Razones para una Revolución viva
Tarea gigantesca la concebida hace un decenio, y hoy en marcha, de poner orden en la dualidad monetaria y cambiaria, los excesivos subsidios, gratuidades indebidas y hacer una reforma integral de salarios reclamada durante años por trabajadores y jubilados. El propósito se fundamenta en la actualización del modelo económico y social aprobada y ratificada en los VI y VII Congresos del Partido, y en otros documentos rectores de la vida de la nación. La máxima dirección del país ha explicado que por sus características abarcadoras esta es una de las tareas más complejas que en el orden económico se han enfrentado. Particularmente la transformación de los ingresos representa una necesidad que significa, en primer orden, oportunidad de crecimiento para nuestras empresas, tanto en el ámbito nacional como hacia el exterior, lo que se traduce en beneficios para todos. Su implementación evidencia la preocupación y ocupación del Gobierno ante los señalamientos de quienes tienen sobre sus hombros la responsabilidad de garantizar la producción y los servicios. El compromiso de las autoridades gubernamentales incluye la voluntad de rectificar errores y esclarecer cuanta incomprensión exista entre los ciudadanos. En las actuales circunstancias el movimiento sindical tiene misiones trascendentales que deben ser asumidas por las organizaciones de base y por los trabajadores todos. Como se ha reiterado, nada puede resultarle ajeno. En su responsabilidad de organizar, representar y movilizar a los trabajadores, le corresponde atender con prioridad cada paso en la materialización de tan esencial transformación. Este ordenamiento económico y financiero del país se hace en el complejo momento en que, a la presente crisis económica mundial, la creciente agudización de la política genocida del bloqueo, y como consecuencia la baja disponibilidad de moneda libremente convertible, se adicionó desde bien temprano en el año 2020 una pandemia que ha ocasionado al Estado cubano gastos añadidos por el valor de más de 1 300 millones de pesos, hecho que ratifica el concepto de que en nuestra sociedad el centro de atención es el ser humano, su vida y su salud, a diferencia de los procederes predominantes en el mundo signados por el interés económico. Es necesario entender que el proceso en desarrollo por sí solo no resuelve todos los asuntos; se demanda alcanzar un superior resultado en la eficiencia, organización del trabajo, disciplina, calidad, el ahorro, el cumplimiento de los índices de consumo, a partir de nuestros propios esfuerzos. Se impone trabajar con tesón, exigencia y conciencia para generar los bienes, crear las riquezas y brindar servicios óptimos. Por ese camino estaremos labrando el anhelado y necesario desarrollo de la sociedad socialista, próspera y sostenible a la que aspiramos. Indispensable será también mantener el constante diálogo que exprese nuestros convincentes argumentos de la necesidad de cambiar todo lo que se deba en favor de un país mejor. También debemos enfrentar las campañas mediáticas que tratan de tergiversar el proceso. Papel protagónico tienen los trabajadores, campesinos, mujeres y jóvenes en la producción de los recursos que propicien el bienestar de la población. En el aporte de sus manos, compromiso y sensibilidad descansa, en buena medida, la defensa y el triunfo de la Tarea Ordenamiento. En tal sentido se han favorecido las condiciones, para que quienes laboran en el sistema empresarial, y dentro de él en los sectores básicos de la economía, puedan adoptar decisiones que robustezcan su gestión y ejercer de modo pleno las facultades otorgadas, lo que permitirá reafirmarse como la estructura productiva fundamental del desarrollo económico del país. Un rol no menos importante tienen los trabajadores no estatales, a quienes se les considera actores económicos en igualdad de condiciones. Eso sí, como nunca antes, se vuelve imprescindible razonar que el interés individual no debe prevalecer ante el colectivo y social, porque resulta vital trabajar para el desarrollo de la nación. Nos anima que Cuba viva con el concurso de cada uno de sus hijos. Como principio abrazado desde el triunfo de la Revolución, el 1ro. de Enero de 1959, nadie quedará desamparado y cada paso que se dé estará sustentado por el empeño de fortalecer la unidad del pueblo y la defensa de las conquistas sociales. Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República, al anunciar el inicio de la unificación monetaria y cambiaria, y de la reforma salarial, afirmó: «Reiteramos la trascendencia e importancia de esta tarea, que pondrá al país en mejores condiciones para llevar a cabo las transformaciones que demanda la actualización de nuestro modelo económico y social, sobre la base de garantizar a todos los cubanos la mayor igualdad de oportunidades, derechos y justicia social, la cual será posible no mediante el igualitarismo, sino promoviendo el interés y la motivación por el trabajo»». Demos cada uno de nosotros nuestra modesta contribución, desde el puesto que desempeñamos, para que se implemente adecuadamente esta Tarea vital. Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba