Con enfoque de género
Sumar el enfoque de género a políticas y programas es una necesidad en la Cuba actual. Inclusión e igualdad de oportunidades para que las mujeres, relegadas por años al plano doméstico y afectivo, se incorporen a los ámbitos social, político y económico de manera activa
Un trabajo colectivo para disminuir las brechas de género tiene que incentivar tanto a hombres como mujeres a cambiar la realidad. Que todos seamos partícipes del aspecto que queremos cambiar o mejorar es lo que se persigue con políticas y programas con un enfoque de género.
¿Qué entender por género, entonces?
Género es el conjunto de características sociales, culturales, políticas, psicológicas, jurídicas y económicas asignadas a las personas en forma diferenciada de acuerdo al sexo. El género es la construcción sociocultural que se realiza de las diferencias entre mujeres y hombres.
Lo cultural va aparejado de todo el entramado de simbolismos relacionados con ser mujer o ser hombre presente en cada cultura y época histórica. Símbolos que reproducen y producen el género pues contribuyen a construir valores y modelos.
A partir de esas construcciones se establecen relaciones y oportunidades entre los sexos de forma diferencial donde las mujeres han ocupado el lugar subordinado y discriminado. Diferencias como soporte de desigualdades, algo que debemos y tratamos de cambiar.
Hay que deconstruir mitos asociados al género. Hombres y mujeres en el mismo peldaño, con sus diferencias, pero igualdad de oportunidades. El discurso se edifica desde todas las voces, ninguna se puede oír más alto que la otra. Desde nuestras realidades, cada quien tiene un valor que aportar.
Que la arrogancia y el machismo den paso a la inclusión y el respeto.
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Imagen: tomada de Radio Rebelde.