«¡Aplausos!»¦ Hoy es el Día Internacional de la Danza
Hoy es un día para bailar; el cuerpo lo sabe. Los escenarios son distintos, pero la energía es la misma. Las grandes salas se minimizan a las cuatro paredes del hogar. No hay una orquesta detrás acompañando cada paso, ni luces potentes que dibujen los movimientos de los bailarines. Los vestuarios pueden ser de colores o no, retazos de cuanta tela se encuentre, porque no importa proyectar una imagen ante un público. El público hoy eres tú.
Este miércoles se celebra el Día Internacional de la Danza, y no hay otra manera que festejarlo que bailando, aunque debido a la emergencia provocada por la COVID-19 este evento no podrá llevarse a cabo en toda su dimensión mundial.
El Consejo de Europa del Instituto Internacional de Teatro, Organización Mundial de las Artes Escénicas/UNESCO en su reunión ordinaria de abril, acordó rendir homenaje en este año a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, con motivo del centenario de su nacimiento y en reconocimiento a su extraordinaria labor artística.
El homenaje internacional, que estaba previsto para realizarse públicamente el próximo 16 de julio en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, será vía virtual, con mensajes que difundan la vida y obra de la eximia bailarina.
¿Por qué se celebra el día Internacional de la Danza?
Desde sus ancestros, el ser humano se ha expresado y comunicado por movimientos corporales. Con el paso del tiempo ha ido cambiando y evolucionando, por lo que, en la actualidad, pueden verse diversos estilos y géneros que van de lo tradicional y académico a lo cotidiano. Es parte esencial de la cultura e idiosincrasia de cualquier país.
Por esos motivos, desde 1982, por sugerencia del maestro ruso Piepor Gusev y decisión del Comité Internacional de Danza del Instituto Internacional de Teatro de la UNESCO, cada 29 de abril se celebra el «Día Internacional de la Danza», fecha que conmemora el nacimiento de Jean Georges Noverre.
Con dicha celebración se pretende fomentar la participación y la atención del público sobre la importancia del arte y la cultura de la danza. Además, se busca masificar los eventos a nivel mundial, superando barreras políticas y culturales.
¿Quién fue Jean Georges Noverre?
Fue un coreógrafo innovador, estudioso de la danza y considerado el creador del ballet moderno. Nació en Francia el martes 29 de abril de 1727, cuando el Rey Luis XV estaba al trono.
Fue bailarín de la Corte Real y coreógrafo de la compañía de ballet de la Ãpera Cómica de París. Debutó en un escenario en 1743; en 1755 fue invitado a Londres, y a partir de 1760 se convirtió en maestro de ballet en Sttutgart, Alemania.
En esa ciudad produjo su más famosa obra: el Ballet de Medea y Jasón (1763). En 1776, bajo el patrocinio de la reina María Antonieta, obtuvo el cargo de director de la Ãpera de París. Falleció en la ciudad de Saint-Germain-en-Laye, al oeste de París, el 19 de octubre de 1810.
A próposito de este día, varios premios nacionales de Danza, conversan con Cubadebate:
Santiago Alfonso: La danza es la realización de mis sueños
Santiago Alfonso. Foto: Cubanosfamosos.com
-¿Qué significa la danza para Santiago Alfonso?
La Danza es la realización de mis sueños. Recuerdo en la segunda mitad de los 50 del pasado siglo cuando veía Espectáculos Musicales en TV, Teatros o Cabarets en los que no podía participar por no tener la calidad requerida o por lo más doloroso: ser negro. Solo nos utilizaban en las puestas en escena que tuvieran temas afro cubanos, y en la mayoría de esas participaciones nuestros papeles éran como esclavos.
-¿Por qué elegir entre tantas manifestaciones la danza de espectáculos?
Como dije antes mis comienzos están totalmente vinculados a esta manifestación. En Cuba no había Compañías de Danza en las que pudiéramos soñar, existía solamente el Ballet Alicia Alonso, que se sostenía por la lucha personal de Alicia, Fernando y Alberto Alonso, apoyada por Doña Laura Rainieri desde el Patronato del Teatro Auditorium.
A ese nivel no podía llegar. En realidad nunca me sentí inclinado a ser un bailarín de ballet. Admiraba muchísimo a mis amigos que se desempeñaban en esa disciplina, pero no me sentía capacitado para llegar a ser un bailarín más allá de los espectáculos cubanos.
Mi mayor ambición era lograr estudiar Danza Moderna. Había oído hablar de Ramiro Guerra, pero no sabía cómo llegar a él. Había visto fotos de Katherin Dunham y su Compañía que radicaba en Nueva York, pero esa idea era inalcanzable.
Tenía la esperanza de ser como Alexander Cunning, un bailarín negro que había sido estrella junto a Marta Castillo en el Tropicana de los años 40-50. Mis ídolos eran Sonia Calero, Elena del Cueto, Roberto Rodríguez, Tomás Morales Miguelito Chequis y Marta Castillo, Gladys Y Freddy, Arnaldo Silva, Christy Domínguez.
A decir verdad, el bailarín y coreógrafo cubano que más influyó en mí fue Arnaldo Silva, pues su línea estética y su lenguaje se acercaban mucho a la concepción de los Plays americanos y cuando ví West Side Story, la vida me cambió.
-¿Qué significa para Santiago Alfonso ser Premio Nacional de Danza?
Representa un inmenso honor saber que el trabajo hecho por más de 40 años había sido reconocido, pero, más allá de lo personal, es el reconocimiento a tantos y tantos creadores que antes que yo hicieron de esa manifestación en Cuba, uno de los trabajos artísticos más famosos en el mundo entero.
A Héctor del Villar, que fue el primer Director Artístico del Tropicana original, a Roderico Neyra, Alberto Alonso, Luis Trápaga, Tomás Morales, Joaquin «Riviera» Castellanos, Joaquin Condall, Rafael Hernández, Ãndres Gutíerrez, Rafael Alfonso, Amaury Pérez (que fue el pionero en los primeros años de la Revolución en romper la barrera racial en su Espectáculo del Casino Parisién del Hotel Nacional al utilizar un cuerpo de modelos todas negras).
En los Espectáculos de Cabaret actuaban las figuras más importantes del espectro artístico de Cuba y el mundo entero. Allí podías ver a Rita Montaner, Beny Moré, Bola de Nieve, Celia Cruz, Olga Guillot, Paulina Álvarez, Rosa Fornés, Álvarez Mera, el Cuarteto D»´Aida, el Cuarteto de Facundo Rivero, Celeste Mendoza, Xiomara Alfaro y tantos otros y del mundo internacional a Edith Piaf, Nat Cole, Sarah Vaughn, Johny Mathis, Eartha Kidd, Cármen Miranda y Tony Bennett, sin olvidar que las orquestas de esos centros estaban dirigidas por nombres como Armando Romeu, Adolfo Guzman, Rafael Somavilla.
En los atriles podías ver a músicos de la categoría de Bebo Valdés, Papito Hernández, Wilfredo Reyes, Guillermo Barreto, los Hermanos Cachao, Táta Guines, Ricardo, Luis y Alfredo, que después del triunfo de la Revolución crearían el Grupo Los Papines que tanta gloria dieron internacionalmente a nuestro país.
Hasta el triunfo de la Revolución, yo era uno más en el molote. Sencillamente no tenía a mi vista nada que me prometiera un futuro mejor. Aquella noche del 31 de diciembre al terminar el trabajo me fui a casa sin saber que había sucedido algo que cambiaría no solo mi vida, sino también la de todos los bailarines negros de Cuba.
Ninguno de nosotros tuvo conciencia de lo que nos traía este fenómeno social. Cuatro meses después, en abril, anuncian que el Teatro Nacional bajo la dirección de la Dra. Isabel Monal, (ya en La Plaza Cívica y que más tarde será La Plaza de La Revolución), creado poco antes por La Revolución, haría audiciones para crear el Departamento de Danza, bajo la dirección de Ramiro Guerra.
Me presenté a audiciones como cientos de jóvenes. Ramiro Guerra era un tirano, no había respiro, trabajábamos de 8:30 de la mañana a las 5 de la tarde, comenzando con clases de danza.
El resto del día se utilizaba para montar las primeras obras: Mulato y Mambí, La Vida de las Abejas y Estudio de Las Aguas. Con esas piezas se conformó el primer programa con el que nacería El Conjunto Nacional de Danza (hoy Danza Contemporanea).
Posteriormente se incorporaron cantantes y percusionistas folklóricos para impartirnos clases de esta disciplina que pertenecían al Departamento de Folkor que dirigían Argerliers León y María Teresa Linares, (dos apostoles de la cubanía).
-¿Cómo valora la danza de espectáculos que se hace en Cuba?
Cualquier manifestación artística está supeditada a las condiciones económicas de nuestro país y el espectáculo no es una excepción. Al igual que la ópera, son manifestaciones muy costosas, pues su producción demanda inversiones enormes en la compra de materiales para confeccionar el vestuario, diseño y confección, escenografía, música, orquestaciones, calzado, profesores y personal escénico, técnico y de producción,
Esto en lo económico, como también influye el trabajo de formación de los artistas que intervienen, ya que un bailarín de nuestra disciplina debe tener conocimiento de danza, ballet, folklor, bailes populares y hasta de bailes internacionales, porque todas estas disciplinas confluyen.
En los vocalistas sucede lo mismo, deben estar capacitados para interpretar con la misma soltura, el son, el bolero, la rumba, el danzón y todo lo que aparezca en el mundo musical. Debe ser capaz de bailar o al menos tener sentido del ritmo. Todo esto implica dedicación y entrega, pero también gastos.
No podemos dejar de lado que esta disciplina ha sido por muchos años la preterida de las Artes Escénicas por considerársele arte menor y superficial.
Con la creación de las Escuelas de Arte, nuestros graduados se situaron a una altura muy superior a las exigencias escénicas, pero en su mayoría no abarcan el abanico de exigencias de esta disciplina ya que la mayoría se gradúan de una sola.
Por otro lado, no se sienten atraídos por el espectáculo.
Todos necesitamos quien nos guie, que es decisivo transitar por cada etapa, esto nos va llenando de conocimientos, de experiencias buenas y malas que al final enriquecen nuestra formación.
Hoy muchos bailarines salen de la escuela y el poco tiempo ya son coreógrafos y/o Directores de Grupos, ¿qué tiempo tuvieron para formarse? No niego que hay talentos excepcionales que nos asombran con sus creaciones, pero inclusive estos deben tener un asesoramiento, porque un lenguaje propio que nos identifique no se logra en un año. A mi modesto modo de ver es ahí donde están las dificultades que estamos en el mundo del espectáculo
-¿Qué mensaje quisiera enviar a los jóvenes que quieren hacerse una carrera en este escenario?
Ante todo disciplina, perseverancia y respeto. Deben oir a sus maestros, ensayadores, coreógrafos y todo el lo dirija. Recuerden siempre que el bailarín necesita ser dirigido, sin maestros no se avanza, no podemos creernos que solos podemos.
Aveces o casi siempre nos aburrimos de hacer lo mismo todos los días y consideramos que el maestro va muy lento y nos atrasa, por el contrario, el ir despacio hoy nos da la seguridad de mañana. La suficiencia en nuestro mayor enemigo y los bailarines/nas cuando comienzan creen sabérselo todo; craso error.
Es esa actitud la que más daño nos hace. La perseverancia es muy importante, debemos insistir en lo que no nos sale bien, ese repetir cada día los mismos ejercicios nos lleva a la perfección.
-Si no existiera la danza, ¿que sería Santiago Alfonso?
De no haberme dedicado a la Danza, podría haber sido deportista. En mi niñez y adolesencia practiqué campo y pista (distancia corta), boxeo, levantamiento de pesas, voleibol, cuatro esquinas y béisbol. En este último llegué a formar parte de la preselección nacional en el año 1957, pero tuve que elegir entre la pelota y el baile. Me decidí por bailar porque estaba trabajando en Montmartre y tenía la posibilidad de viajar a Venezuela. En ese gesto sin saberlo encontré mi futuro.
Lizt Alfonso: La danza es vida y la vida es la fuente de todas las cosas
La bailarina y coreógrafa cubana Lizt Alfonso. Foto: Archivo.
«¿Qué significa la danza para Lizt Alfonso?
«La danza es vida y la vida es la fuente de todas las cosas: el amor, la verdad, la autenticidad. Siempre que me hacen esta pregunta es lo que explico.
«¿Por qué elegir entre tantas manisfestaciones la danza española?
«Nosotros cultivamos la danza fusión. Es un estilo que los reúne a todos, para dar como resultado algo novedoso. Es decir, un bailarín de Lizt Alfonso DANCE CUBA recibe entrenamiento de ballet, danza española (flamenco, estilización, etc) danza moderna y contemporánea, danzas afrocubanas y cubanas y mucho más.
Es bien difícil, muy completo y complejo, pero se logra un resultado sorprendente. ¿Cómo surgió la idea? Pues fue en 1991 cuando me di cuenta que en Cuba existía una compañía de cada estilo por separado pero no una que los aunara a todos y, además, los mezclara. Así en nuestros inicios tomábamos como base la danza española y el ballet, pero eso muy pronto abrió el espectro a lo que somos hoy, lo que nos diferencia de todas las compañías en Cuba y el mundo.
Es muy interesante cómo profesores y coreógrafos de flamenco, hip hop, contemporáneo, ballet y fusión, de distintos países, trabajan con fluidez y facilidad con nuestros bailarines, y además, solicitan venir y colaborar en montajes con la Compañía por lo dúctiles que son y la profesionalidad con la que trabajan.
«¿Qué mensaje quisiera enviar a los jóvenes que quieren hacerse una carrera en este escenario?
«Es una carrera hermosa pero a la vez dura, difícil y muy competitiva. Deben mantenerse muy enfocados para llegar a donde se propongan. El nivel de sacrificio y entrega es total, si quieren brillar. Además de tener una buena condición física (que aunque es muy importante, es solo una parte de la ecuación), deben obrar con inteligencia y prudencia; tener capacidad de empuje y arrojo; mucho coraje para enfrentar los obstáculos artísticos, técnicos y personales que se presentarán en el camino, y ser artistas.
Al final, cuando el telón se abre y el público te premia con el aplauso, sabes que toda esa entrega valió la pena, deja de llamarse sacrificio, porque es lo que amas y se convierte en tu vida.
«Si no existiera la danza, ¿que sería Lizt Alfonso?
«Eso no es posible, porque la danza existe desde que el hombre existe.
Manolo Micler: Soy amante de todos los géneros danzarios
Manolo Micler en «Con 2 que se quieran». Foto: Petí
«¿Qué significa la danza para Manolo Micler?
«La danza para mí es todo, o casi todo, para no ser absoluto.
Es un modo de vida en el que podemos expresar, desde cualquier manifestación o estilo de ese arte milenario, los más diversos sentimientos que experimentamos, reflexionar sobre problemáticas, afinidades, contradicciones, las alegrías o tristezas que nos afectan.
«¿Por qué elegir entre tantas manisfestaciones la danza folklórica?
«Siempre me incliné por las manifestaciones folklóricas y populares, aunque confieso ser amante de todos los géneros danzarios. Fui seleccionado también para integrar el Conjunto de Danza Moderna (1966) pero mi mayor deseo era formar parte del Conjunto Folklórico Nacional.
Desde que conocí la danza me atrajeron sobre manera las manifestaciones musicales y danzarias creadas por nuestro pueblo.
«¿Qué significa para Manolo Micler ser Premio Nacional de Danza?
«En primer lugar, es un gran reconocimiento a mi labor artística por más de 50 años, el cual agradezco grandemente.
Por otro lado, considero que es un gran reto que exige de mí mayor entrega y amor por el arte más raigal de nuestra cultura nacional.
«¿Cómo valora la danza folklórica que se hace en Cuba?
«Considero que en Cuba, con aciertos y desaciertos, tratamos de elevar la categoría artística de nuestro acervo cultural folklórico, para de esta forma enfrentar a prejuicios y criterios pequeño-burgueses acerca de lo que es arte y de lo que es bello.
«Si no existiera la danza, ¿que sería Manolo Micler?
«Yo…. sería bailarín, maestro de danza y coreógrafo.
Miguel Angel Iglesias: La danza es un pretexto para lograr intenciones
Miguel Angel Iglesias. Foto: La Jiribilla.
«¿Qué significa la danza para Miguel Ángel Iglesias?
«La danza para mí significa muchas cosas. Son 53 años de mi vida dedicada a ella. Lo mejor, es que cuando empecé, daba clases de danza por la mañana y de teatro por la tarde con Roberto Garriga. Ãl me decía: «Siente, no actúes. Esto es una mentira, pero tienes que vivirla como si fuera verdad».
A partir de ese momento no pude bailar solamente. Mi avidez por contaminarme con las diferentes manifestaciones me convirtió en un intérprete de teatro, de danza, de música, de muchas cosas.
A través de la danza transformo la vida que me rodea. Es un pretexto para lograr intenciones. Es pensamiento y es acción. Es todo para mí.
«¿Por qué elegir entre tantas manifestaciones la danza contemporánea?
Yo no elegí la danza contemporánea, ella me eligió a mí. Creo que fue porque soy un hombre totalmente sanguíneo, activo.
La danza contemporánea es un reflejo de la cotidianeidad, del aquí y del ahora. Nací en el municipio de 10 de Octubre, en La Habana, pero me considero que, además de Cuba, pertenezco al mundo. Mi estilo se identifica totalmente con la danza contemporánea.
«¿Qué mensaje quisiera enviar a los jóvenes que quieren hacerse una carrera en este escenario?
«El cubano casi camina bailando. Les diría como a todos los coreógrafos, que la danza contemporánea es acción, es pensamiento, es cultura.
Hay que aprender muchas cosas en la vida, porque nunca es suficiente. Tengo 72 años de vida y cada día me doy cuenta que tengo que aprender mucho más.
«Si no existiera la danza, ¿que sería Miguel Ángel Iglesias?
No considero el mundo sin danza. Desde la comunidad primitiva el hombre está danzando para que llueva o para tener mejor cosecha. Desde el mito, se ha convertido en muchas maneras de comunicar. No veo ni concibo el mundo sin danza.
La cita está hecha: disfrutemos de la danza y la música con nuestras parejas, hijos o familiares. Que la inventiva tome el mando y hagamos cosas nuevas, pasos que jamás nos atrevemos a hacer en público como la salsa, rumba, tango, chachachá, tap, hip hop, etc. Que, en este día, sobre todas las cosas, prevalezca la alegría.