Villa Clara, provincia pionera en la obtención de plasma hiperinmune contra el coronavirus (+Video)
Las donaciones de este plasma han sido también una muestra del humanismo que caracteriza al pueblo cubano.
La provincia de Villa Clara se erige como una de las pioneras en la obtención de plasma hiperinmune, método científico para el tratamiento de la COVID-19. La información acerca de este acto de humanismo por parte de los pacientes recuperados que acceden a realizar la donación, fue destacada por el periódico Vanguardia .
La utilización del plasma hiperinmune, que hasta la fecha no ha mostrado reacciones adversas, ha tenido un impacto muy positivo sobre todo en aquellos pacientes con una respuesta inmune deficiente, lo que les permite incorporar a su organismo anticuerpos para hacer frente a la enfermedad.
La plasmaféresis productiva automatizada, método mediante el cual es posible adquirir el plasma, se inició en Cuba en el mes de abril de 2020 como una de las alternativas para combatir el impacto de la pandemia. Seis provincias cubanas asumieron entonces la experiencia, que ya se había aplicado con buenos resultados en otros países del mundo, y fue incorporado a nuestro protocolo de tratamientos de la enfermedad.
No menos de 21 días de recuperación, así como sentirse apto física y emocionalmente, son requisitos indispensables para la elección de los donantes, aunque es válido destacar que muchas de las personas que hasta hoy han accedido a donar, asumieron el principio de voluntariedad mucho antes de ser contactados por medio del sistema de Salud.
¿Cómo se emplea el plasma en Cuba ante la pandemia?
Este plasma proveniente de personas inmunocompetentes, ha sido determinante sobre todo para la recuperación de quienes llegan a los estadios más graves de la enfermedad. Expertos internacionales señalan que un paciente puede ser transfundido hasta en cuatro ocasiones, frecuencia que estaría determinada por sus índices de mejoría.
Los requisitos para la obtención del plasma humano como materia prima farmacéutica, han sido recogidos en la Regulación 35 de 2003, del Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos (CECMED).