Cuba y los caminos del acceso a la información
La nación reconoce la importancia de desarrollar acciones que involucren a todos los sectores en aras de proporcionar acceso a información útil y de calidad»¦
¿Has pensado alguna vez todos los accesos que tienes desde Internet? Solamente en cuanto a información, porque las ventajas de tiempo, espacio y multitareas, ya se han comprobado.
Devenido en derecho, esta es una de las cuestiones que más ha preocupado desde la «revolución tecnológica», así lo corroboran una serie de pactos y convenciones que desde 1946 reconocen la importancia de atender estos temas para impulsar el desarrollo.
A su vez, ello repercute en el derecho a la educación, y es transversal a otros procesos sociales y económicos. Entre otros ejemplos, exige la transparencia en las gestiones de los gobiernos para evitar crímenes de lesa humanidad y actos de corrupción. Por su importancia, en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, confluyen metas específicas vinculadas a las cuestiones del acceso.
Según refleja el aparato legal en materia de libertad y derecho a la información «toda la información en poder de los gobiernos y las instituciones gubernamentales es, en principio, pública y solo podrá ser retenida si existen razones legítimas para no divulgarla, como suelen ser la privacidad y la seguridad.»
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Máxima que también se impulsa desde el Programa de Comunicación e Información desde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), cuyos objetivos estratégicos son: fomentar la libre circulación de ideas y el acceso universal a la información; promover la expresión del pluralismo y la diversidad cultural en los medios de comunicación y las redes mundiales de información; así como, promover el acceso de todos y todas a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Al respecto, Elena Nápoles, Oficial del Programa de Comunicación e Información, de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO, en La Habana, explicó a Cubahora en una ocasión los objetivos de dicho programa. El mismo aborda dos temas fundamentales, «uno relacionado con el desarrollo de las sociedades del conocimiento inclusivas, es decir sin evasión de grupos sociales, y otro con el desarrollo de los medios de comunicación en la lucha por la libertad de expresión. Sin embargo, no se debe estancar el tema del acceso y el derecho a la información a cada una de esas aristas, cuando es transversal a ambas».
«Asimismo, en este programa hay varios temas que son centrales y que tienen que ver, primero, con el desarrollo de medios comunitarios por el valor extraordinario de estos para facilitar el acceso de las personas desde su realidad cotidiana lo cual refuerza sus capacidades para la participación en los medios de comunicación; no como simples receptores, sino desde su condición de entes activos en las agendas de los medios hasta llegar, por qué no, a convertirse en productores de contenidos».
Los autores Anidelys Rodríguez-Brito y Dasniel Olivera Pérez, en su artículo Apuntes teóricos en torno a los derechos de acceso a la información y a la comunicación de cara a un debate para el contexto cubano, identificaron cuatro grandes categorías de países con Leyes de Acceso a la Información.
El primer grupo está compuesto por los denominados «pioneros históricos». «En estospaíses existe cierta cultura del ejercicio del derecho al acceso a la información, por parte de la ciudadanía. Aunque no destacan como legislaciones particularmente progresistas e innovadoras, las leyes en estos países funcionan relativamente bien».
En la segunda categoría, señalan como denominador común la aprobación del marco legal como parte de un proceso más general de transición democrática o de la redacción de una nueva Constitución. Estas leyes, explican, tienden a ser las más fuertes en su redacción, aunque en la práctica su aplicación exitosa depende de la fortaleza del proceso democrático, así como de presiones ejercidas por la sociedad civil y los organismos internacionales.
Mientras, «el tercer grupo, lo componen doce desarrollados que han llegado tardíamente a estas legislaciones, lo que pudiera indicar ciertas resistencias internas a la transparencia dentro de estos gobiernos».
Por último, la cuarta categoría está conformada por doce países en vías de desarrollo que promulgaron leyes de acceso a la información.
Los autores, reconocen la necesidad de un marco legislativo como plataforma para el ejercicio de este derecho, sin embargo, esclarecen que no constituye una condición sine qua non que garantice su ejercicio. «Estas circunstancias jurídico-institucionales dotan a la ciudadanía de una herramienta para velar por el ejercicio del poder estatal, pero no garantizan el cumplimiento de este derecho».
MIRADAS DESDE CUBA
Desde la Conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista y el Plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030 se esbozan los principios de la política comunicacional y se suscribe el compromiso estatal de «garantizar una correcta implementación de la política de comunicación» y «desarrollar y sostener la infraestructura de las telecomunicaciones para lograr acceso universal y uso productivo de las tecnologías de la información y las comunicaciones».
Sin embargo, los autores advierten que estas metas pasan, necesariamente, por la formalización de un marco jurídico-institucional, así como por cuestiones de índole simbólica asociadas al déficit de participación y discusión en torno a este tema en el país; la escasa cultura de la transparencia y la rendición de cuentas de las instituciones públicas; la ausencia de estructuras organizacionales de dirección de la comunicación; así como los desiguales niveles en la cultura profesional entre los diferentes actores del panorama comunicativo cubano.
Desde la publicación del texto referido en 2017 hasta entonces, se han implementado acciones para dar cumplimiento a dichos objetivos.
Entre ellas, la Política de Comunicación del Estado y del Gobierno cubanos que fue aprobada en enero de 2018, luego de ser evaluada y aprobada también por la dirección del partido. Esta abarca la sociedad en su conjunto y debe ser cumplida por los órganos, organismos del estado, el gobierno, otras formas de propiedad no estatales, los medios de comunicación masiva, las organizaciones políticas y de masas, asociaciones, fundaciones, todos los ciudadanos que residen de manera permanente o temporal en Cuba o que transiten por el territorio nacional.
Además, la política para el perfeccionamiento del sistema de la informatización de la sociedad. De esta forma, se ha incrementado el acceso a la información y al conocimiento a través de los avances tecnológicos, no solo con el incremento de conectividad y la telefonía móvil, también por la aparición de nuevas plataformas tecnológicas y aplicaciones.
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Asimismo, la reciente creación del Instituto de Información y Comunicación Social, como Organismo de la Administración Social del Estado, que tiene la misión de conducir y controlar la Política de la Comunicación Social del Estado y el Gobierno cubano; proponer su perfeccionamiento, así como contribuir a fomentar la cultura del diálogo y el consenso en la sociedad cubana.
Existen organizaciones de la sociedad civil que trabajan para este propósito. Una de ellas es la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), que constantemente busca cómo acercar las tecnologías de la información y las comunicaciones a los sectores vulnerables, a las comunidades más distantes, a las personas que por diferentes razones no han tenido el contacto necesario con estas herramientas. Lo hacen con énfasis en la erradicación de la brecha digital de género, según explicó la especialista en gestión del conocimiento y líder del proyecto Igualdad de Género en las TICs Dayalé Torres.
Otros proyectos, como Acceso Abierto, de la Facultad de Comunicación de La Habana, ponen empeño en visibilizar el ecosistema del Acceso Abierto (datos abiertos, educación e innovación abierta, licencias y software libres), para concientizar en torno a los beneficios del acceso gratuito y responsable a la información, promover una cultura de apertura al conocimiento, explorar el uso de herramientas y plataformas tecnológicas en abierto y contribuir a institucionalizar un movimiento de Acceso Abierto desde FCOM. Con todo esto, tenemos la intención de crear y socializar datos y conocimiento que permitan el desarrollo sostenible de la información y su accionar en la sociedad.
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Aunque el camino aún es largo, si de educación y alfabetización digital se trata, Cuba reconoce la importancia de desarrollar acciones que involucren a todos los sectores en aras de proporcionar acceso a información útil y de calidad.