Presidentes de México y Argentina buscan que el G20 declare las vacunas un «bien global»
López Obrador y Fernández pusieron como ejemplo de su estrategia la alianza que formaron para producir y envasar de manera conjunta la vacuna Oxford-AstraZeneca.
Los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y México, Andrés Manuel López Obrador, volvieron a criticar el acaparamiento de vacunas por parte de los países desarrollados, pidieron un pronunciamiento del G20 y la cesión de derechos para que todos los países puedan producirlas libremente.
Fernández reveló que desde hace tiempo viene trabajando con el presidente francés, Emmanuel Macron, para plantear en el G20 la necesidad de que la vacuna sea declarada un bien global, lo que permitiría la cesión de los derechos intelectuales.
«El propósito es el mismo que plantea el presidente López Obrador, es una idea que planteamos y que también ha propuesto el papa Francisco: la idea de justicia y equidad en la distribución de las vacunas, que México nos acompañe a Francia y a Argentina en el G20», aseguró Fernández.
También advirtió que México y Argentina tienen que ser capaces de trazar un eje que una a América Latina. «Empezamos con esta experiencia ingrata, la de producir la vacuna que los latinoamericanos necesitan para terminar con esta pandemia espantosa», explicó.
Por eso, añadió, su gobierno quiere acompañar la gestión que México ya realizó ante Naciones Unidas en favor de la universalización de las vacunas y sus quejas por la forma en que se ha acaparado en algunos países en desmedro de otros.
López Obrador y Fernández pusieron como ejemplo de su estrategia la alianza que formaron para producir y envasar de manera conjunta la vacuna Oxford-AstraZeneca para después distribuirla en el resto de América Latina. Es decir, pensando en toda la región, no solo en sí mismos, como la decena de países que han acaparado la vacuna.
«Alberto pudo constatar ayer cómo se están envasando estas vacunas», señaló el presidente mexicano al referirse al recorrido que el argentino realizó por el laboratorio Liomont, ubicado en el Estado de México, y desde donde en abril comenzarán a estar listas 200 millones de dosis.
«Una vez que se termine todo el trámite para constatar la calidad de la vacuna, que de antemano sabemos es una muy buena vacuna, ya vamos a disponer de millones de dosis para América Latina, y esto se logró por gestiones del presidente de Argentina», reconoció.
Personas infectadas con COVID-19 pueden perder sentido del olfato y del gusto hasta 5 meses después del contagio
527 participantes en el estudio perdieron el gusto durante su infección de COVID-19 y 200 de ellos (38%) no recuperaron este sentido en los 5 meses posteriores a la infección. Foto: AS.
Un estudio realizado en Canadá, con la participación de 813 trabajadores sanitarios, mostró que las personas contagiadas por la COVID-19 pueden perder el sentido del olfato y del gusto por un período de hasta 5 meses después de infectarse.
Cada participante en la investigación debía completar un cuestionario en línea y hacer una prueba en su casa para evaluar sus sentidos en una escala de 0 a 10, donde 0 significaba que la persona no tiene sentido en absoluto. El estudio se realizó aproximadamente 5 meses después de la determinación del diagnóstico.
«Mientras la COVID-19 es una enfermedad nueva, las investigaciones anteriores muestran que la mayoría de la gente pierde su sentido del olfato o del gusto en las primeras etapas de la enfermedad», declaró Johannes Frasnelli, médico de la Universidad de Quebec y autor del estudio. «Queríamos ir más lejos y mirar cuánto tiempo esta pérdida del olfato y del gusto persiste y lo grave que es para la gente con covid-19», agregó.
En cuanto al olfato, 580 pacientes perdieron este sentido tras su infección y 297 de ellos (51%) no lo tenían 5 meses después del contagio. En general, evaluaron su olfato en 7, mientras que antes de la infección lo puntuaron en 9.
Al mismo tiempo, 527 participantes en el estudio perdieron el gusto por el covid-19 y 200 de ellos (38%) no recuperaron este sentido en los 5 meses posteriores a la infección. Estimaron este sentido en 8, pero antes del contagio lo evaluaron en 9.
«Nuestros resultados muestran que un perjudicado sentido del olfato y del gusto pueden persistir en varias personas con el covid-19», indicó Frasnelli.
(Con información de Russia Today)