Carlos Manuel de Céspedes: el gran iniciador de la guerra por la independencia de Cuba
En un desigual enfrentamiento con fuerzas españolas el 27 de febrero de 1874 se produjo la caída en la zona de San Lorenzo, en la entonces provincia de Oriente, de Carlos Manuel de Céspedes, quién inició la guerra por la independencia de Cuba en su ingenio Demajagua el diez de octubre de 1868.
Carlos Manuel de Céspedes había nacido en la ciudad de Bayamo el 18 de abril de 1819. A los pocos años de haberse producido su nacimiento, sus padres se trasladan a una finca campestre de la familia. Allí Céspedes desarrolla los cinco primeros años de vida. Posteriormente, de regreso a Bayamo lo matriculan en una escuelita atendida por una mujer casi anciana. Luego cursó estudios en conventos. Después se traslada a La Habana para realizar estudios universitarios. El 22 de marzo de 1838 obtiene el grado de Bachiller en Derecho Civil en la Real y Pontificia Universidad de La Habana. Pero con dicho título, grado menor del Derecho en la época, no podía ejercerse la abogacía en Cuba. Era menester obtener la licenciatura y también alcanzar el doctorado.
En 1840 parte para España. Se establece en la ciudad de Barcelona, donde se impregna del indomable sentimiento de los catalanes. Se incorpora a las milicias civiles y participa en diversas actividades. Concluidos sus estudios de Derecho recorre diversos países europeos y algunas regiones del imperio de los zares rusos.
En 1844 regresa a Cuba y abre un bufete en Bayamo. A fines del mes de mayo de 1852 se radica en Manzanillo con su familia.
Posteriormente, comenzó a conspirar en dicha ciudad incluso fundó y presidió una Junta Revolucionaria. Defendió con vehemencia la necesidad de iniciar la lucha por la independencia de Cuba lo más pronto posible y esto se hizo realidad el 10 de octubre de 1868 en su finca Demajagua.
Céspedes tuvo que enfrentarse a situaciones extremadamente difíciles durante la guerra por la independencia de Cuba. Uno de ellos fue cuando su hijo Oscar resultó apresado y las autoridades españolas lo intentaron chantajear al señalarle que no fusilarían a su hijo si él declinaba continuar la lucha. Céspedes rechazó el chantaje alegando que Oscar no era su único hijo, ya que él se consideraba el padre de todos los cubanos que habían muerto por la Revolución.
También muy difícil le resultó a Céspedes el ejercicio de su responsabilidad como presidente de la República en Armas atendiendo al antagonismo de los miembros de la Cámara de Representantes, quienes finalmente lo destituyeron de ese cargo en octubre de 1873. Entonces lo obligaron a acompañar al nuevo gobierno y a la Cámara durante dos meses.
Tras la negativa de permitírsele salir al extranjero para visitar a su esposa e hijos, se le confinó a la finca San Lorenzo, en la Sierra Maestra. Llegó a ese lugar en la noche del 23 de enero de 1874 y algo más de un mes después se produjo su caída en un desigual enfrentamiento con fuerzas al servicio del régimen colonial español. Eso ocurrió exactamente el 27 de febrero de 1874.
Aunque no lo conoció, ni pudo participar en la etapa inicial de la guerra por la independencia, José Martí sí sintió -y lo expresó- un gran respeto y admiración por Céspedes. Precisamente, en un trabajo publicado el 10 de octubre de 1888 en El Avisador cubano, en Nueva York, en ocasión de conmemorarse el aniversario 20 del inicio de la lucha por la independencia cubana, Martí expuso, al referirse a Céspedes, que era preciso haberse echado alguna vez un pueblo a los hombros, para saber cuál fue su fortaleza, y añadió que creía que su pueblo va en él y como fue el primero en obrar, se veía como con derechos propios y personales, como con derechos de padre, sobre su obra.
Acerca de Céspedes y del gran mérito que tuvo como iniciador de la guerra por la independencia de Cuba, en el año 1868 José Martí igualmente trató en discursos que pronunció en Nueva York en los actos que se celebraron entre 1887 y 1891 en esa ciudad con motivo del 10 de octubre, aniversario del inicio de la guerra por la independencia de Cuba.
También el máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, destacó el gran simbolismo de Carlos Manuel de Céspedes en la Historia de Cuba. El 10 de octubre de 1968, en el acto efectuado con motivo del centenario del inicio de la guerra por la independencia manifestó:
«¦No hay, desde luego, la menor duda de que Céspedes simbolizó el espíritu de los cubanos de aquella época, simbolizó la dignidad y la rebeldía de un pueblo «heterogéneo todavía» que comenzaba a nacer en la historia. Fue Céspedes, sin discusión, entre los conspiradores de 1868 el más decidido a levantarse en armas
La vida y la obra de Carlos Manuel de Céspedes siguen constituyendo actualmente fuente de motivación y enseñanza. Conocer lo que él y otros patriotas, a lo largo de nuestra historia, hicieron enriquece a nuestro pueblo y a las nuevas generaciones que hoy son continuadoras de ese legado.
Precisamente en ocasión de conmemorarse en 1968 el centenario del inicio de la guerra por la independencia encabezada por Carlos Manuel de Céspedes, Fidel señaló al respecto:
E igualmente Fidel aseguró en ese discurso que el estudio de la historia de nuestro país ayudará a encontrar también una fuente inagotable de heroísmo, una fuente inagotable de espíritu de sacrificio, de espíritu de lucha y de combate.