Caturla: el músico perfecto
«¦A 80 años de la muerte de Alejandro García Caturla…
El mito, a veces, recorre las calles. En un pueblo, donde la quietud reina por estos días, el halo místico de Caturla desciende por toda la villa de San Juan de los Remedios. Yo hubiera querido conocer al abogado y posteriormente juez con ese carácter limpio y noble. Y tan solo pensar en su muerte temprana, aquel 12 de noviembre de 1940, con apenas 34 años, a uno se le hiela el pecho.
La historia de la música sería impensable sin ti. «Músico perfecto»» como te llamó Alejo Carpentier, quizás porque rescatar y recrear los atributos esenciales de las culturas africanas visualizó en la nuestra la gran mezcla que somos. Así, instrumentos de la música popular se unieron al formato sinfónico en tu magia creadora.
El elemento «negro»» en tus arriesgados códigos de composición, recorrieron España en la década del 20 en un viaje al Festival Iberoamericano de Barcelona, donde Tres Danzas Cubanas conmovieron al auditorio. También París. Estreno de Dos poemas africanos, pieza indispensable en el naciente sinfonismo cubano.
Dicen que el piano fue cómplice de tu poder de improvisación; cómplice también de reproducir las primeras melodías que escuchabas sentado en las piernas de tu nana negra.
Las imágenes tuyas insisten en sugerirnos un hombre de cuello y corbata, pero no; no quiero dejar escapar la risa de ese muchacho amante de las fiestas rituales afrocubanas en tu natal Remedios.
Ni tampoco que tu casa, hoy convertida en museo, pase desapercibida en el mismísimo centro de la villa. Que no atente el tiempo contra ti, ni contra tu terruño, que lo he hecho mío a razón de admirarte.
Reproduzco las palabras de Nicolás Guillén, escritas poco después de tu asesinato porque me parecen justas y me parecen grandes; muy dignas de ti: «muerto este compositor inusual, incorruptible en las sanciones expuestas por las leyes, nos deja en un desamparo musical del que mucho tiempo tardaremos en reponer, por su universalidad sinfónica»»