Un pueblo de valientes
Después de muchas horas de análisis de la situación en Caibarién con la imparable pandemia; compruebo que las irresponsabilidades personales a las que no escapa nadie, pues » incluso los más cautelosos, en algún momento, violan al menos un paso, de los protocolos preventivos, los esfuerzos de los médicos, enfermeras, personal técnico o administrativo en ese enfrentamiento, en algunos casos la falta de atención, morosidad en la aplicación de los tratamientos, son algunos de los temas que han sido objeto de cuestionamiento periodístico. Aunque es innegable la ausencia de percepción de riesgo, muchas personas de este pueblo que no pertenecen al sector de la salud, hoy enfrentan, luchan contra la COVID 19. A » esos, los incluyo en el ejército de valientes.
Pues hemos visto a trabajadores de la gastronomía y el Comercio hacer lo suyo con apoyo incondicional en los centros de aislamientos, los estudiantes de medicina, personal de otros organismos como Cultura, el INDER, Educación, realizar pesquisas. pero mis colegas en su afán de conseguir la última noticia sobre la enfermedad y sus efectos, entrevistar a los galenos en zona roja, estar en reuniones con grupos de personas. Muchos de esos periodistas han estado encerrados por sospechas de contaminación. Todos ellos de alguna manera ponen en peligro su salud cada vez que realizan el trabajo que les toca en estos tiempos de pandemia y luego tienen que extremar las medidas para regresar al lado de sus familias.
Si miramos bien a nuestro alrededor, abundan los profesionales o no, que desde el anonimato en su propia trinchera pero con nuevas armas enfrentan día a día a la COVID 19, un pueblo de valientes que ya forman parte de una realidad histórica que nunca olvidaremos.