Julio, el mes más crítico de la COVID-19 en Cuba
En los 31 días del finalizado mes, la nación contabilizó 200 398 casos positivos a la COVID-19, lo que representa 149 776 casos más que en junio, el cual había sido el peor periodo hasta entonces
La propagación de variantes genéticas del SARS-COV-2 más contagiosas y virulentas, unida a otros factores relacionados con el incumplimiento de protocolos sanitarios y la pérdida de la percepción del riesgo, provocaron en el mes de julio un escenario epidemiológico sin precedentes en toda la etapa de la pandemia de la COVID-19 en Cuba.
En los 31 días del finalizado mes, la nación contabilizó 200 398 casos positivos a la COVID-19, lo que representa 149 776 casos más que en junio, el cual había sido el peor periodo hasta entonces.
Como promedio se registraron 6 464 pacientes positivos por día, con un pico de 9 747 confirmados el 31 de julio y cifras superiores a los 8 000 casos durante varias jornadas, lo cual tensó el sistema sanitario de algunos territorios del país, con la consecuente escasez de insumos médicos.
En julio también hubo que lamentar el fallecimiento de 1 553 personas a causa de la enfermedad (1 216 más que el mes anterior), siendo igualmente el mayor número reportado, incluyendo el lamentable deceso de embarazadas, puérperas y una niña de 12 años de edad.
Al cierre del 31 de julio, la Isla mostraba un elevado índice de incidencia, de 1 056,3 casos por cada 100 000 habitantes. La provincia con la mayor tasa de incidencia fue Matanzas (2 861,4), un territorio que atravesó en el periodo la peor crisis sanitaria, con cifras por encima de 3 000 contagios, pero que con los esfuerzos que se han realizado ya ha comenzado a controlar la situación.
Le siguen Ciego de Ávila (2 500,1), Cienfuegos (2 423,4) y Guantánamo (1 625,7). El resto de las provincias, aunque poseen un índice por debajo de mil, reportan elevados números de transmisión, con excepción del municipio especial Isla de la Juventud, que mantiene el control de la enfermedad.