Cultura en tiempos de pandemia: logros y desafíos (+ Audio y Video)
El 2021 significó una etapa de aprendizajes y retos. La cultura nacional sufrió los embates de la Covid 19, una realidad que supieron transformar los creadores cubanos en función de mantener vivo el arte
Los dos últimos años significaron para Cuba (y para la mayoría de los países del mundo) una especie de hipoxia intermitente. Si bien muchas facetas de la vida continuaron su desarrollo, por su alto impacto para la economía del país y los servicios a la población, otras recesaron para impedir la propagación de la Covid 19 en la nación.
Un fenómeno importante sucedió en cuanto a la cultura en la Isla, un sector que supo mantenerse y desarrollarse en esta etapa, pese a la necesidad de mantener las instituciones cerradas, la imposibilidad de trabajar con público y la prolongada «paralización» (que no fue tal) de las actividades.
Como nunca antes los artistas encontraron las vías para llegar a sus receptores; las manifestaciones artísticas modificaron sus dinámicas, cambiaron de soporte y lenguaje y las redes sociales actuaron, y actúan, como mediadoras entre la producción cultural y la población.
Nunca la hipoxia se convirtió en paro respiratorio.
CUBA, SIN APAGÃN CULTURAL
Cuando los músicos cubanos comenzaron los conciertos online, para mantener el vínculo de alguna manera con el público, se vislumbró un nuevo escenario (poco explotado hasta ese momento) para reanimar la cultura nacional y el hacer de sus cultores.
Bajo el título Estamos contigo, estas presentaciones iniciadas en la red de redes en marzo de 2020, aunaron desde sus inicios el esfuerzo de los institutos de la Música y el de Radio y Televisión, y contaron con la aparición de los más importantes exponentes de la música cubana.
El Simposio Internacional de Hip Hop 2021 se dedicó al Dj como figura fundamental dentro de la cultura del hip hop.
Desde entonces exposiciones de artes visuales, lecturas poéticas, obras de teatro, conciertos, presentaciones audiovisuales y literarias, paneles, coloquios entre otras iniciativas sucedieron desde Internet para suplir la necesidad de acceso a la creación artística y asegurar la vitalidad de la cultura.
La cooperación entre artistas a través de plataformas online ha sido una de las formas encontradas para reinventar la creación y circulación de la producción artística. Cada día más eventos culturales desarrollan su programa en disímiles plataformas online como única vía para sobreponerse a las condiciones impuestas por el virus SARS COV 2.
Los fonogramas Fusión de almas, de Gastón Joya y Rolando Luna y Al son del caballero. Alianza Musical de Cuba, de Manolito Simonet, recibieron el Gran Premio Cubadisco 2020-2021.
Aunque la realización de la Feria Internacional del Libro se hizo imposible, atendiendo a la compleja situación epidemiológica que vivieron Cuba y el resto del mundo, durante el mes de febrero, lo que sucedió en igual medida con los festejos populares, eventos como Cubadisco (del 12 de abril al 14 de mayo), el Festival Internacional Un puentes hacia La Habana (29 de abril al primero de mayo de 2021), las Romerías de Mayo (Holguín, del 2 al 8), Primavera teatral (Bayamo, del 20 al 24 de mayo), el Festival del Caribe y la Fiesta del Fuego (Santiago de Cuba, del 3 al 9 de julio), Rutas y Andares (La Habana, del 5 de julio al 29 de agosto), Timbalaye, hasta la Fiesta de la Cultura Iberoamericana (del 24 al 30 de octubre), entre otros, asumieron las redes como espacio de promoción y exposición.
Cada año en Cuba, del 10 hasta el 20 de octubre, se celebra la cultura nacional
Más cercanos en fechas, la Jornada por el Día de la Cultura Cubana (10 al 20 de octubre) y el Festival de Teatro de La Habana (del 23 al 31 de octubre) combinaron eficazmente la modalidad virtual y presencial, dada la mejoría en la situación epidemiológica del país, y con capacidad limitada.
Con la reapertura de las fronteras del país y el reinicio del curso escolar, el 15 de noviembre, también volvieron a la vida las instituciones culturales. Las galerías de arte retomaron la inauguración de exposiciones, volvieron a la escena las obras de teatro y los conciertos de forma presencial, la literatura recuperó su auge.
Como expresión máxima de esta red de eventos estuvo la Bienal de La Habana que inició durante el mes de noviembre y se extenderá hasta abril de 2022, con ramificaciones a otras provincias del país.
El festival de Coros Electo Silva se desarrolló en Santiago de Cuba, de manera virtual y presencial
Del 3 al 12 de Diciembre se celebró también de manera presencial el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en su segunda entrega, como continuación de la edición de 2020, mientras que la Feria Nacional de Artesanía comenzó el pasado 18 de noviembre en Camagüey y culminará el 9 de enero en Mayabeque.
MATANZAS TAMBIÃN DESPIERTA
Matanzas, ciudad con una programación cultural efervescente en cualquier época del año, también sufrió los embates de la pandemia durante el 2021. Desde que comenzaron a vislumbrarse síntomas del inminente cierre de los teatros, galerías, museos, librerías y bibliotecas, los creadores matanceros también idearon alternativas para no sucumbir ante el silencio.
Los teatristas, a la vanguardia de este movimiento, cambiaron de formato sus obras, les aportaron nuevos lenguajes y recursos. Las puestas y personajes salieron de los retablos para conquistar la pequeña pantalla y el inagotable universo de las redes.
Centrado en la realidad cultural matancera, El Anaquel resultó un evento singular por la hondura de los trabajos presentados referidos a prácticas asumidas durante esta larga y tensa etapa.
«Asumimos esta etapa con mucha fuerza, ganas de superarnos y mantenernos activos porque para un creador esa es la única forma de sentirse útil y vivo. Nos concentramos en nuestro público, en cómo brindarles acompañamiento desde el arte.
«Así surgieron nuestros pequeños espacios en las redes sociales, desde La familia del Mirón, en WatsApp y los canales de Telegram y Youtube. También potenciamos con mayor sistematicidad los perfiles de Facebook e Instagram.
«Creamos series didácticas, espacios de interrelación, concursos, cápsulas promocionales, fuimos a las casas con los personajes de nuestras series para contentar a los pequeños», aseguró Rocío Rodríguez Fernández, directora de El Mirón Cubano.
La producción de teleteatros como Todo está cantando en la vida. Un recital de afectos para Teresita Fernández y Alicia en busca del conejo blanco les abrió las puertas a Las Estaciones para participar en varios eventos virtuales a nivel internacional, expresó Rubén Darío Salazar, actor y director de la agrupación.
«Ha sido una experiencia maravillosa que repetiré cuantas veces sea necesario. Esto no demerita el teatro que sigue siendo el arte primigenio y esencial; un proceso no desecha al otro, al contrario, se complementan.»
«Llevar el teatro a la televisión como hemos hecho con Corazón feliz y Adivina, adivinador, no es una experiencia nueva; hay una tradición cubana de títeres en televisión, iniciada por los hermanos Camejo.
«Agrupaciones como el Guiñol de Guantánamo y el de Remedios y aquí en Matanzas Fara Madrigal y su esposo, Jesús del Castillo, reinventaron sus obras bajo los códigos de la televisión. Para Las Estaciones sí es novedoso porque la pandemia nos llevó hacia ese medio que también es hermoso.»
Cada agrupación teatral del territorio llevó sus propuestas a las redes sociales. No solo publicaron obras sino también talleres, series para que el público conozca a sus artistas, maneras de hacer.
El fotógrafo Ramón Pacheco Salazar se alzó con el primer premio en el Salón Nacional de Paisaje Leopoldo Romañach, inaugurado el 20 de noviembre en la galería Espacio 34, de Varadero.
Desde las artes visuales sucedió algo similar. Pese a las terribles consecuencias que trajo aparejada la Covid 19, para los artistas de la plástica este período ha significado el reencuentro con su obra.
Igualmente, ante la avalancha de certámenes y exposiciones virtuales que emergieron en todo el planeta, muchos de ellos hallaron la manera de mostrar sus producciones en el contexto internacional. Ejemplo de ello fue la Bienal de Arte Contemporáneo de Salerno.
«Para enfrentar la etapa en pandemia traté de mantener el impulso y seguir creando. Este período ha sido muy importante para mí pues he tenido que reinventarme y el uso de las redes sociales ha servido para mostrar mi trabajo y participar, aunque sea de modo virtual, en varias exposiciones, eventos y concursos alrededor del mundo en los que, de otra manera, no hubiera podido estar.
«También es el momento que he utilizado para recontextualizar mi visión respecto al arte, trazarme nuevos caminos, impulsos que siento necesarios para mi obra y las disímiles texturas que quiero lograr al manifestarla desde otras técnicas y perspectivas», planteó el pintor Erich González Triana.
«El periodo pandémico ha sido uno de los más favorables en mi carrera. El confinamiento me quitó la presión con la que trabajaba, pues al tener un taller en Narváez, uno de los paseos turísticos más transitados de la ciudad por turistas, curiosos, amantes del arte.
«Eso condiciona tu producción porque siempre quieres brindarle una zona con el mayor confort a quien te visita y dedicas tiempo a eso. Ahora ese tiempo lo vierto en mi obra y ha sido tremendamente positivo. He podido crear a mis anchas, he retomado ideas para las que no había tenido oportunidad antes.
«Las redes sociales fue la manera encontramos de darle solución a este tiempo cada cual con sus intereses personales. Gracias al trabajo en Internet he podido también redimensionar mi obra y el cambio ha sido significativo antes y luego de una circunstancia tan difícil como la que vivimos», acotó Adrián Socorro, artista de la plástica.
Otro tanto sucedió con la Asociación Hermanos Saíz cuando creó los programas Creadores entrevisto y Mira más, con entrevistas a los artistas jóvenes del patio.
Matanzas Jazz, festival de joven trayectoria, deja ver sus frutos en la consolidación de públicos diversos que lo consideran una iniciativa de impacto en la formación del gusto estético jazzístico
En medio de las incertidumbres que engendró un virus que causó importantes estragos para muchas familias de esta provincia, se desarrolló el Festival Matanzas Jazz, entre el 27 de abril y el 2 de mayo, de manera virtual. Así también se celebró el aniversario 328 de la fundación de la urbe.
El Festival de Teatro Callejero significó el despertar de la ciudad. La Jornada auspiciada por el grupo El Mirón Cubano colmó de sonrisas cada rincón del centro histórico y llegó hasta sitos de la periferia.
Los artistas matanceros inauguraron en fechas recientes la Feria Nacional de Artesanía. El evento se desarrollará hasta el 2 de enero en diferentes espacios de la urbe, entre ellos el paseo Narváez.
Retomar la Calle de los Títeres, proyecto sociocultural que realiza Teatro Papalote desde hace más de veinte años, fue una verdadera fiesta infantil. Asimismo, la reposición de obras como Un canto para mi niño, de El Mirón Cubano; El patico feo y Soñar con los ojos abiertos, de Teatro de Las Estaciones, Polvo, Aguas y Desastre, de Icarón, significó el reencuentro ansiado del público con la producción teatral del territorio.
ENSEÃANZAS EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Este 2021 ha sido un año sui géneris si de programas culturales se trata. Sin embargo, gracias a las iniciativas de los creadores cubanos, quienes tuvieron la suficiente luz para ver en Internet un potencial instrumento para compartir su arte cuando muchas ciudades del mundo se encontraban en apagón cultural, nunca faltaron opciones para el entretenimiento.
No obstante, si bien el uso de las redes sociales fue (y es) muy efectivo en el contexto de la pandemia, la muestra virtual no sustituye el acercamiento del artista visual con el espectador, no se compara el apreciar una obra de teatro desde una pantalla que la interacción actor-público, la magia de asistir a un concierto trasciende la experiencia desde la televisión o el Internet.
Entre los retos que aún debe superar la experiencia de llevar el arte a la red de redes se encuentran su diversificación en cuanto a manifestaciones, creadores y sus lugares de residencia; un acceso más económico a la conexión, plataformas eficientes y modernas facilitarían mucho el consumo cultural.
Urge pensar en otras vías para acercar la cultura a las personas. La llegada de la Covid 19 impuso del reto de reinventarse y buscar nuevas formas para hacer y consumir el arte. Los espacios tradicionales pasaron a las redes sociales. Pero, también que existe un público sin acceso a teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras portátiles y PC y, por consiguiente, cuyo roce con las propuestas virtuales es nulo.
Por ello, es imprescindible explotar mejor las posibilidades que ofrecen la radio y la televisión para incrementar esas propuestas, siempre y cuando la promoción de los espacios culturales sea efectiva y oportuna.
El año 2021, como nunca antes, demostró la valía de la cultura para sanar dolencias físicas y espirituales. Con sus diferentes posibilidades, alcances, conocimientos y una férrea voluntad, los creadores cubanos mantuvieron con vida el arte.
Ahora solo queda apropiarnos de las buenas experiencias, reacomodar los elementos defectuosos y esperar que el 2022 traiga la positividad suficiente para soñar con nuevos horizontes culturales desde Internet y también a todo color.
Para escuchar el audio, pinche aquí.