto, requieren de tratamientos diferenciados.
En nuestro país, en medio de una complejísima situación económica nacional e internacional, se escucha cada vez con más fuerza hablar la atención a las vulnerabilidades.
Resulta cada vez más familiar ver por nuestros medios a dirigentes del Gobierno, del Partido, y de otras organizaciones sociales y de masas en contacto con los pobladores de barrios donde se han acumulado diversas problemáticas materiales y sociales, de hecho, en cada territorio está concebido Programa Gubernamental de Atención a las Comunidades en estado de Vulnerabilidad.
Es cierto que muchas de las transformaciones que se efectúan en los barrios vulnerables están relacionadas con los espacios físicos, es decir, con reparaciones de bodegas, parques, escuelas, calles, el suministro de agua o el alumbrado público, por solo citar algunos.
Claro que sería una visión muy simplista concebir la atención a las Comunidades solamente desde la óptica de lo físico y material, lo más importante en nuestras comunidades son su gente, las familias que lo habitan, por ello, hay que también ir a lo espiritual, a lo social, al arte, la cultura.
Caibarién no está ajeno a la atención a las comunidades, los pobladores de la Ciudad Pesquera y Cambaíto conocen de lo que le comento.
Claro que la atención a las comunidades vulnerables no se trata de baritas mágicas, solucionadora de todos los problemas, pero el solo hecho de ver que se te atiende, que se te prioriza, que te acompaña en tus aspiraciones, reconforta.
Imagen tomada del perfil en Facebook de Máximo Luz