Mirando al mar jóvenes veleros de Caibarién
Para recordar la historia de una organización de masas como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que suma ya sesenta años, habría que mencionar a muchos de sus integrantes poseedores de méritos incalculables. Sin embargo prefiero hablar de jóvenes y de continuidad.
Una visita a la Escuela Provincial de Velas Marcelo Salado Lastra de Caibarién propició compartir con estudiantes de la enseñanza secundaria y preuniversitaria, desde su llegada a este centro que distingue a la Villa Blanca, se integraron al destacamento juvenil Mirando al mar.
En coordinación con los CDR y las Tropas guardafronteras realizan acciones de vigilancia de la zona costera donde está situada la escuela. Puede parecer difícil pero no lo es, así comenta Yanna quien viste ahora uniforme azul y obtuvo medalla de oro en la especialidad Lasser en los pasados juegos escolares nacionales porque la juventud se impone y dice presente a cada llamado.
Un descanso de la práctica deportiva toma Daniela y se acerca, recién se incorporó a los CDR como sus compañeros, pero todos colaboran desde el destacamento. Al igual que los demás recuerda cuando obtuvo tres preceas de plata en Optimis y luego oro en el 470 femenino. Explica que no sólo se trata de detectar un recalo de drogas o quizás una embarcación que agreda la tranquilidad ciudadana, también los veleros están al tanto de cualquier situación referida a especies marinas o aves subacuáticas que aparecen dañadas en la costa, un vertimiento de sustancias nocivas que afecten el medio.
Por su corta edad y porque custodian en horario de clases o mientras practican su deporte en la bahía, sólo informan a organismos competentes dígase la Unidad de Tropas Guardafronteras, el Ministerio del Interior o especialistas de la ciencia y medio ambiente que toman medidas, lo explica Ronaldo por años en el destacamento en tanto lograba oro y bronce como escolar en Cadete y plata en juveniles Laser.
Mientras el mar acoge sus velas y ante él permanecen alertas, estudian con la disciplina que procura un claustro de excelencia, dedican tiempo a talleres sobre la seguridad costera, charlas educativas acerca del daño que ocasionan las drogas que por este espacio suyo pueden entrar, lo corroboran Miguel Abreu jefe de departamento y el director de la academia Neurys Molina, aclaran que incluso muestran sus experiencias en eventos de carácter provincial y nacional donde se ha reconocido a los de la Villa Blanca.
Sólo dos destacamentos Mirando al Mar de categoría juvenil existen en Cuba, este que por muchos años acciona en la Escuela provincial de Velas y otro en la playa La Panchita de Corralillo.
Integrar a los adolescentes y jóvenes a la protección del territorio nacional es prioridad según afirma la profe Yamilet que satisfecha avala el comentario de sus alumnos atletas, esos que por demás suman a los vecinos a defender las conquistas.
La Escuela provincial de Velas Marcelo Salado Lastra otorga a esta villa del litoral la condición de capital de las velas en Cuba, tantos años en la cima del deporte incluso olímpico, muestra un colectivo que honra a los CDR en su aniversario y como miembros constituyen ejemplo en tiempos que precisan continuidad.