El riesgo siempre palidece frente a la prevención
El doctor José Luis Aparicio Suárez, quien participa en Villa Clara como asesor del Ministerio de Salud Pública, ofrece consejos y recomendaciones para enfrentar la peligrosa COVID-19.
«La mejor medicina no es la que cura, sino la que precave»»…José Martí
El doctor José Luis Aparicio Suárez, quien participa en Villa Clara como asesor del Ministerio de Salud Pública, ofrece consejos y recomendaciones para enfrentar la peligrosa COVID-19.
El doctor José Luis Aparicio Suárez tiene un aval en la Medicina cubana que lo acredita como una de las voces autorizadas del país para hablar de temas de salud tan relevantes como la actual pandemia de la COVID-19.
Graduado de doctor en Medicina en 1989, especialista de I y II grados en Hematología y máster en Ciencias de la Salud y Posgrado, es miembro de las sociedades cubana e internacional de Hematología. Ha desarrollado, además, una amplia labor docente, en su condición de profesor auxiliar y rector en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara en el período 2004-2011.
Luego de dirigir la misión médica cubana en la hermana República de Angola, en la actualidad se desempeña como jefe del Departamento de Postgrado del Ministerio de Salud Pública de Cuba, y se encuentra en Villa Clara, su provincia natal, como asesor del Minsap para apoyar en el enfrentamiento a la pandemia que tanto dolor nos causa.
Sobre la peligrosa enfermedad, los modos de prevenirla, la necesidad de integrar fuerzas para entre todos, vencerla, y la importancia de las vacunas, dialogó con Vanguardia el reconocido especialista.
«Doctor, para usted la higiene y la prevención son vitales en el enfrentamiento a la COVID-19.
«Cierto. Enfrentamos una situación epidemiológica muy compleja. Son tiempos en que un beso, estornudo, abrazo o apretón de manos pueden ser el inicio de una sorprendente cadena de contagios, con sus lamentables consecuencias. La mejor vacuna sigue siendo la prevención y no hay mejor prevención que la higiene en toda su dimensión.
La podemos lograr con un especial cuidado de la integridad de las mucosas ocular, nasal y oral, sitios que pueden ser colonizados por el SARS-CoV-2; no tocar ojos, nariz y boca con las manos sin lavar o desinfectar, mantener una adecuada higiene corporal en general, y de las manos en particular, que debe ser frecuente, y sin olvidar su lavado antes de acostarnos.
«Además, con el empleo correcto del nasobuco, cubriendo nariz y boca, lo cual es esencial e insustituible. Asegurar el sueño reparador, para fortalecer el sistema inmune y evitar la efusividad y proximidad en los saludos, incorporando las nuevas formas de cortesía a las que nos ha obligado el virus.
«Crear conciencia con perseverancia es una de las premisas que habitualmente usted plantea»¦
«Para enseñar no basta con creer haber transferido el conocimiento sobre un tema: es imprescindible asegurar, con perseverancia e inteligencia, la posibilidad de que se comprendan y asimilen las esencias. Las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 son más contagiosas y están asociadas a mayor morbilidad y, consecuentemente, una creciente letalidad. La variante delta, considerada la de mayor preocupación por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se propaga mucho más a través de la tos y el estornudo, e incluso cuando se habla, y existen mil veces más virus en las vías respiratorias de los pacientes. Siempre es posible hacer más para prevenir y controlar.
«Nos corresponde reforzar la integración de factores y sectores en función de la educación sanitaria, de modo que sea más efectiva en cada familia e institución»».
«Cuidar y cuidarse son dos términos clave en la batalla contra la enfermedad. ¿Se aplican siempre de manera correcta?
«Evidentemente, falta mucho más por hacer frente a la COVID-19. De todos depende volver a respirar sin mascarillas en un futuro mediato, reabrir aulas, normalizar la vida familiar, comunitaria y social, así como recuperar la serenidad sin sobresaltos y robustecer los sueños que juntos compartimos. La prevención y el control son posibles, pero solo con sostenidos, auténticos e inteligentes esfuerzos, de todos y cada uno de nosotros. Cuidar y cuidarse son premisas insoslayables de la cotidianidad.
«Salud es alcanzar la meta de los mejores cuidados, sostiene usted. ¿A qué se refiere con este concepto?
«Entristece, y de qué manera, el complejo panorama sanitario actual, y vale la exhortación a hacer, cada uno y cada sector, factor e institución, lo que le corresponde, sin dilación, justificación ni inacción.
«Es hora de enaltecer la sensibilidad, para salvar y cuidar, para atender y esclarecer, para cumplir y servir. Si cada villaclareño comprende y emprende, con respecto a la prevención y el control, se podrá cambiar el curso de la pandemia. Salud es alcanzar la meta de los mejores cuidados, y solo se logra con responsabilidad, profesionalidad, sensibilidad y tenacidad. Por favor, cuide de sí y los demás; es posible e imprescindible.
«Mucho más de lo hecho queda por hacer y no tenemos derecho a cansarnos, menos aún a dejar de ocuparnos»».
«Agilidad y sensibilidad, ¿cómo conciliarlos en momentos tan complejos de la pandemia?
«Duelen los estados de insatisfacción que se refieren o publican, y cada uno debe ser atendido, con el ánimo de encontrar soluciones. No son tiempos de tolerar la insensibilidad.
«Hora es de repensar el cómo protegernos mejor en los contextos familiar, comunitario, social e institucional, pues las variantes que circulan son de mayor contagiosidad y peligro. Las evidencias del mundo, y las propias de nuestro país, devienen fuente de experiencias para profundizar al respecto y actuar con ciencia, coherencia y conciencia. El SARS-CoV-2 no perdona los errores. La imprudencia puede contagiar, enfermar, complicar, causar la muerte o dejar secuelas. La mejor vacuna sigue siendo la prevención, mientras «Abdala» y «Soberana» logran la anhelada inmunización.
«Higiene es salud. Cuidemos lo más preciado, la vida y la salud de todos»».
«Existe cierto escepticismo entre los santaclareños sobre los efectos de la vacunación, y algunos afirman que le ha desencadenado los síntomas. ¿Qué opina usted al respecto?
«El balance beneficio-riesgo «a partir de los resultados de ensayos clínicos (tres fases), el estudio de intervención, la intervención sanitaria en grupos de riesgo y el autorizo de la entidad regulatoria para uso de emergencia» se inclina al beneficio.
«Acá en Villa Clara se utiliza Abdala, un producto de la biotecnología cubana, basado en subunidades proteicas RBD, en un esquema de tres dosis.
«Las reacciones adversas a vacunas, sean o no contra COVID-19, pueden estar relacionadas con el producto en sí (componente activo, adyuvante o preservo), y con Abdala han sido por lo general leves y no se reporta significación en cuanto a eventos de mayor connotación. La asociación causal o temporal con la positividad al SARS-CoV-2 no se relaciona con la vacuna, pues esta no está basada en virus vivos ni atenuados, sino en subunidades proteicas que no producen enfermedad.
«Recuérdese que el contexto epidemiológico en el cual avanza la vacunación es de incremento de contagios, amplia dispersión viral y circulación de variantes más transmisibles, incluida la delta (presente en más de 140 países).
«Se está demostrando que la vacuna genera anticuerpos y títulos neutralizantes, contra las cepas de preocupación que circulan en el país, con resultados preliminares alentadores. Las reacciones adversas leves, e incluso moderadas, no interfieren la actividad cotidiana de los sujetos vacunados y no se debe interrumpir el esquema de administración.
«Pero la realidad indica que el contagio no se detiene, al contrario, crece cada día.
«Lamentablemente mientras más alarmantes las evidencias, más distantes las conciencias. Triste realidad frente a la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, sus variantes y mutantes. Duelen el elevado número de personas confirmadas con la enfermedad, el crecimiento y la dispersión de casos activos y, sobre todo, la indolencia que conlleva al sustantivo incremento de lactantes, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos contagiados.
«Causa mayor aflicción la ocurrencia de fallecimientos como consecuencia de la COVID-19, en un amplio espectro de edades, sobre todo de personas con factores de riesgo o la presencia de variadas comorbilidades; pero también en personas que estaban sanas antes de contagiarse con el peligrosísimo virus.
«Entristece saber que no son pocos los pacientes reportados como críticos o graves en las Unidades de Cuidados Intensivos. Lacera percibir que no se comprenda por muchos la magnitud de las consecuencias del SARS-CoV-2, con sus inequívocas huellas de letalidad, sufrimiento, secuelas e impactos en lo económico y social.
Consejos de vida
1-Convertir el conocimiento en comportamiento
2- Sea cada uno el mejor timonel de su salud
3- La imprudencia puede enfermar y matar
4- Cuide de sí mismo, su familia, sus amistades, la comunidad y sociedad
5- Los estudiantes aprenden y emprenden por la salud. Reciban nuestros agradecidos aplausos
6- No podemos cansarnos en el cuidado de la salud. Asúmase como carrera, tanto de velocidad, como de resistencia.
7- Sea la casa un puerto seguro para la salud
8- Evitar el estrés crónico o prolongado, sabiendo que deprime el sistema inmune.
9- Distanciamiento preventivo. Urge lograr menos movilidad y más distanciamiento.
10- Cumplir el esquema de vacunación una vez planificado.
«Conmueven las tendencias en cuanto a pronósticos, de no cumplirse con las medidas higiénico-sanitarias orientadas. No son tiempos para cansarnos ni despreocuparnos. Hoy no hay mejor política pública que educar para la salud.
«Nunca ha sido más importante convertir la higiene en hábito, en cultura, de todos y en todo. Créanme, la sensatez es hoy y será siempre robustez. Si algo no debo omitir es que la imprudencia puede enfermar y matar»».
«Una última recomendación para los villaclareños:
«Han sido y continuarán siendo jornadas desafiantes en el crucial e ineludible enfrentamiento a la COVID-19. Siempre podremos ir mejor, con la mirada en lo óptimo, dígase lo superlativo de lo bueno, porque se trata de preservar la vida. Pensemos en cómo mejorar nuestro comportamiento y desempeño diarios, y hagamos lo necesario para lograrlo, pero sin perder ni siquiera un minuto en tan noble empeño.
«Por favor, a todos, especialmente a los pacientes hipertensos, diabéticos, con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatía, algún tipo de cáncer e insuficiencia renal, y a los cubanos que tienen como factores de riesgo la obesidad, acepten el consejo de cuidarse más y salir menos. Igual recomendación hacemos a nuestros abuelos, a las mujeres cubanas que cultivan vida en su vientre y a los niños, precisamente los que mejor saben querer y devienen esperanza del mundo, al decir del Maestro.
«Cuidar y cuidarse son premisas de la cotidianidad! «¡Vayamos todos por la Salud, contra la COVID-19! Téngase en cuenta que el riesgo se reduce con la prevención. Cuidemos, con la nuestra, la salud de los demás»».