Damián, el doctor, el delegado de Refugio
Auscultar y diagnosticar son parte de su modo de vivir. Lo hace desde su terruño natal, ese mismo que nunca abandona, porque para ser doctor y ser delegado del Poder Popular es algo que lo engrandece como ser humano.
Damián Salgado sabe ingeniárselas para atender sus pacientes desde el Consultorio Médico las 24 horas del día, algo que también sabe hacer con los vecinos de la demarcación. No por gusto en Refugio es el fiel confidente de buena parte de la población, que acude a él para que conozca de las insatisfacciones que se vive en ese apartado paraje de la geografía caibarienense.
Acuden a él para confesar dolencias y padecimientos, esos mismos que logra calmar con el conocimiento en unos casos y en otros con el don que también le persigue: saber escuchar, intercambiar y dialogar. El doctor, el delegado Damián es reconocido en Refugio porque sabe hablar mirando a los ojos, porque no sabe mentir y a sus pacientes y electores siempre les habla con la verdad en la mano.
Tal vez por ello es el líder que tanto se necesita para ser el representante del pueblo en un batey que necesita comprender a flor de piel de todas las preocupaciones e inquietudes de quienes residen allí. Llegar a Refugio y localizarlo no resulta difícil. En su Consultorio las 24 horas del día, en el batey, en la casa de sus vecinos, auscultando, intercambiando. Sobre todo, porque en su caso el precepto de la medicina de curar el dolor ajeno lo distingue porque Damián Salgado en su Refugio, en su natal terruño desde hace más de 30 años el título de Doctor en Medicina hay que agregarle el de ser fiel representante de su pueblo, ese mismo que lo respeta y admira por tanta consagración.
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