Talento cubano sobre la mesa en el Global Game Jam 2022 (+Video)
Desde hace varios años Cuba participa de esta iniciativa destinada a impulsar la creación de videojuegos a partir de una maratón colaborativa y simultánea en todo el mundo.
El último fin de semana fue intenso para los desarrolladores y creadores cubanos amantes de los videojuegos que se enrolaron en el Global Game Jam 2022 (GGJ), la simultánea de creación de software interactivo más grande del mundo.
Desde hace varios años Cuba participa de esta iniciativa destinada a impulsar la creación de videojuegos entre las nuevas generaciones, y en la cual se reúnen equipos durante un fin de semana interminable para, a partir de un tema, tener listo un prototipo de juego en 48 horas.
Esta vez el tema del GGJ fue Dualidad, mientras que en Cuba le agregaron los organizadores una pizca de sazón con otro subtema, «vale o no vale». A partir de estos leads creativos trabajaron en las tres subsedes del evento: la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), y el Centro Tecnológico de Nueva Gerona, en el municipio especial de Isla de la Juventud.
De acuerdo con el sitio web oficial del evento, en nuestro país se crearon 29 prototipos de juegos en el GGJ. Futbolito, Planeta Conejo, Awake, Magic Life, Crown Hero, You Are Not The Main y La Vida de Andrea son algunos de los títulos nacidos de entre los desarrolladores cubanos que pueden ser descargados en la web globalgamejam.org (a partir de buscar la locación Cuba y luego el apartado de juegos de cada una de ellas).
Como parte del evento esta vez se desarrolló una interesante «mecánica»»: a través de Picta y YouTube desde la UCI se realizaron transmisiones en vivo que actualizaron sobre el acontecer del GGJ, y además se presentaron conferencias relacionadas con el mundo de los videojuegos por parte de expertos nacionales.
Diez tips para el desarrollo de videojuegos, Historia del desarrollo del videojuego en Cuba, Marketing en videojuegos, entre otros, fueron los temas abordados para complementar un espacio que gana en popularidad y muestra su potencial en cada edición.
UNA MIRADA AL FUTURO
A través de Picta y YouTube desde la UCI se transmitieron informaciones actualizadas y conferencias relacionadas con los videojuegos durante el evento. (Karel Valdés Montesino/Sitio web de la UCI)
¿Qué importancia tiene los videojuegos en la cultura popular moderna? Los criterios son diversos en este sentido. A juicio de Arian Fornaris, organizador de la sede del GGJ en Isla de la Juventud, «los videojuegos están influenciados por las otras manifestaciones culturales. Toman referencias de toda la cultura, y como industria de entretenimiento es la que más recursos mueve. Sin lugar a dudas eso tiene repercusión en la cultura popular moderna.
«A veces vemos algunas manifestaciones culturales que utilizan códigos y lenguajes que son propios de los videojuegos. Aquí en el evento un equipo creó un juego tradicional, el Futbolito, como un videojuego. Las nuevas generaciones muchas veces tienen sus primeras experiencias a través del videojuego, antes que el juego físico o en colectivo», agregó.
Fornaris cree que todavía el videojuego como producto es algo joven pero tiene un futuro inmenso por delante. «Ahora estamos viendo la cuestión del metaverso y los videojuegos tendrán un impacto en toda esa cultura»», comentó.
Carlos Alberto Gavilla, jefe del Grupo de transmisión del GGJ en la UCI, consideró en tanto que «de las ramas del entretenimiento es una de las más representativas, porque es un medio que es capaz de transmitir las emociones de otros medios en un solo espacio».
Diseñadores gráficos, guionistas, sonidistas, programadores, entre otros especialistas se reunieron para crear prototipos de juegos. (Tomada de la página en Facebook Isla Joven Global Game Jam)
«Yo diría que la industria del videojuego aúna las artes visuales, la música, el teatro, etc., y al ser más abarcador permite contar historias más grandes e interactivas», acotó por su parte Bárbaro Barroso Gómez, coordinador de la sede de la UCI.
¿Tenemos talento en Cuba para desarrollar una industria del videojuego? Carlos Alberto Gavilla cree firmemente que sí, mientras Barroso considera que falta un marco legal específico.
Fornaris, por su parte, dijo que en nuestro país existe «un talento en bruto para el desarrollo de videojuegos y los creadores han demostrado su creatividad. Artistas, diseñadores, programadores, los vemos en estos eventos que gustan de los videojuegos, pero eso es solo el inicio de la conformación de una industria».
Matizó que «en nuestras universidades se ha ganado en conciencia en la importancia de la formación para crear videojuegos, sobre todo en la UCI, donde hay cursos de posgrado, y creo que seguirán avanzando en ese sentido.
«Lo que falta para que los videojuegos sean una industria en Cuba es un entorno que propicie más este tipo de actividades. Muchas veces el desarrollo de estos productos se queda en un hobby, porque luego no aparece la forma de sostener un estudio o una pequeña empresa de este tipo. Esta no es una industria que se parezca a la biotecnológica, por ejemplo, que requiere de una gran inversión y un tratamiento más centralizado. Para los videojuegos se necesita un tejido diverso de actores, más pequeños, más grandes, con intervención del Estado, como sucede en otros países, e industrias de otros ámbitos que se interesen también».
La Cujae acogió varios equipos en esta edición del Global Game Jam. (Tomada del grupo en Telegram GGJ.cu)
Sin embargo, Carlos Alberto Gavilla reflexionó que existen personas que todavía creen que los videojuegos son malos, porque no ven la cara buena de estos productos. A ello añadió Barroso que necesitamos plataformas en el país dedicadas solo al videojuego, y facilidades de conectividad, tanto para usuarios como desarrolladores. A eso se sumarían espacios de monetización y canales para la difusión de los juegos. Aunque el camino a transitar todavía es largo, el futuro de esta industria en el país promete y contamos con los insumos necesarios para darle un buen impulso.