El Camilo de pueblo (+Audio)
Ideas grandes, y espíritu sencillo, pactan siempre la merecida sobrevida. Esa que burla las muertes, las ausencias, el miedo a lo intangible. Y así llega Camilo a la jornada en que Cuba lo recuerda. Por simbolismo, sí, pero también por convicción y compromiso con hombres como él, que sembraron futuro cuando echaba andar el espíritu inmenso de la Revolución.
Al de los Cien Fuegos lo aprendimos joven, tapada la cabeza con su sombrero alón, con el rostro cubierto por la barba que protegió su paso desde la Sierra hasta el centro del país. Pero año tras año se va redescubriendo al niño sensible, al hábil sastre, al hijo y al amigo que fue también con la misma dimensión de la alegría.
Valiente, risueño, dispuesto»¦así lo recuerdan aún varios caibarienenses que se unieron al Señor de la Vanguardia luego de que creara, en 1958, el Frente Norte de las Villas. Y parece que se ha contado bien la historia, porque así mismo lo recuerda este pueblo que memorizó sus anécdotas cual hermosa aventura de la lucha cubana.
El Camilo del pueblo ha llegado a nuestros días. Aún después de conocer su travesía en el Granma, de la destreza demostrada durante el ataque al Cuartel de la Plata, de su ascenso a Comandante o su designación como jefe de la Columna Dos Antonio Maceo, una de las fuerzas del Ejército Rebelde designada para la invasión a Occidente. Pero su carisma a toda prueba y su probada convicción, lo devuelve multiplicado en los hombres cotidianos.
Muchas fotografías capturaron su esbelta figura al lado de Fidel. Como estuvieron también siempre sus ideas. Porque la fidelidad al líder, a la Patria y la causa que impulsó, devino otro de los estandartes del Héroe de Yaguajay.
Claridad en su sonrisa de héroe, arrojo también en cada palabra que compartió con los suyos, legado de Camilo Cienfuegos, que, en esta isla encaprichada en crecer, a pesar de todo, sigue siendo luz del pasado para iluminar el presente.
Imágenes tomadas de Cubadebate